“En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza, y, al acostarnos, pensemos que amanecerá.”
(Noel Clarasó)

Ayer me llamo Isra a última  hora de la noche y sus primeras palabras tras escuchar mi voz fueron “… estas triste.” Y tiene razón, últimamente voy un poco sin rumbo, sin objetivos y no tengo nada claro. Justo cuando me pensaba meter en la cama el reloj se ponía en la hora mágica las 0:00 un nuevo día comienza, para mí el número 14.466 y para celebrarlo unos fuegos artificiales iluminan el trocito de cielo que desde mi terraza puedo disfrutar.

Lo se soy un Friky por calcular los días que llevo vividos en este mundo, pero veréis muchas veces los pequeños detalles pueden hacer que un día valga realmente la pena y te dibujen una sonrisa en la cara o te den un poco de esperanza y ese pequeño detalle que a mi me a llenado en este día ha sido el amanecer que veis en el comienzo de la crónica, una foto tomada con el móvil que quería guardarlo en mi blog, para hacerle a este día un homenaje especial, porque se que cuando este triste siempre recordaré que podré volver a encontrar amaneceres como este y en sitios fabulosos.

El resto del día transcurrió de forma normal, y eso ya es triste, con lo caras que están las horas en esta vida, sabéis que desde que nací solo he vivido 2.068 fines de semana, me parecen pocos o los he administrado muy bien.

Este día como ya he dicho quería que fuera especial, así que junto con mi amigo Suguss

nos hemos marcado una rutita por el sur, le debo mucho a la bici y ella tenía que ser también protagonista. Hemos rodado tranquilos,

charlando queríamos ir a Brunete pero le he liado a Suguss y cuando ha querido reaccionar estábamos tomando la rotonda del Tres Aguas. Al final hemos rodado por las pistas que están entre el centro comercial y la ciudad financiera, que curioso entre donde guardamos el dinero y lo gastamos, esta el patio de juegos donde disfrutamos, la verdad es que por mi me quedaría en ese limbo de rodar y rodar, libre hacia donde la curiosidad me lleve. La misma curiosidad que nos ha llevado a descubrir una bajada pistera entretenida que nos ha dejado en la urbanización de las lomas sin tocar carretera, a intentar cruzar el río

Guadarrama, topándonos una y otra vez con sus verdes aguas, A disfrutar de senderos que han perdido su traje verde de los domingos lluviosos de primavera para lucir su piel desnuda tendida sobre un manto de paja, a descubrir como la madre naturaleza ha abrazado un sendero divertido junto a la valla del campo de golf demandado lo que es suyo y privándonos de un recorrido muy divertido, a compartir una refresco en Villaviciosa mientras vemos como una nube deja caer una cortina de agua sobre el trayecto que pretendíamos tomar y que al final la madre naturaleza no nos ha dejado hacer, a disfrutar de un atardecer precioso regado por unas gotas que nos han sabido a gloria para aliviar el calor.

Con esta crónica tan solo he querido hacer una homenaje a un día que ha querido que yo no lo viviera triste y le doy gracias porque lo ha conseguido, he consumido mi día 14.466 de una forma plena y feliz desde su amanecer a su atardecer, no se los que me quedarán espero que muchos, pero me he dado cuenta que merece la pena luchar por cada uno de ellos y dejar en cada uno de ellos lo mejor de nosotros y si es con una sonrisa mucho mejor.