Debido a nuestra actitud, decidimos leer o no leer. Por nuestra actitud, decidimos intentar o darnos por vencidos. Por nuestra actitud, nos culpamos a nosotros mismos por nuestros errores, o culpamos tontamente a otros. Nuestra actitud determina si amamos u odiamos, decimos la verdad o mentimos, actuamos o posponemos, avanzamos o retrocedemos; y por nuestra propia actitud, nosotros, y sólo nosotros, decidimos si tendremos éxito o fallaremos.

Jim Rohn.

Ahora mismo tengo una actitud negativa y me ha costado mucho tomar esta decisión peor el sábado 29 de junio era la cita para mi debut en mi primer triatlón  y no lo será. Algo ha cambiado en mi cabeza desde el pasado sábado en el entrenamiento de aguas abiertas voy  de mal en peor en el agua, de estar disfrutando, sintiendo el flow con cada brazada, superándome segundo a segundo hasta ir llegando casi a los dos minutos los 100 de ritmo he caído de nuevo a los tres medios y cada vez que me meto en el agua solo deseo salir, me cuesta respirar y no me siento preparado para el segmento de natación.

Todo el empezó el pasado sábado con el taller de aguas abiertas, primera vez con el neopreno, consejos para mantenerlo, como guardarlo, como ponértelo y primeras sensaciones al nadar con él. La primera vuelta de calentamiento bien, me sentí tranquilo y la complete, pero en la segunda cuando estaba en la zona más alejada me agobie y solo quería alcanzar la orilla, que estaba cerca pero me parecía inalcanzable, hasta el punto de no poder nadar e intentar alcanzarla dejándome flotar a espalda con la flotabilidad del neopreno, al final llegue a la orilla nadando pero me negué a salir de nuevo al agua sin llevar la boya de seguridad. Con la bolla de seguridad puesta, recobre algo de confianza y nos lanzamos a cruzar el pantano, estaba tranquilo, nade sin problemas pero hacia la mitad el agobio de estar en el agua me puede y con esfuerzo logro alcanzar la orilla. Volver a la otra orilla de nuevo me parecía impensable pero al final me animo y mucho más tranquilo consigo alcanzarla tan solo limitado por el agotamiento del trayecto y el dolor de brazos, un ronda corta para enfriar y damos por terminado el entreno de natación con una sensación mala, estoy a un mundo de poder enfrentarme al segmento de natación.

Decido escribir a la organización y cambiar de modalidad de Sprint a SuperSprint, de 750 metros en natación a 350 metros, algo que tenía entrenado y sabía que llegaba de sobra, esta distancia no deja de ser el calentamiento, pero el martes al probarme en la piscina veo que continuo con la angustia de estar en el agua, que he perdido lo ganado hasta ahora y bajo mis tiempos a tres minutos largos, sin contar que no tengo ganas de seguir nadando y apenas hago distancia. El miércoles me bajo a la casa de campo para chequear el recorrido de bici y ver el lago, visualizar la salida, me siento a la sombra y no consigo verme tomando esa salida, subido a ese pantalán completando los míseros 350 metros de natación que me van a impedir disfrutar del resto. Decido dejarlo pasar, recorro el circuito de ciclismo y me voy para casa.

Hoy jueves vuelvo a la piscina y me encuentro peor que el martes, más lento, sin técnica y sin ganas de nadar, decido posponer mi primer triatlón no merece la pena forzar y no disfrutarlo. Esta vez primero me prepararé bien todos los segmentos y cuando me sienta fuerte y preparado pondré una fecha.

Sidney Lumet dijo, Un buen trabajo requiere pasión. No puedo auto convencerme de que soy objetivo. No lo soy. Como un guardameta que observa la pelota acercándose a su portería, rezo mientras se desarrolla la jugada. Quiero que funcione. Pero debo tener mucho cuidado mientras observo. ¿Cómo mantener la pasión y juzgar al mismo tiempo con realismo si he logrado lo que buscaba?,  No he perdido la pasión por este deporte, solo he calculado mal los tiempos.