No existe pasión más poderosa que la pasión de la pereza.
Samuel Beckett
Levanto la vista y veo a Mass el primero, marcando el ritmo, subiendo como si no le costase los primeros metros del insufrible Calvario, a mi lado Cristian comienza a sentir lo mismo que yo, esto hoy no funciona. Subimos en silencio, sentimos que nuestro corazón quiere sentirse vivo pero nuestras piernas marcan una línea plana pidiendo esa descarga de animo que las hagas resucitar y nos marque el pulso de la jornada.
Una vez más estamos perros, mis planes de ruta larga se habían frustrado, tenía una entrevista de trabajo el lunes y no quería llegar destrozado. Decidimos salir a Rodar y reírnos, buscar un poco la alegría de la bicicleta con lo que más nos gusta las bajaditas, por lo que teníamos que subir hasta lo más alto y decidimos asaltar la Bola, ya que Cristian no la conoce. Claro que como diría unos minutos después “… tampoco tiene porque ser hoy el día de conocerla, total no se va a mover.” Habían dado un día entre sol y nubes, menos mal que solo tenemos sol que sino nos helamos, la subida nos hace entrar en calor y maldecir cada una de las piedras que están desparramadas por el calvario, ya podían “arreglarlo” como el Smith. Esta vez no lo subo completo, me derrapa la rueda un par de veces y tengo que poner pie a tierra, mientras Mass se aleja de mi riéndose a carcajadas en el tramo más empinado de toda la subida, afrenta por la que tome venganza subiendo con más pena que vergüenza y a cámara lenta el rampón de hormigón de las escaleras.
De lejos suena el pitido del tren que parte hacia cotos, reponemos agua en la fuente, Isra nos cuenta que el Martes mientras cogía agua en este punto no se percato que la fuente tiene un caño que vierte sobre un pilón y un rebosadero del pilón que cae a un sumidero del suelo, pues cuando se puso a llenar su bote coloco la zapatilla debajo del caño del sumidero sintiendo un agradable fresquito en su pinrel, quiero aclarar que la temperatura del martes en el puerto a esa hora era de 2 grados.
Al llegar al puerto el aire es moderado, pero la sensación de frío intensa. Decidimos no subir a lo alto de la bola por razones climáticas, jejeje. Pero tampoco queremos traicionar nuestros principios de bikers duros, de pelo en pecho y tomamos la solución salomónica, subir el alto de las cabrillas y bajar por la tubería.
La subida se me atraganta aún más que el calvario, la verdad es que en estas últimas semanas le estoy dando más a esto de comer que de montar y los kilos cantan más en las cuestas que los kilómetros que no haces por lo que llego medio ahogado a la cumbre. Foto de rigor y a disfrutar del fantástico sendero de la tubería y su variante. Cada vez que me pongo a bajar tengo que esperar a la primera zona técnica para ver si hoy tengo el día bajador o no, la paso y de lujo, hoy tengo el día descender, por lo que pillo a Mass que había salido antes y me hago del tirón toda la bajada hasta el giro de la variante en la que nos encontramos con tres abuelotes que están sendereando por la barranca.
Quiero hacer un inciso en este tema porque me encanta ver a personas mayores disfrutando de la montaña, no se porque me vi reflejado en ellos, podíamos ser cualquiera de nosotros dentro de 30 años en mitad de una kdd. Dos de los vejetes se les veía con menos edad y mas ágiles mientras un tercero había decidido volver sobre sus pasos, se le veía más torpe, mas mayor, le temblaba la mano mientras cogía las llaves del coche que uno de sus compañeros le daba por si tenía que esperarles a que ellos bajaran de la bola. Mientras le daba las llaves le decía “… no corras que nos sacaras más de una hora hasta que nosotros bajemos” y el hombre mientras cerraba con sumo cuidado la cremallera del bolsillo me mira y me dice “… no sabía yo que las bicicletas tenían ahora frenos de disco” yo creo que cuando ya tienes una cierta edad, o mejor dicho la tienes toda, el mundo te la suda. En su mirada puede ver felicidad por estar donde estaba y hacer lo que hacia, solo le falto decirme “ … me bajo para no ponérselo fácil a la parca, si viene que me pille más abajo y que se joda” me encanta su forma de ver la vida, la mayoría suelen decirte quien pillara tus años, y cuando les dices “… Quien llegara a los suyos como esta usted”, suelen sentarse y soltar un “… jodio hijo, jodio”.
Dejamos al abuelo decano de los senderistas y me lanzo a disfrutar de un descenso como hacía tiempo no lo vivía, no encuentro un solo paso que dude o note peligro, tengo el alama en paz y una sonrisa que me une las orejas. Decido regalarles a mis compis un trozo de sendero que no suelo hacer nunca que voy con gente, solo cuando voy solo, disfrutamos de lo lindo terminando en la fuente de la campanilla repostando agua.
Nos cruzamos con un grupo de bikers que anda buscando la senda alakan, le orientamos y le decimos que nos acompañen, les doy las instrucciones para no perderse ni caerse, pero uno de ellos no las comprende y se da con la primera piedra que sobre sale del camino dando una espectacular vuelta de campana sin consecuencias. Terminamos el descenso y nos despedimos de nuestros breves compañeros de ruta para terminar bajando a la fonda real por un sendero maravilloso, corto sufrimiento de ascensión por asfalto para terminar rodando por una gran sendero disfrutón que nos devolverá a cercedilla al inicio de mi odiado Calvario.
Como es pronto las 13:30 nos vamos a tomar algo al pueblo terminamos la ruta con la mejor compañía que podíamos desear, mi ninfa Nines con un amigo Catalán.
Este año esta gran mujer ha recorrido más kilómetros que el baúl de la Piquer y el resultado es una paz y una libertad en su mirada que te deja maravillado o parafraseando a Jose luis Borges “Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única ”.
Estoy contigo en lo referente al Calvario: ya lo podían arreglar! La próxima vez subo por carretera. Y lo de hacerse las cabrillas de bajada del tirón con esa tubería con lo que patina y el último tramo pedregoso… mmm eres un buen descender…
Vaya paisajes que regala esa zona!!!
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Pablo yo bajo por la variante no por la tuberia completa que da al mirador de las canchas, ese tramo de piedras si el que creo para mi imposible.
La variante es mucho más disfrutona, divertida y te deja muy cerca de la fuente de la campanilla.
Ademas ahora esta la senda de la tuberia de lujo para bajarla, es como una autopista jejeje.
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Si es que te conoces cada recoveco de la sierra. No, creo que yo no conozco esa variante…
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Esta noche cuelgo el track para que veas donde esta.
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