“Entre todas las alegrías, la absurda es la más alegre; es la alegría de los niños, de los labriegos y de los salvajes; es decir, de todos aquellos seres que están más cerca de la naturaleza que nosotros”.

Azorín

Cuando menos te esperas algo, mas sorprendente es su resultado, la verdad es que no esperaba que la ruta que habíamos propuesto tuviese algo de aceptación pero al final nos juntamos un buen grupo, muy homogéneo con ganas de pasar un buen rato sobre la bici.

La fuente del cura es un lugar de reunión habitual de bikers que salen desde este lugar para subir a la Morcuera y luego disfrutar de bajadas para todos los públicos, la verdad es que para mi la zona de Morcuera es una gran desconocida ya que he rodado contadas veces y las pocas veces que la he recorrido siempre he subido por el mismo sitio. Esta vez Mass me propones subir por un sito diferente que nos acorta en distancia pero nos castigara algo más las piernas. Ascendemos hacia el embalse de Miraflores por una pista en la que agradecemos su sombra y apenas son las 10:30 de la mañana, en nada llegamos al embalse, el pobre ya sufre una hemorragia de agua brutal y se nota que ha bajado de forma brutal el agua embalsado en el. Continuamos ascendiendo por una pista, más empinada y más rota que la anterior. Robertaguilera esta sufriendo como nunca, se ha quedado dormido y le esta constando mucho coger ritmo, teniendo que poner pie a tierra en numerosos pasos. La pista nos deja en un sendero que se pierde en una pradera, lastima que esta abrasada por el calor de estos días ya que de fondo montañoso precioso para una foto. La pradera nos conduce a un sendero muy técnico que de seguirlo nos dejaría en la pista que sube de la fuente del cura, pero optamos por empujar la bici y buscar la pista bajo el cobijo de los pinos y su agradable sombra, el calor va a ser hoy nuestro peor enemigo.

Una vez en la pista nos cruzamos con algunos grupos que han salido a la par nuestra pero por el camino tradicional, se les ve que su ritmo de ascensión es más fuerte que el nuestro por lo que hemos ganado mucho por el atajo de Mass, que luego te me quejas de que te reconozco las cosas que me enseñas. La pista nos deja en la carretera M-611 única opción cicladle para coronar la Morcuera, ya que la trialeras que nos dejaría arriba tiene una inclinación y un firme brutal. Un grupo de bikers con protecciones esta coronando la Morcuera cuando Mass y yo alcanzamos la cola de su grupo, en el sube una chica que se esfuerza por mantener el ritmo de sus compañeros, me da la impresión que es de esas mujeres que se esfuerzan por ser uno más en el grupo y no quieren que se la mire como una mujer sino como una compañera, ojala hubiese más mujeres así practicando este deporte, a un kilómetro de la cumbre la paso, mira para atrás y veo que estoy sacando mucha distancia a Mass que va detrás de ella, aflojo y cuando estamos a menos de 200 metros de la cumbre, la tía baja piñones y me mete un palo, como voy muy entero bajo dos y me pongo pedaleando a su altura, los dos de pie sobre nuestras monturas, puedo pasarla sin esfuerzo, me mola ver como quiere demostrar a sus compañeros que nos esta dando un palo, y no bajo más piñones, ella baja uno más y me saca una rueda, bajo dos y me pongo muy por delante, se pone de pie y la dejo seguir algo más adelantada, me mira, se ríe y me dice,” ..Yo me quedo aquí”, puedo jurar, que de ella solo me fije en su preciosa sonrisa, y lo único que siento es no poder haberla visto bajar, que seguro es una fiera.

Nos reunimos en la fuente para reponer agua y fuerzas tras la subida, breve descenso para buscar el refugio y bajada por la pista de la cascada del purgatorio hasta el área de las presillas, en esta bajada disfrutamos de bellezas en bikini para alegría de Amato que decía que el no veía nunca tías tan buenas como las que yo relato en mis crónicas, esta vez va bien servido ya que algunas rezumaban pura seducción. En rascafría nos regalamos una cerveza con limón bien fría y continuamos viaje esta vez llaneando por una pista espléndida, bien señalizada que comunica todos los pueblos del valles del Lozoya.  Pasamos por oteruelo del valle, Alameda del valle y Pinilla del valle, es la hora de comer y el calor aprieta, vamos buscando una puerta que nos de acceso al embalse de la Pinilla, vemos una puerta y una biker bañándose en el embalse, uno árboles con una hermosa sombra nos invitan a relajarnos un buen rato, la chica nos mira asombrada y nos dice que porque hemos cargado las bicis por encima de la valla cuando tenemos una fantástica puerta frente a nosotros, madre mía en un día de calor nos ponen un pantano, dos tetas y ya ni vemos. Comemos tranquilamente mientras nuestra sirena bikera se da un buen baño y nos metemos en el agua, para darnos un chapuzón, por lo menos roberaguilera y yo, el resto solo las patitas como las abuelitas.

Tras el chapuzón retomamos la marcha hasta el puente romano del Congosto en donde nos quedamos maravillados de cómo el agua del Lozoya ha esculpido las rocas formando unas pozas tentadoras y unos rápidos cantarines. El calor aprieta de lo lindo y los árboles se refugian en las parcelas dejando la pista al descubierto para que el sol se cebe con nosotros.  Al llegar al pueblo de Canencia vamos buscando una fuente donde cambiar nuestros caldos por agua cuando menos templada, un joven preciosa, tenia una de esas caras con toque de ángel, nos indica donde esta la fuente y la maquina de coca colas. El lugar no podía ser otro que la plaza del pueblo, en donde asaltamos la maquina y nos refrescamos en su fuente de agua y esta vez si fría. Una vez refrescados nos metemos de nuevo en faena, toca subir un puerto y bajar hasta el coche, al salir del pueblo de canencia veo la posibilidad de subir por pista en lugar de por carretera como tenia pensado, Mass se me hace el remolón diciendo que por la pista tendríamos unos rampones de infarto, pero la veo tan fresquita, el firme en tan buen estado y la carretera tan al sol, que no lo dudo, todos por la pista. Y que acierto, una subida muy cómoda, con alguna rampa dura pero con descansos generosos, se sube muy cómodo por un entorno maravilloso de pinos y helechos. Al coronar Canencia se tiran a por la primera fuente que ven, están secos, le digo que es mejor la otra la del “chochete” pero nada ellos solo quieren agua, agua, agua. La ruta toca a su fin tenia la opción de bajar por trialera pero les veo muy cansados y agotados por el calor por lo que opto por bajar por carretera hasta Miraflores.

La ruta me ha gustado muchísimo y estoy seguro que si la vuelvo a recorrer en primavera u otoño,  el paisaje me tiene grandes sorpresas preparadas.

Track de la Ruta