Desgraciado del que se desorientara en el laberinto infinito de las grutas paralelas y ramificadas que suben y bajan; tendría que tomar la resolución de sentarse sobre un banco de estalagmitas, y contemplar cómo su antorcha se apagaba lentamente, lo mismo que su vida, si tenía bastante resignación para no morir desesperado.
Élisée Reclus
Al despertar ya comienzo a darme cuenta que algo ha cambiado en el verano, tengo que cerrar la ventana ya que siento frío. Pongo en la bolsa de la bici los manguitos, un chaleco y mi inseparable chubasquero, da igual puede que la ruta sea a 40 grados al sol yo siempre cargo con mi chubasquero. Al salir del garaje de casa la luz esta mas apagada, hay nubes y según me voy acercando a Guadarrama estas cada vez son mayores y el cielo lejos de despejar se va cerrando cobrando un color cada vez más oscuro, y es cuando me doy cuenta. He quedado con los dos mayores gafes para el tiempo que he conocido en mi vida Totapillao y Jack Randall, lo mío es fe o hacer que los franceses tengan razón.
Con Jack Randall a costado pero este año hemos salido un par de veces pero con Tota es como si el universo se encargase de separarnos de evitar que podamos rodar juntos, si el puede yo no, si yo puedo el no, si yo estoy bien, el se cae, cuando el se cae yo me recupero. Pero esta vez nos ha dado una oportunidad y no quiero desaprovecharla quiero redibujar un rutón, corregir errores de la primera edición y dejarla una señora ruta bien diseñada.
Salimos tranquilos, cuando se sale conmigo y en subida no queda otra, yo pronto dejo de hablar, Tota y Jack son dos malas burras que han terminado el soplao, en sus piernas esta la gloria de pasar por una meta que se me resiste y ya estoy demasiado viejo como para volver a intentarlo. Un corzo nos vigila de lejos, la subida por pista se agradece ya que hace frío, un punto menos de frío de salir modo manguitos chaleco y me quedo con la definición de Tota, “ … tengo los pezones que voy a rasgar el maillot” lastima no sea bella ninfa ciclista.
La pista nos deja calentitos y listos para una bajada divertida por el Collado de la Gasca hasta enlazar con la cañada real Leonesa donde el cielo comienza a descargar agua, en modo simbólico pero que al final dejo el terreno con un flow genial con las piedras y raíces en su punto divertido.
Tomamos la senda de la peña del águila para disfruta de una vertiente maravillosa de la sierra madrileña, se respira paz, se disfruta del verde y de la humedad de la montaña. Como quiero corregir un trozo de track pagamos el tributo de cargar con la bici unos metros una trialera de bajada, Tota ya se lo huele, y me mira como diciendo no estaremos otra vez haciendo la ruta al revés, mata una gato y te llamarán Matagatos. Pero esta vez no, esta vez el sacrificio tiene su premio con la entrada por la puerta grande el ingeniero, a una de nuestras mejores sendas y a disfrutar con una sonrisa de oreja a oreja esta maravillosa vereda que la lluvia la ha dejada simple y llanamente perfecta, pero nos dura poco y a la altura de Peña Morena nos toca sufrir de nuevo la subida, pero por una vereda preciosa que cuando en invierno hay niebla es de autentico cuento de hadas. La pendiente en esta en zona es generosa, Tota sube como un tractor y le va siguiendo Jack con su doble a la que empieza a sacarle el jugo en la montaña. Poco a poco el paisaje se va haciendo más intimo, el silencia reina en el grupo, cuesta cada pedalada y la vereda se torna senda. El paraje es idílico para los que adoramos la montaña, árboles caídos y el track bordado en la pradera para seguirlo, para disfrutar subiendo entre rocas, pinos y arroyos hasta llegar al collado de la gargantilla en la en donde enfilamos la subida a cueva valiente, voy cansado y me cuesta hacer dos cosas a la vez pensar y pedalear. Tota y Jack dirán que pete y por eso me Salí de la pista subiendo, pero no hagáis caso de las malas lenguas, fue por culpa de Tota que le surgió una duda, típica de cuando vas en ruta, preguntándome el número atómico del Uranio. Evidentemente me Salí al dudar si era 92 o 82, pero bueno tras poner pie a tierra le puede responder correctamente es 92.
Tras el pequeño incidente y ver como se van descojonado los dos cuesta arriba yo llego casi hasta el desvío sin poner un pie, a mi ritmo, lento pero seguro.
Las subidas se me van agotando y va siendo hora de cambiar de palo, toca bajar y bajadas de las buenas, la primera que nos deja en el collado del hornillo Tota la disfruta como un niño mientra Jack y yo la negociamos como podemos, que lejos estoy de los buenos tiempos. Pero terminamos contentos ya que la última parte la hacemos del tirón. En el collado nos esperan unos caballos juguetones y un chirimiri que a modo de spray nos refresca y se agradece. Nos queda una última subida en la que pronto hago pie y veo como Jack me pasa con una sonrisilla mientras disimulo con una corteza del árbol que me gusta su forma y decido pararme para disfrutarla bien, que poco aprecio tiene a estos detalles de las rutas.
Una vez coronamos hasta la bajada de la salamandra ya es todo una orgia bajadora, un desenfreno de barra libre de pastilla de freno que disfrutamos por una senda maravillosa que va de muy pedegrosa a que lindo es el sendero del señor. Pasar una valla y disfrutar de un trozo del GR-10 y un mejor lo hago a pie que esto me da la risa pero en tramos muy divertido hasta llegar a la pista en donde las trialéras son más humanas, mas divertidas y mucho mas cerradas ya que la de crato la haces por instinto ya que es justo el ancho del manillar entre las jaras.
Y terminas en sendas rápidas para un fin de ruta apoteósico. Creo que es una de las mejores rutas de la sierra ya que lo tiene todo, solo hay que ver las caras de felicidad de mis compañeros, han terminado satisfechos, hemos terminado en hora y tan solo nos queda desear que no pase otro año y pico hasta que nos volvamos a juntar.
Tendremos que hacer caso a Epicteto cuando dijo Si quieres no frustrar tus deseos, tú puedes: sólo desear lo que depende de ti.
Buena ruta. Me alegro de que las jaras no cierren el paso de los senderos pero me falta por saber si encontraste al fauno o sigue siendo tan esquivo?
Saludos
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