Estoy pensando que… Podría de pronto abrir las alas, volar fuera de esta silenciosa prisión, reír en la cara de mi carcelero y, junto a ti, empezar a vivir de nuevo.
Forugh Farrojzad
Mi madre siempre me hace la misma pregunta, ¿Porque te metes estos madrugones los fines de semana para ir a montar en bici?, no se lo puedo explicar. Hay sensaciones que tienen que ser vividas y para poder disfrutar del ciclismo en su plenitud primero hay que pasar una serie de etapas que pocos muy pocos logran superar.
Muchos han encontrado en los segmentos, tramos de subidas o bajadas que gracias a los gps registran un tiempo y te sitúan en el universo ciclista, su motivación para entrenar, cuidarse y pasar la semana a la espera de volver a medirse contra el crono.
Yo se que soy Top, siempre que me busco suelo estar en el top 10, en esa última pagina donde reinan los mejores, los que somos capaces de rodar mirando más el entorno que una pequeña pantalla. Yo he quitado los avisos, ya no hay alarmas, hay sensaciones, por primera vez en estos últimos años vuelvo a ser feliz sobre una bici, a tener ilusión al comenzar una ruta, vuelvo a disfrutar sobre una bicicleta.
He quedado con JJ en Guadalix de la Sierra, como siempre que no conocemos una sitio buscamos por Google maps donde parece que se puede aparcar bien y no fallamos siempre elegimos el lugar del mercadillo, el día del mercadillo. Pero como hace un día perruno apenas hay puestos y podemos aparcar bien. Al sol se esta de lujo y con las primeras pedaladas parece que vamos a disfrutar de un gran día de bici. La ruta comienza subiendo hasta Miraflores, subida agradable para entrar en calor del todo y que las piernas comiencen a tomar temperatura. Pero al llegar a Miraflores nos damos cuenta que tenemos un compañero de ruta indeseado, el viento.
Fuerte y gélido nos va dejando helados poco a poco, si el tramo entre Miraflores y Bustarviejo tiene ya de por si su gracia propia, el viento le de ese punto de ternura para pillarle amor a la subida. Pero a mi este tramo me encanta, me encuentro bien y lo disfruto, apenas hay tráfico, las montañas nevadas al fondo y en la cuneta de vez en cuando nos encontramos con gran cantidad de nieve y algo de hielo. Coronamos el punto más alto de la ruta y nos disponemos a disfrutar de una larga bajada hasta Torrelaguna pero el viento nos mata todas nuestras ilusiones, en la primera curva casi me voy al suelo y manillar me va metiendo unos latigazos tremendos. Bajamos con mucha precaución y en ocasiones tenemos que pedalear contra el viento en plana bajada para lograr avanzar.
La zona de la cabrera apenas la tengo explorada, ni con la gorda ni con la flaca y mientras voy luchando contra el viento mis pensamientos se van a los senderos que van paralelos a la carretera, me dan ganas de meterme con la choni por ellos, pero se va a setas o se va Rolex.
Somosierra y la Sierra Cebollera se muestran espectaculares, si no fuese por el viento seria una salida espectacular, bajo un cielo azul de invierno infinito con las montañas nevadas de fondo. Bajamos hasta Torrelaguna por que queremos seguir el Track dibujado a pesar de saber del desvío para bajar el cruce de la carretera de la trampa.
JJ me ha prometido que no la subimos, que ha una carretera que lo evita, pero al llegar al giro no esta la carretera y si una especie de pista. Se ríe y me pregunta que si nos damos la vuelta, pero estoy disfrutando del día, del paisaje de la bici y de la compañía, por lo que tiramos para arriba ya que no la había subido nunca y alguna vez hay que perder la virginidad.
La subida es dura, muy dura para un globero como yo pero se disfruta a tope con sus rampas al 12%. Cuando llego arriba me esta esperando JJ, su cara es un poema y me dice que esta alto de pulsaciones, que se la ha subido entera y pensaba que no era capaz. Los dos somos pura ilusión en esto de la bici y pueden mas nuestras ganas que nuestras piernas, pero esta hemos podido y ya sabemos donde hay una subida divertida, a mi me ha gustado. La pena es que repetimos un tramo pero la verdad no importa ya que la carretera que baja de Valdemanco a Cabanillas es una pura delicia.
Terminamos Tarde, más tarde de lo esperado, terminamos con más kilómetros de lo esperado y con más desnivel. Se que el domingo la ruta me pasará factura, pero como dijo uno de los grandes pensadores a los que admiro y de los que aprendo Henry David Thoreau El costo de una cosa es la cantidad de aquello que yo llamo vida, necesaria para adquirirla, ya sea a corto o a largo plazo. El tiempo de la ruta de hoy valen sus segundos oro o mejor dicho cinco días sufriendo en atención al cliente.