El año pasado comente que este era el año de escribir los temas de la cara B y menudo temazo me ha salido. Un año en el que he de un plumazo se ha desvanecido todas las ilusiones y planes que tenia en mente pero que francamente me da lo mismo. Puedo estar feliz que mi entorno ha sobrevivido a virus en año que esta siendo muy duro y cualquier otro objetivo que no sea mantener y mantenerse a salvo es totalmente secundario.
Arthur Gloden en Memorias de una Geisha escribió La adversidad es semejante a un vendaval. Y no me refiero sólo a que nos impida ir a lugares a los que de no ser por ella habríamos ido. También se lleva de nosotros todo salvo aquello que no se puede arrancar, de modo que cuando ha pasado nos vemos cómo realmente somos, y no cómo nos habría gustado ser. Ha sido un año con mucho tiempo de estar en casa, de reflexión y de vernos como realmente somos. De valorar lo que tenemos, de poner en valor las metas y objetivos de nuestra vida. El tiempo y esfuerzo que le dedicamos para conseguirlo y al final nos sorprendemos una tarde de primavera, de las primeras que son realmente largas y de las que los rayos de sol ya calientan en exceso sentado en el banco de tu terraza que has estado soñando semanas con tener para disfrutar del viento, del refrescar del día y sentirme algo mas libre encerrado en la seguridad de mi hogar. De pasar el verano y poner césped artificial en el suelo para completar tu trocito de paraíso y sabes que no necesitas más, hoy viendo las fotos descubro que he tenido momentos plenos, momentos en los que me he encontrado y sentido plenamente feliz.
Agotado tras una carrera a pie, descalzo con mi botella de agua y las zapatillas frente a mi, me doy cuenta de la grandeza de lo simple, de lo mucho que te aportan pequeñas metas, grandes victorias al no puedo, no quiero, no me apetece o no es mi día. Hoy sigo en esa lucha, la guerra no esta ganada pero es en ver como disfruto de estas pequeñas victorias en las batallas del día a día lo que dan fuerza a seguir. Me animan construir una base firme, en la que poder apoyar mis sueños y esta vez si no quiero soñar pequeño, Suguss siempre me lo ha dicho, soy pobre hasta para soñar, tengo que soñar en grande.
Este año me ha permitió disfrutar de mi entorno mas cercano, de dar mas valor al pinar de al lado de casa, a los amaneceres sobre el polígono o el ocaso desde el puente de la carretera de Leganés . Ha sido un año en el que ha tocado respirar filtrado, ocultar la sonrisa, la mueca o la tristeza. Los ojos han ganado la batalla a la expresión y en las miradas estaba la emoción de un encuentro, el abrazo no dado y los besos perdidos, encerrados tras la mascarilla. También viajar, disfrutar unos días en Gredos de su piscina, de las rutas duras por montaña con mi flaca y con JJ por Asturias por sus montañas, disfrutar del mar y sumergirme un año más en las frías aguas del cantábrico.
Ha sido un año en el que por fin he puesto rumbo a nuevos proyectos, a trabajar por recobrar los días de gloria del blog con muchas visitas y muchos seguidores. A dar forma a viejas ideas en nuevos formatos, en estudiar como llegar mejor a vosotros ofreciendo temas que interesen más y contarlo a mi manera como estos últimos años.
La edad pone en valor otros objetivos, otras metas y nos regala disfrutar la vida en un contexto con el bagaje de la experiencia que para mi es como una banda sonora. Que unas veces reproducirá un tema épico, otro trepidante, otro romántico. Ahora soy capaz de abstraerme del mundo, desviar mi mirada, regalar silencios que valen oro y sobretodo no permitir que nada negativo perturbe mi objetivo de disfrutar los días que me quedan, puede parecer exagerado y me dirás que me quedan muchos por vivir. Tal vez ,pero me quedan menos de 17.885 días, Así que no, no son tantos como para desperdiciarlos en lo que no merece la pena. Hoy empiezo el camino de los próximos 365,días jejeje hay que ver cuando pones la vida en valor lo poco que dura. Y espero que aun que sean minutos pueda compartir algunos contigo.