Mientras uno se está hundiendo, no puede hacer nada, hay que esperar a tocar fondo para darse su pequeño impulso tan sano con el talón, el único que permite volver a salir a la superficie.

«Juntos, nada más» (2004), Anna Gavalda

Lunes, día festivo en Madrid y el plan de entrenamiento voy a intentar seguirlo mas o menos en la medida de mis posibilidades. En esta ocasión da dos opciones, bien ir a nadar o a correr. Las dos cosas las llevo bastante mal y teniendo en cuenta que no corrí la semana pasada pues me toca ponerme mis zapatillas y completar los 40 minutos en z5 de percepción de esfuerzo propuesto en el plan de entrenamiento. Comienzo animado, con ganas y a los 500 metros con la subida del metro me veo que voy a tener que tirar de cabeza para seguir corriendo. Me doy 15 minutos sin dejar de correr a mi ritmo pachanga de 6:30 el km, que para mi es ritmo crucero larga distancia, voy bien de pulso y no noto dolores preocupantes. A los 15 minutos quiero dejarlo, pero me doy 5 minutos más para seguir, para llegar a mis 20 usuales de calentamiento y a los 20 me pongo el reto de los 30 minutos o los 5 km. El recorrido que hago en esta distancia al llegar a los 4km es mas sencillo y menos duro por lo que al llegar a los 30 minutos me digo, tienes un compromiso contigo, a por ellos vamos a por los 40 minutos y entreno completado. Al final seis kilómetros y 300 metros, con 30 segundos de mas, uno que es generoso. El ritmo muy malo 6.21 el kilómetro pero es donde estoy, tengo que ser mas fuerte y pesar menos, lo malo es el nubarrón negro de dulces que pronostican en las navidades y es complicado gestionar, pico cerrado o mascarilla diet.

El martes sigue siendo festivo, como me gustan estas semanas el día es soleado pero muy frio con un viento un tanto horrible, el entreno también es tipo menú con dos platos a elegir, Natación o bicicleta. Opto por la natación, tengo que ir viendo como progresa el hombro e intentar recupera el ritmo perdido. La piscina esta más vacía de lo que me esperaba, están todos en la sala de máquinas y puedo nadar tranquilo, comparto calle con gente cabal que te respeta y ajusta su ritmo a la calle adecuada, voy nadando en la calle de nado medio y voy cuadrando los cruces a mitad de piscina largo tras largo. He decidido no hacer el entrenamiento del club, quiero ver como va el hombro y me propongo hacer 200 metros de calentamiento y una pirámide ( me gusta este tipo de entrenamiento) 200 metros, 20 segundos de descanso, 300 metros con otros 20 segundos y 400 metros para volver de nuevo a la base invirtiendo las distancias, para terminar con 100 metros de nada relajado. Me noto a gusto en el agua, voy sintiendo el flow, pero me falta mucho mejorar la técnica de agarre, el rolído y la patada. Me lo pongo como deberes para ver si en febrero vuelvo a estar en los 2 minutos los 100 metros, muy lento pero aún para disfrutar compitiendo, pero el trabajo para llegar a ello desde donde estoy es duro, muy duro. Gran parte del objetivo de este diario es plasmar como consigo , voy a conseguirlo, el convertirme en un Triatleta y para ello tengo que terminar un triatlón sprint ( el de la casa de campo en 2021) y un olímpico en agosto o septiembre, aún por definir. Los gorditos con dedicación, esfuerzo y motivación somos capaces de alcanzar nuestras metas como todos los demás.

Miércoles gran prueba de fuego de la semana al tener que compaginar mi trabajo con el entrenamiento diario. Decido hacer fuerza, hace semanas que no le dedico tiempo y creo que ahora en invierno es el mejor momento para invertir en core y GAP, 40 minutos de mi rutina que tengo que empezar a doblar para notar algo de resultados.

Los Jueves son días de fuerza para carrera y rodillo, solo me da tiempo para rodillo y disfruto de la sesión por watiopia, primera vez que monto en un mundo virtual con tormenta, da gusto montar sin mojarte bajo los relámpagos y los truenos, al rato se quedo bueno noche, buenas piernas y la sensación de haber entrenado. No se puede pedir más.

El viernes me cuesta mucho salir a entrenar, decido cambiar la natación del sábado al viernes y me voy tarde, muy tarde a la piscina. Algo que es bueno ya que un viernes a las 21:00 nadas muy tranquilo. Me pongo con el entrenamiento y el calentamiento bien. El siguiente bloque es nado socorrista, lo odio, es un entrenamiento que te deja agotado y para colmo en la primera serie de 50 metros parecía que el amor de mi vida se estaba ahogando y tenía que ir a socorrerla, llegue exhausto al borde con el corazón palpitando casi en la boca. Vamos que 10 metros más y la socorrista la que tienen que practicar el nado para sacarme. Completo las series algo más relejado y dejando mas tiempo de descanso del marcado, algo que esta muy mal, lo se. El segundo bloque son series en z3, z2 y z1 con 2x 100 metros en z3, 100 metros en z2 y 50 metros en z1. Lo intento las dos primeras tandas, mas o menos. Pero en la tercera me doy cuenta que yo solo tengo un ritmo, el de flotar y el de hundirme. Me doy por satisfecho con las tres rondas y completo los 200 metros de relax, mira que yo entiendo esto de otra forma y con un sofá.

El sábado tengo cosas que hacer, el día es ventoso no, lo siguiente y aplazo salir a correr hasta después de comer, una hora antes del ocaso me calzo las zapatillas y con las mismas ganas que las ovejas van al matadero me pongo a correr. Creo que a los 20 metros ya veía que la sesión no tenia buena pinta, el entrenamiento programado para mi condición en carrera a pie imposible, quería llegar y hacer una parte pero solo el calentamiento me dejo fundido al punto de ir haciendo la cuenta a atrás por segundos para parar a los 20 minutos. Tan solo haber llegado corriendo o bueno arrastrándome este tiempo me da la idea que estoy mas cerca de hacer CACOS que de correr. Intento hacer el primer bloque de 1.800 metros y a los 4 kilómetros de carrera me tengo que parar, tengo el estomago fatal y me duele la rodilla desde el kilómetro 2. Como estoy apuntado a la carrera virtual de 5 km de Decathlon quiero terminar por lo menos esa distancia. Lo logro a duras penas, con algunos metros en subida caminando, un desastre total. Se marcara la sesión como entrenamiento pero en mi foro interno se que ha sido un simulacro.

Domingo de bici, me pongo el despertador a las 7:00 y me levanto a las 9:00 hay días que el mundo me llama y me pilla fuera de cobertura, hoy era uno de esos. Mi yo Triatleta había dejado la ruta planificada en GPS, la mochila y todo listo para una ruta centenaria, pero dadas las horas y el estado de mis piernas decido hacer algo más casero y disfrutar del monte de Boadilla y el encinar. ¿Porque?, simplemente porque están prohibiendo circular por las sendas y quiero disfrutar de las que aún no están prohibidas. Me lo he pasado increíblemente bien, una mañana de bici de disfrutar, sin tiempos, sin ritmos, sin vatios. Solo la naturaleza y la bici, que más se puede pedir a una mañana de Domingo.

Con claro oscuros he conseguido superar una semana de entrenamiento, no muy buena pero si divertida. Al final esto es lo que cuenta, divertirte entrenando, tu objetivo no es más que el día en el que te toca disfrutar toda lo sufrido en estas semanas. Al final de todo como dijo Robin Sharma en el monje que vendió su Ferrari, Las recetas rápidas no funcionan. Todo cambio duradero requiere tiempo y esfuerzo. La perseverancia es la madre del cambio personal. » tiene algunas frases buenas pero no termino de gustarme el libro.