“Pero los años me han enseñado que no se convence más que a los convencidos. Pretender apartar a las gentes de sus gustos, de sus inclinaciones naturales, para acercarlas a nosotros, es tan estéril como renegar de nosotros mismos para borrar la distancia que nos separa de tal o cual ser.”

Victoria Ocampo

Mientras escribo esta líneas en mi cuaderno de notas estoy metido dentro del saco de dormir y siento como el viento golpea con fuerza la lona de la tienda, me parece irónico dado  el calor que he sufrido durante todo el día ha sido horroroso.

Esta aventura que he comenzado no ha tendido un buen principio, a primera hora de la mañana al revisar la bici me encuentro con la rueda delantera pinchada y las pastillas de freno traseras totalmente gastadas. Reparo en el curro las averías y al completar la jornada laboral con todo preparado me voy a Becerril en donde pienso dejar el coche, Como salir en plena operación salida tiene sus riesgos, voy de atasco en atasco, en uno de ellos me encuentro con Suguss, para que luego digan que Madrid es grande.

Como tarde, me quedo un buen rato de sobremesa con mi madre, no le hace gracia que haga estos viajes en solitario por la montaña, cosas de madres. Sobre las 17:30 empiezo a dar mis primeras pedaladas, salgo de Becerril en busca del sendero de la Renault, según paso la puerta  me llama Jack Randall para quedar y acompañarme un ratillo por el Escorial y Abantos.

Tenia la ruta diseñada para salir a las 15:30 por lo que tengo que acortar gran parte del recorrido, es una lastima la idea que tengo para recorrer esta ruta tiene gran cantidad de senderos y trialeras que veo solo serán posibles completarlos si lo haces en uno o dos días más.  Recorro el sendero divertido de la Renault y la bajada disfrutona de collado a alpedrete, en la que tengo que ajustar dos veces el portabultos ya que me golpea con la rueda tras lanzarme por algunas zonas técnicas,decido acortar recorrido por el camino del camping que sale de Villalba, meto la directa y en nada me encuentro frente a la carretera del Escorial lugar en el que he quedado con Jack Randall.

Las sensaciones que tengo sobre la bici no son buenas, la mochila pesa demasiado y me esta fastidiando la espalda, amen de empezar a notar que el culo me va a dar problemas. Esta vez me he pasado con el peso, quiero portar todo lo necesario para 2 días en autosuficiencia. Entre Villalba y el camping del Escorial me cruzo con varios bikers, les saludo pero no me entienden, supongo que un tío en bicicleta educado es un ser raro por estos lares, me cruzo con una banda de adolescentes tipo verano azul, ruedan con chanclas y su toalla al cuello, me fijo en los últimos bikers del grupo, son los únicos que no van con sus pechos al aire, son dos chicas que lucen bikini con generosas dotes reproductivas y una de ellas porta su móvil entre sus pechos, cuando lo veo pienso, ya podía sonar y estar en modo vibrador,jejejeje.

La carretera hacia el camping del Escorial esta transitada, se nota que es fin de semana y los urbanitas huyen del calor capitalino. Me reúno con Jack Randall y juntos recorremos el pestoso tramo de carretera hasta que podemos desviarnos en el pinar para subir  la pestosa pista asfaltada que me conducirá hacia el camping de pegueritos. Paramos en el mirador para hacernos unas fotos con el monasterio del Escorial de fondo, mientras posamos oímos como están manteniendo una interesante conversación de cómo ponerse un pirsing en el labio, dejamos a la pareja de chicas hablar de sus cosas sin aclarar que labios son los destinatarios del pendiente para centrarnos en nuestra conversación, esta semana ha sido muy triste ya que varios incendios forestales han arrasado vidas y hectáreas de inmensa belleza, cuando rodamos por la falda desnuda de abantos me dice Jack que han pasado ya 10 años del incendio en esta zona  y esto va despacio, pero lo peor es que  la especulación inmobiliaria esta a las puertas de urbanizar lo que por derecho le corresponde al bosque.

En la fuente me despido de Jack que mira mi mochila con recelo y el no se ve doce días así para hacer la transpirenaica junto con Pantani y Gori, que pereza.

Continuo ascendiendo solo, me toca afrontar las rampas más duras de este puerto. El culo ya me molesta, me pesa hasta el alma y tengo que buscar muy dentro de mi una frase que me diga “ animo que esto es lo que te gusta”, pero claro supongo que sería lo mismo que pensaría el presidente de FIA mientras atado a una cama recibía fustazos de una generosa teutona.

Lo peor de todo es que el jodio puerto de abantos no termina en la puerta en la que siempre paramos a tomar algo, no que va, este continua subiendo y subiendo con un paisaje como telón de fondo hacia la sierra de Credos espectacular, pero en subida, con lo bien que se disfruta el mismo paisaje llaneando. Unos dos o tres kilómetros después y tras unos cuantos sudores, jadeos y maldiciones  corono el puñetero puerto con su cartel y entro en la provincia de Ávila. Con el cambio de provincia he cambiado también el asfalto siendo este mucho agradable de rodar. Me hubiese gustado pasarme por el mirador de la Cueva Naranjera para sacar unas fotos al atardecer pero mi ritmo globero de subida no esta para estos lujos cuando la noche me recorta la luz en cada giro de la carretera.

Sobre las 21:30 llego a mi destino, el camping de Peguerinos, un sitio maravilloso en el que tras ducharme y cenar he podido contemplar una noche estrellada y una luna vigilante, mañana será otro día y valorare si merece la pena seguir con esta aventura.

Track de la ruta

El track corresponde a la ruta completa de los dos días.