«Escoger un camino significa abandonar otros. Si pretendes recorrer todos los caminos posibles acabarás no corriendo ninguno.»

Paulo Coelho

Esta vez hemos puesto los despertadores y con la fresca montamos las bicis en el coche para subir hasta Santa Cruz del Valle que esta muy cerca del camping pero también esta muy alto. Aparcamos en el pueblo y descubro que no he cargado el track de la ciclomontañada y en su lugar tengo cargado el del sendero de las cinco villas, así que de perdidos al río y decidimos recorrerlo.

Para nosotros el sendero comienza alto jejejeje por lo que nuestras primeras pedaladas transcurren por un sendero o camino carreteroque su firme esta “empedrolado”, menos mal que esta todo seco sino seria imposible bajar con seguridad sin comprarte una parcelita en la senda, la bajada es rápida y divertida pero extremadamente corta. Dirigimos nuestras ruedas hacia Mombeltrán que nos recibe con un alfombra de hormigón y una rampa similar en pendiente a las de subir los montones pero algo más sostenido. Un vejete de la zona se sonríe al vernos subir y nos anima señalándonos el final del tormento. Visitamos las afueras del castillo y recorremos sus calles, me gustan estos pueblos por la calma de sus calles, porque el tiempo se anclo en sus terrazas que continúan luciendo los geranios rojos a reventar,  lejos de modas de todo a cien o experimentos nórdicos tipo Ikea. Porque tienen aroma a tahona y puedes ver a los vecinos llenando sus garrafas de agua en al fuente del pueblo, viven a otro ritmo, con otros compases, sin lugar a duda una melodía o forma de vida que no me importaría vivir.

El sendero esta perfectamente marcado para que cualquier persona pueda seguirlo sin perderse con una información, clara, concisa y suficiente para disfrutar de este maravilloso camino.

Salimos del pueblo y un perro esta tumbado al sol en mitad del camino al vernos se levanta con una parsimonia impresionante, da una paso cada diez segundos, nos recuerda a nuestro amigo Jack Randall jejeje, humor negro amigo. El camino es muy pendiente subiendo entre cultivos de vid, olivos y cerezos, con cada giro del hormigón piensas que aparecerá una llano con el que poder recobrar el aliento, pero no, es una sucesión de subidas a cual más pendiente y con variedad de terrenos, incluido el trialero, en uno de los giros levanto la vista y veo como la subida se pierde en el azul intenso del cielo, no me cabe la menor duda que si al cielo se pudiese subir en bicicleta las primera pedaladas las das por este pueblo.

Una de las ventajas de esta senda es que esta viva, tiene un gran transito de senderistas en ambos sentidos dándole alma al recorrido.

La subida desde Momentrán termina en un autentico vergel, una delicia para los sentido que te carga las pilas para  dirigirte en ligera bajada hacia cuevas del valle, antes de bajar Pantani esta cansado de darle a la bomba ya que su rueda trasera pierde y la delantera gana, jejejeje … joer chiste malo y viejo. Pantani es un ser especial tan especial que es capaz de sustituir una cámara pinchada por otra pinchada también pero con el agujero más pequeñito, bueno es un consuelo.

En Cuevas del Valle reponemos el agua a las mochilas y nos tomamos unas barritas, la ruta nos manda a lo alto del pueblo, pero como nos conocemos como se las gastan en estos pueblos con las subidas preferimos no verlo y continuar por la marcas del sendero de las cinco villas.  La senda sube un poquito y nos encontramos con un mirador y un altar de sacrificio en el que nos dedicamos a sacar fotos moñas.

En una bajada rápida y trialera Pantani vuelve a pinchar y tenemos que reparar.

Tras las manualidades mecánicas entramos en  San Esteban del valle, nos cruzamos con una senderista bien pertrechada para esto de andar y sobretodo muy ajustadita algo que se lo agradecemos. Pasamos frente al monumento a la cabra de Gredos y mientras que el track nos manda por la derecha veo que por la izquierda la cosa mejora, al salir del pueblo vemos que la senda original “trepa” para ganar nuestra altura, le digo a Pantani que le he ahorrado una subida y un senderista que termina de subir por ella apostilla “… y de las buenas” estamos en crisis y todo lo que es ahorrar se agradece.

El tramo que va desde San Esteban del Valle a Santa Cruz del valle es muy bonito, con un paisaje impresionante, la senda cierra el círculo por un sendero impresionante que se interna en Santa Cruz del Valle y te deja sobre la plaza de toros.

Ha sido una vuelta entretenida, muy bonita que ha merecido la pena, nos ha gustado pero no tengo perdón de Díos me quedo con las ganas de la bajada trialera de la ciclomontañada, pero bueno esta zona nos ha cautivado y seguro que volveremos.

Track de la ruta