Travesia Madrid-Cuenca en MTB

“El propósito de la vida es vivirla, disfrutar de la experiencia al extremo, extender la mano con impaciencia y sin miedo a vivir experiencias más nuevas y más enriquecedoras.”

Eleanor Roosevelt

Levantarse a las 5:30 de la mañana un sábado con la intención de recorrer 240 Km. en dos días y todo porque te parece interesante una ruta que se ha publicado en un libro, es complicado de explicar y más difícil de comprender, pero es algo que intentare plasmar en esta crónica, y si, estamos solteros y sin compromiso, que es lo que la mayoría esta pensando Jejeje.

Un tren a las 6:30 de la mañana sentido a Madrid, es un tren de sueños, de almas que vagan rumbo a su trabajo, entremezclado con los que ya sienten cerca el descanso de la cama tras una noche de farra. Llego a Atocha a las 7:00 y subo hacia la puerta del Sol, el día es frío pero como al final decidí cargar con la chaqueta voy muy cómodo. Mientras el turno de noche de botellón da el relevo al turno de día de los servicios de limpieza, la ciudad comienza a despertar. Llego a sol y me encuentro a Despi reparando su cadena que es larga, por lo que se dispone a cortarla, a su espalda un tipo con barbas, en camiseta corta y descalzo medita en la posición del loto, me fijo y el tío casi levita, bueno vale tirita, pero es lo que tiene meditar frente la kilómetro cero de nuestra red de carreteras en una mañana muy fría, descalzo y en camiseta.

Tras ajustar la cadena de Despi, comenzamos nuestra aventura, Madrid-Cuenca o lo que es lo mismo del kilómetro cero a las casas colgadas. Dejamos la capital por el parque lineal del manzanares, hace fresquito y apenas se ve movimiento por la calle, salvo los perros que sacan a pasear a sus dueños, una vez que nos ponemos paralelos al canal del manzanares, tengo la primera y penúltima avería del viaje, un pinchazo en mi rueda trasera que reparamos velozmente. Los kilómetros se suceden a buen ritmo vamos a 23-24 Km./ hora, Despistado conoce perfectamente esta zona y no necesitamos el GPS para orientarnos. En el carril bici de Arganda entro muy pasado de velocidad, no veo un tocho de los que impiden que entren los coches y bloqueo la rueda delantera, con lo que se levante la trasera como 30 centímetros del suelo, cuando ya me veía comiendo bolardo, suelto el freno delantero y la bici se coloca sola entre los dos tochos ya que se me había girado hacia dentro del carril, de milagro no me meto una leche muy seria.

Continuamos por los carriles bici de la vía verde del Tajuña y del tren de cuarenta Días, Despi tiene continuos problemas con su cadena que salta, nos damos cuenta que son los platos que están mal por lo que hará el resto de la ruta en plato Grande.

En Fuentidueña nos metemos un buen bocata de calamares y una coca cola, vemos que vamos muy bien de tiempo y empezamos a plantearnos el pasar Tarancón.

El campo esta verde y precioso, se alternan cultivos de cereal con tierra labrada, formando un mosaico de color formidable, Subiendo hacia Belinchón me quedo sin agua y paramos para repostar en una fuente con un cartel “ agua no apta para el consumo” pero informados por una lugareña, bebemos con miedo ya que estamos secos.

Continua la subida hacia Tarancón, un rasta se fuma un “cigarrito” al sol mientras su perro más listo disfruta de una buena sombra, y es que el termómetro marca 32 grados, el sol aprieta y la cuesta también. Llegamos a Tarancón a las 15:30, es muy pronto para meternos en el hotel y más cuando tenemos tiempo, ganas y fuerzas para continuar, por lo que tras buscar alojamiento en Saelíces continuamos nuestro viaje.

Tras Tarancón nos espera Ucles y su magnífico monasterio que no servira de parada para tomar una barrita y disfrutar de las turistas, Jejeje quien quiere ver piedras si puede ver carne.

Tras Ucles, llegamos a Saelices, dos cervezas heladas y una tapa de jamón con patatas nos de las fuerzas que necesitamos para subir al primer piso del hostal en donde tras una ducha nos relajamos con las rondas de clasificación para el gran premio de Canadá de Fórmula Uno. La primera jornada termina con una cena abundante para llenar los depósitos y tras una mini vuelta, a la cama a descansar que nos toca madrugar.

Y menos mal optamos por madrugar ya que al levantarnos vemos que el cielo esta raro y hace un frío de carallos.

A las 7:00 de la mañana y con 8º de temperatura emprendemos de nuevo la marcha rumbo a las ruinas romanas de Segóbriga, que evidentemente están cerradas pero podemos ver desde fuera los restos de su anfiteatro, despejamos todas las dudas que teníamos en esta zona al ver unas señales que nos marcan una senda hacia la laguna del hito

y decidimos variar el recorrido marcado por el GPS y seguir estos caminos de labor, opción acertada plenamente, ya que disfrutamos un la magnífica Hoz del cigüela , sin lugar a duda el lugar mas espectacular y bonito de toda la ruta. Tras la Hoz y atravesando entre vegetación altísima, apenas podemos intuir el camino llegamos a la laguna del hito, la cual la atravesamos por uno de sus márgenes rodando sobre un ligera capa de sal.

Por fin podemos desayunar en Montalvo, tenemos una agradable charla con la camarera y ya nos avisa que pasaremos por pueblos muy pequeños casi abandonados.

Al dejar Montalvo el camino de servicio del transvase tajo-Segura no servira para continuar nuestro viaje a cuenca. Cerca de Zafra de Záncara tomaremos una carretera que será nuestra compañera los próximos 49 kilómetros y que a tramos será una pista, a tramos una carretera muy bacheada y en otros una carretera digamos que decente, pero siempre tirando hacia arriba, lo que hace ahora si que bajamos nuestra media de viaje a velocidades más acordes con nuestra globeria.

Al salir del Valle del Záncara la carretera nos regala un mini puertecillo que hace pupita ya en nuestras piernas, por lo que nos tomamos un descanso a mitad de subida en Abia de Obispalia, esta será nuestra última parada en ruta hasta llegar a cuenca ya que la carretera nos conduce por las obras del Ave a cuenca y tras unas buenas bajadas y algún que otro repecho llegamos hasta el río Júcar, que nos guiara por una de sus márgenes hasta cuenca.

Por fin llegamos a la Estación de tren a eso de las 13:30 y sacamos los anhelados billetes del tren que sale a las 16:20 hacia Madrid.

Nuestro esfuerzo a merecido la pena, ya que nos podemos regalar un paseo por Cuenca y visitar las casas Colgadas. Renunciamos a más ya que la sorpresa del día era un invitado con el que no contábamos para este finde que era la lluvia, así que nos refugiamos en un bar y devoramos un plato combinado, tras llenar un poco los depósitos, volvemos a la estación en donde nos cambiamos y ahora si el cielo descarga una lluvia fina pero continua.

Nuestra aventura a finalizado, solo queda volver a Madrid en un viaje infinito, que lento es el tren y disfrutar del recuerdo de un grato fin de semana en bici con la gran compañía de una gran persona Jorge, Despi para los amigos, Gracias compañero.

Track de la ruta

Fotos by despistado y Galeria de fotos aqui

Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
Esta entrada fue publicada en Viajes en Bicicleta. Guarda el enlace permanente.

3 respuestas a Travesia Madrid-Cuenca en MTB

  1. jfdelafuente dijo:

    Espectacular la ruta que os habeis marcado.

    Me gusta

  2. jfdelafuente dijo:

    Menuda ruta que os habeis marcado. Espectacular.

    Me gusta

  3. Pingback: Cuenca una escapa para el puente del Pilar. | El Blog de Alakan

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.