«Siempre estoy como una llanura. Para buscar un cerro miro las multitudes.»
Jacobo Fijman
Aun me quedan ganas de más kilómetros sobre mi fiel bicicleta después de la gran ruta del sábado. Las salidas con JJ son más tranquilas, rodadoras en las que vamos hablamos y prima el disfrutar un rato a ir sufriendo sobre nuestras monturas, cosa que también hacemos ya que nos gustan los retos y ver hasta donde podemos llevar nuestros viejos cuerpos cargaditos de kilos.
Me gusta improvisar, unir viejas rutas, para este soleado domingo de Marzo quiero reeditar una vieja ruta que realice en solitario titulada » Domingo de perros» salimos de Becerril por la parte de atrás de la Tejera y según entro la trialera veo como una perra se aparta con el rabo entre las piernas pero tras de mi sale de entre la maleza una chucho de mediano porte gruñendo y enseñándome los dientes, me bajo de la bici, le grito y este recula metiendo el rabo entre las piernas y corriendo calle abajo con su «dama», anda que si antes quiero reeditar esta ruta antes me salen perros a mi encuentro.
Enlazamos Becerril con Collado Mediano por una vereda maravillosa y una trialera muy divertida que nos deja en la Estación de Tren, vemos que hay muchos chalet que se venden, JJ me dice que no le gustan que estén muy cerca de las vías, mira que es pijotero si solo pasan dos trenes cada hora. Cruzamos las vías para alcanzar la pista que nos dejara entre alpedrete y guadarrama, desvío a la derecha en la carretera y tras cruzar la urbanización nos toca vadear un buen charco que nos deja los pies finos de agua, dos bikers que han pasado antes que nosotros se ríen de sus amigos que están cargando con la bici al hombro cruzando por el puente de piedra. Pasamos por la lagunilla que refleja el alto de las guarramillas y la Maliciosa, me encanta este espejo de la sierra en la que mirar la grandeza de nuestras montañas desde los ojos de la tierra. Nos cruzamos con un grupo de senderistas entraditas en años, carnes, vamos en todo, que nos lanzan miradas lujuriosas, esta claro dos jóvenes cuarentones apuestos y deportistas nos se ven todos los días, bueno yo no soy cuarentón pero tampoco me falta.
Pasamos el pueblo de guadarrama y subimos hacia el embalse de la jarosa, que cuesta más menos agradecida, lo que hace de sufrir la jodía. Reponemos agua en la fuente y ascendemos hasta un cruce en el que valoramos si dar la vuelta a la jarosa o continuar con nuestra rutilla, optamos por la rutilla y nos tiramos por una pistas que nos deja en un túnel bajo la A-6, Cuentón y bajada rápida hasta la antigua carretera de puerto, la cruzamos y tiramos por un sendero muy divertidos que nos deja frente a un gran número de vacas, aren vacuno de un morlaco de unos 500 kilos que nos mira mal, y cuando un toro nos mira mal, mejor darse la vuelta y bajar por un maravilloso sendero que nos deja de nuevo en guadarrama, en el camino mientras bajamos vemos como un ganadero, pasa de nosotros cerrándonos nuestra bajada, de repente da un volantazo y se cambia al otro lado y es que bajaba otro todo terreno «correcaminos» ponía, pues bien situación insólita, el ganadero le saluda y para, correcaminos le saluda y no para, ganadero da marcha atrás hacia el, correcaminos para pero cuando ganadero para y tira para arriba de nuevo, correcaminos mete marcha atrás hacia el ganadero que se aleja, paran los dos, se sacan la mano y se van cada uno por su lado, no se tiene que ser como un rito o algo, pero vamos precioso de ver.
Nosotros ya estamos orientados en la pista que nos conducirá a los molinos, esta pista esta rodeada por explotaciones ganaderas aambos lado, por lo que tiene gran tráfico de estos seres con todo terreno que en ocasiones son imprevisibles. Tomamos un refrigerio en unas rocas mientras una vaca tras una reja nos muge. Continuamos nuestra ascensión por lo que Mass bautizo como la subida de los petatontos y tontos seremos, pero petaos vamos seguro ya que la subida a las vías del tren nos dejan exhaustos.
Descansamos un ratillo y nos adentramos en cercedilla por el camino Puriceli, vamos de charla disfrutando de senderistas de muy buen ver que pasean al sol sus cinturitas provocadoras talladas a base de hambre. Esta vereda gana altura en un cuestón considerable, a mitad de la cuesta un tipo esta con la chorra en la mano mirándonos, subimos jadeando, el tío solo hace mirarnos con su instrumento en la mano, cuando corono la pista espero a JJ que esta a unos metros tras de mi y paramos para pillar aliento cuando veo que el tío sigue mirándonos con su pichurrin bien agarrado, flipo con la gente que nos encontramos.
En la pradera de la Fuenfría nos relajamos, tomamos unas barritas mientras vemos como unos karatekas se dan patadas, una familia esta acojonada por las vacas que hay en la pradera y un grupo de jóvenes marroquíes juegan a una especie de juicio en el que se preguntan cosas y uno hace de juez. De verdad me estoy haciendo mu mayor o esto cada vez es más raro.
Nos cuesta dejar el solecito y el placer de estar tirados en la hierba pero tenemos que continuar ascendiendo primero por un corto tramo de la calzada romana y tras un desvío a la derecha por la cómoda pista agroman creo que se llama. A la altura del puente y del desvío que sube hacia los miradores nos desviamos de nuevo a la derecha tirándonos por una trialera impresionante que se ve interrumpida en su parte final por un señor que se ha sentado por uno de los pasos hacia el río y por su hijo con un perro en el otro extremo total, que el hijo se tiene que quitar para poder pasar, mira que cercedilla es grande para ponerse en la mitad de una bajada a jugar con el móvil uno y el
perro el otro. Ya casi a la altura del desvío hacia los senderos que nos dejarán en camorritos nos encontramos con una señor que arrastra atada por una correa a una joven ciega, nos pregunta si queda mucho para el mirador de los poetas, que quieren ir a ver las vistas, le decimos que la queda un mundo y si bien es la ascensión más corta es la más dura para llegar. Las dejamos metidas en mitad de la trialera rodeadas de agua y piedras pensando que hacer, nosotros disfrutamos de unos senderos maravillosos que nos conducen hasta la estación de camorritos, de hay una rápida bajada la río nos dejara a los pies de una trialera de subida impresionante que haremos empujando, pero al llegar a la cumbre vemos como tres pastores alemanes están placidamente tumbados a la entrada del sendero y no se ven a sus dueños, reculamos unos metros, bordeamos la cumbre por lado y bajamos por la trialera que da al embalse de navalmedio que descubrí cuando otro perro no me dejo disfrutar de ese sendero.
Cruzamos un puente destartalado y enlazamos con el sendero que nos deja en la fonda Real, se nos empieza a hacer tarde y las piernas ya van muy justitas, bajadita trialerosa por el bike park de Navacerrada y tras cruzar la presa por el sendero superior llegamos a Becerril.
Ruta un tanto improvisada pero muy divertida que tienen de todo y en su justa medida. Ya por la noche y repuesto de la petación extrema, me llama JJ y me formula una pregunta que no se bien como responderle ¿Para que sube una ciega a un mirador? Pues yo que se por lo mismo que un hombre nos mira con su chorra en la mano, que dos ganaderos juegan a no encontrarse, España es diferente pero lo de este rincón del mundo es irracional.