Hoy, antes del alba, subí a las montañas, miré los cielos llenos de luminarias y le dije a mi espíritu:
«Cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos?»
Y mi espíritu dijo: «No, ganaremos esas alturas sólo para seguir adelante»

Walt Whitman

Cuando los planes te salen mal y ves que todo te falla, te desanimas y la ilusión por hacer nuevas cosas por emprender nuevos proyectos empieza a apagarse. Ayer se me rompió la rueda de la bici, el móvil funciona cuando quiere al igual que mi coche que arranca cuando el considera que tiene que hacerlo, pero ante tanto negativismo tenia que buscar algo positivo, ver algo de luz y volver a reunirme a solas conmigo mismo así que me decide subir a la cumbre, a las mas alta que tuviese cerca, sin lugar a duda Peñalara, algo nuevo para mi con lo que poder volver a ilusionarme.

A las 9:30 salgo de mi casa, meto la tarjeta en el coche y arranca, si quiere ir a cotos por lo que nos ponemos en marcha, y a eso de las 10:00 ya estoy pateando la entrada al parque natural de Peñalara. El día anterior había cargado varios track uno de ellos el de esta ruta, subo por la empinada cuesta que te deja en el desvío a la laguna, veo que la mayoría de la gente sube por el y casi nadie hacia la cumbre de Peñalara por lo que yo tiro por la pista, tan solo hay una pareja delante mía con una preciosa carabina que ascienden a un ritmo muy similar al mío, tan solo me distancio de ellos cuando para a hacer alguna foto y es que mi alma Bikers tiende a perderse por la zona de la bola y veo sendas y caminos que me gustaría recorrer, veo la loma del Noruego que aún no he bajado, así como el horizonte que me transporta hacia Buitrago de Lozoya y esa zona que es preciosa y tenemos tan olvidada. El camino gira y me deja delante del desvío del refugio de Zabala, no tengo intención de ir así que continuo ascendiendo hasta la zona de dos hermanas en donde ya podemos disfrutar de la vertiente segoviana y tener frente a nosotros Peñalara, desafiante y ahora si ver múltiples cabecitas que suben y bajan de la cumbre, la ascensión es muy tendida y no se me hace nada dura en comparación con la maliciosa por la cara sur que si me resulto mucho mas complicada.

Corono Peñalara y no hay mucha gente por lo que puedo disfrutar de la cumbre, miro el GPS y veo que delante mía esta la Claveles, por lo que me decido ir a visitarla, la ascensión a Peñalara no me ha llenado lo suficiente, no estoy tan emocionado como otra veces. Pero tras dejar la cumbre y dar los primero pasos por los canchales que me conducen a mi siguiente cima, la cosa cambia, el camino se complica teniendo que buscar el paso entre las rocas. Miro a mí alrededor y estoy prácticamente solo, empiezo a sentir la montaña y a dibujar una sonrisa en mi cara.

La cumbre de Claveles es sencilla pero se deja querer la jodia y me encanta su paisaje, tan solo estamos un hombre y yo en la cumbre, mi compañero circunstancial trabaja en su bota con un multiusos mientras yo disfruto del entorno, me hago una foto y hablo un rato con mi acompañante, me dice que la bajada por la laguna es alucinante y que no lo dude que continúe, yo lo tengo claro lo si el lo dice y lo confirma mi track pues adelante.

El primer tramo de bajada es pelín complicado pues se hace entre canchales y como no bajando claveles tenia que verlos, y que claveles, Dos hermosos juntitos, redondeados asomados a un escote que veo desde arriba y disfruto, jejeje, no lo voy buscando es el destino que me pone los pechos siempre a huevo.

Decir que la moza tenía una retaguardia de órdago y que subía como las gatas entre los canchales. Y si los encantos femeninos de la senderista me dejaron embriagado la visión de la Laguna de los pájaros desde la alto es alucinante, mira que tenia ganas de verla y hoy nos hemos conocido, me ha encantado y eso que creo tenia poco agua.

Bajo hasta ella y me refresco la cabeza en sus aguas, la rodeo por uno de sus márgenes y continuo mi ascenso por un sendero precioso que me dajára en la laguna de los claveles, también preciosa. Este paseo me trae recuerdos de mi viaje el año anterior al pico Urbión y la laguna Negra.

Llegando a la zona de las cinco lagunas me encuentro con dos senderistas preciosas, un tanto agotadas, la primera me pregunta cuanto falta para la laguna de los pájaros y le comento que entre 15 y 20 minutos en ascensión sencilla y se la hace un mundo, me señala la bota de su amiga y me dice que se le ha roto, pobre. No puedo hacer nada para ayudarlas en ese tema y como seguro que entenderían mi humor negro me despido de ellas, que se quedan descansando en las lagunas.

Cada vez me cruzo a más gente agotada y nada equipada para ir por donde van pero bueno cada uno con sus pies hace lo que quiere. Delante de mi baja una pareja que han pasado la noche en la laguna de los pájaros, se les ve felices, hablo con ellos y me comentan que ha sido una pasada el vivac con la noche tan agradable y el terreno mullido que apenas necesitaban la esterilla para dormir. Me distancio un poco de ellos para hacer una foto a la laguna de Peñalara, ellos van ya bastante mas adelantados, se para y se funden un beso apasionado mientras su perro labrador se sienta mirándoles, que bonito es el amor, quien pillara una de estas ninfas salvajes que no les importa dormir al raso y pasar un finde de semana loco en la montaña.

Ya estoy metido en un sendero amplio que me baja hacia el cobertizo del depósito. Que lastima que no padamos disfrutarlo con nuestras monturas seria de lo mejor de la sierra, pero entiendo que esta zona es para andar y disfrutar.

Llego al depósito un grupo de viejecitas me pide que les haga una foto, miro la cámara y les pregunto que eso que es, se ríen y me dicen que es antigua como ellas, son una panda de cachondas, posan para la foto y les digo que miren al pajarito, sonríen un poco pero cuando le digo “ a ese no” su sonrisa es amplia por lo que lanzo el clic de la foto, seguro que les gusta, me dan las gracias y termino mi paseo por Peñalara y llego hasta el coche, mi reflejo en el cristal lo dice todo, he recuperado la sonrisa, la montaña me ha devuelto la felicidad.

Y me gustaría terminar esta crónica con un poema del mismo autor que la cita, poema que tendré siempre muy presente.

Carpe Diem! Aprovecha el día,
No dejes que termine sin haber crecido un poco,
sin haber sido un poco más feliz,
sin haber alimentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie
te quite el derecho de
expresarte que es casi un deber.

No abandones tus ansias de hacer de tu vida
algo extraordinario…

No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía
sí pueden cambiar el mundo…

Somos seres humanos, llenos de pasión.
La vida es desierto y también es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte en
protagonistas de nuestra propia historia…
Pero no dejes nunca de soñar,
porque sólo a través de sus sueños
puede ser libre el hombre.

No caigas en el peor error, el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes…
No traiciones tus creencias. Todos necesitamos
aceptación, pero no podemos remar en
contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener
la vida por delante…
Vívela intensamente,
sin mediocridades.

Piensa que en ti está el futuro y en
enfrentar tu tarea con orgullo, impulso
y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte…

No permitas que la vida
te pase por encima
sin que la vivas…

Walt Whitman

Track de la ruta y Galeria de fotos

Mapa de la ruta