Vivac en los Porrones y descenso del Manzanares hasta C. Cochino

“ No sabes que tu cuerpo, en las noches sin tiempo como ésta, se confunde de pronto con el amanecer, lo detiene dormido junto a mí.”

Luís García Montero

En la vida nunca hay que desaprovechar las oportunidades que te brinda el destino para disfrutar de una  aventura en compañía de buenos amigos, por eso cuando José me llamo para proponerme un finde de vivac en la sierra de Madrid no lo dude.

La ola de calor que nos azota ha convertido nuestro sur capitalino en un horno insoportable, el ambiente que se respira en cantocochino sin ser fresquito invita a tener algo mas de actividad que la modorra sureña. Teresa y José nos están esperando en el punto acordado para disfrutar de lo que será su primera noche bajo las estrellas.

Iniciamos nuestra marcha sobre las 7 de la tarde disfrutando de frescor del pinar y la sombra de la montaña ocultando el sol tras sus espaldas. La charla es amena y los senderos de la pedriza un marco ideal para emprender la huida de la monotonía, el stress diario, las rutinas que arruinan nuestra alegría y no nos dejan saborear la vida, algo que yo tengo muy claro, la vida sabe a libertad.

La pista rompe un poco el encanto del momento pero nos regala unas buenas vistas del embalse de Santillana y de la pedriza, además dura poco, en seguida retomamos la fila de a uno y volvemos a disfrutar de nuestros momentos Zen mientras los colosos pétreos que nos rodean se visten de oro para despedir el día.

El segundo tramo de la ruta es algo mas duro, subir y subir pero nos deja en el maravilloso sendero de los porrones, como me gusta ver la cara de ilusión de Teresa cuando descubre algo nuevo, diferente en un entorno que para ella es muy familiar. Queremos llegar a dormir al collado de las vacas, pero se que esa zona no ofrece muchos sitios para vivaquear cuatro personas, mientras ascendemos por la preciosa senda de los porrones vamos buscando y descartando sitios hasta que ante nosotros y algo alejado de la senda se nos presento una verdadera cuna natural en la que pasar la noche.  Una cubeta esculpida en la roca con capacidad para cuatro persona y rellena de fina arena para acomodar cansados cuerpos montañeros, que más se le puede pedir a la montaña, hemos encontrado la mejor suite de este hotel de mil estrellas.

Poco a poco las luces de la civilización se van encendiendo a medida que se agota nuestra luz natural, cenamos y pasamos un rato agradable poniendo nombre a los conjunto de lucecitas que brillan bajo nuestra atalaya hasta que decidimos meternos en el saco y dejarnos acunar por las estrellas. Me gusto la frase de José cuando acomodado dentro del saco e impactado por la cúpula celestial exclamo “… esto es como en el cine”  si pero mucho mejor esta vez somos nosotros los protagonistas.

Borja se ha pasado la noche roncando  en Do mayor, yo he conseguido dormir mucho rato pero José y Teresa apenas han pegado ojo.

A eso de las seis de la mañana con bastante claridad ya en el ambiente abro los ojos y mi peculiar lucero del alba me da los buenos días deslumbrándome con el frontal. Este José siempre que hemos salido a dormir fuera ha sido nuestro  despertador.

Pero bueno gracias a el disfrutamos de una amanecer precioso sobre la pedriza y completamos la ascensión dura a la cumbre de la maliciosa sin un sol abrasador que una vez en la cumbre comienza a dar cuenta de las intenciones que tiene para el resto del día, calor como si no costara. Madrugar nos ha permitido disfrutar de la maliciosa y su cumbre en solitario, nos hacemos la foto de rigor y en la bajada damos el relevo a dos senderistas madrugadores que ascienden desde la bola.

Nosotros nos desviamos en el Pluviómetro para tomar la senda estrecha y esquiva que nos dejara en el Río Manzanares muy cerquita de su nacimiento en un paraje idílico que vuelve a iluminar la cara de Teresa, y despierta al niño travieso de José que se dedica a salpicarnos y jugar con la corriente. Yo aprovecho para asearme un poco, el agua esta helada pero por una extraña razón en la montaña es la temperatura que me gusta.

Descendemos hacía canto cochino por la senda que tutela el cauce del manzanares en sus primeras horas de madurez, los ríos se vuelven adolescentes en cuanto la montaña les abren la mano  dejandoles correr a su antojo, esculpir su huella en las rudas rocas que intentan frenar su temperamento y lo único que consiguen es dibujar un paisaje aún mas bello, melódico , sembrando el recorrido de pequeñas cascadas y piscinas naturales que me niego a dejar pasar sin darme un chapuzón.

Nos despedimos de José y Teresa que tiene algo más de prisa. Borja y yo nos quedamos para disfrutar un buen rato de mis dos pozas preferidas de la pedriza. El agua esta helada, me da lo mismo, no hay que pensárselo y me zambullo en las dos, la sensación es única tu cuerpo rebosa vida y me siento más libre que nunca, he dormido bajo las estrellas, he disfrutado del amanecer y  estoy disfrutando de un baño de vida en un entorno fascinante, ahora mientras lo escribo pienso lo afortunado que he sido durmiendo en uno de los mejores hoteles de Madrid con Spa incluido y todo por una buena caminata.

Terminamos de descender la senda y en cuanto nos acercamos a la pista se rompe el encanto de la montaña, por hordas de urbanitas que han tomado la charca verde como su piscina comunitaria. No han dejado un palmo de río de libre hasta canto cochino sin plantar en la orilla una sombrilla o decorar los árboles con sus camisetas y sandalias mientras un continuo trasiego de gente acarrea bolsas con comida y neveras con bebidas del aparcamiento hasta el río.

Se que cada día me vuelvo más antisocial pero si comparo las horas vividas en la montaña tan solo con la compañía de Borja, José y Teresa con los cinco días de entre semana no hay color.  Mi sueño es perderme 15 días en el pirineo en autosuficiencia, tal vez algún día lo consiga y estoy seguro que supondrá un punto de inflexión en mi vida. Pero de momento solo quiero seguir las sabias palabras de James Allen  Hoy estás donde tus pensamientos te han traído; mañana estarás donde tus pensamientos te lleven.

 

Track de la ruta

Todas las fotos de la ruta.

Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
Esta entrada fue publicada en Senderismo. Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a Vivac en los Porrones y descenso del Manzanares hasta C. Cochino

  1. -migo dijo:

    Me la apunto, porque es la parte de la Pedri que menos conozco, solo en bici. Aprovechar estos calores para vivaquear es genial, aunque me parece que habréis chupado mucho sol. Y la Maliciosa es cumbre inédita para mí.
    Afortunadamente la montaña tiene espacio para todos, y para los que se esfuerzan en una caminata tiene reservado el mejor de sus regalos.

    Me gusta

  2. keducc dijo:

    ¡Vaya planazo!
    Esta ruta la conozco en persona y puedo corroborar todo lo que pones.Encima con vivac, que más se puede pedir. Tengo yo que marcarme uno pronto :-). Venga crack, a seguir así. Abrazos

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.