El sueño de los que sueñan les concierne a los que no sueñan…Y ¿Por qué? Porque desde que existe el sueño del otro, existe peligro. A saber, el sueño de la gente es siempre un sueño devorante que nos hace peligrar de ser tragados. Y que los otros sueñen, es muy peligroso porque el sueño es una terrible voluntad de poder y cada uno de nosotros es más o menos víctima del sueño de los otros, aun cuando sueña la más graciosa joven, aun cuando es una joven muy grácil, es una terrible devoradora, no a causa de su alma, sino por sus sueños. Desconfíen del sueño de los otros, porque si son tomados en sus sueños, están perdidos.

Gilles Deleuze

Hacia muchos meses que no me hacia una escapada con la bici desde el trabajo un viernes por la tarde, y es que renunciar a la suculenta siesta de los viernes es duro muy duro.

Y eso es precisamente lo que voy pensando mientras un tremendo nubarrón se cierne sobre mi cabeza, va lento es como una nave alienígena que se ha posado sobre la zona para observarnos, cosas que no piensa mientras rueda por una larga recta en ligera bajada mientras no puede dejar de mirar de reojo la pista del canal, en altura y de la que guardo grandes recuerdos de rutas memorables. Hoy toca empezar la temporada de entrenamientos 2016 oficialmente, me gustaría que fuese un año de retos, y si pueden ser extremos mejor, el que me ocupa y por el que voy a preparar estos meses mi cuerpo escombro es el Soplao, si un año más pero esta vez con la de 29 por ver si el tamaño importa y esta vez la termino. Como es el primer día me lo tomo con mucha calma, la base es hacer kilómetros tranquilos y el espectáculo del paisaje que me rodea da para ir disfrutando a media que voy ganando altura. A medida que la luz va perdiendo intensidad el frío se va dejando notar, hoy es el último día del veroño y veo que mi térmica se está quedando corta.

Corono hasta el mirador del Atazar y no puedo evitar disfrutar un rato del paisaje, una pareja de moteros para a mi lado, él se baja y le grita a su compañera “gasta gas jodía, gasta gas” y una voz femenina se lamenta de lo poco que tira el motor y un fallo en su neumático, no puedo esperar a que se quite el casco y sigo mi ruta mientras ellos valoran si llegaran a casa o no. El espectáculo del atardecer con las montañas de fondo y la nube que oculta la nave interestelar dejan un paisaje para pasar la tarde disfrutando de un espectáculo increíble.

Una vez que subo todo lo que la carretera me pone por delante me toca tomar la decisión si terminar con las luces o llegar con el ocaso, el frío y un aire de lo más cabrón me animan a regresar al coche y dejar esta ruta pendiente de completar en primavera cuando los días tengan algo más de alegría por la tarde. En mi ruta de regreso me encuentro a la pajera en el arcén llamando a la grúa, su prudencia o la avería definitiva del neumático han puestos fin a su tarde de gas, y por fin le veo la cara a la motera, toda una belleza con mucho maquillaje para mi gusto y más cuando una visera no deja verlo pero me quiero imaginar que son dos frikis como yo del asfalto, de vivir las pasiones al extremo y de disfrutar de lo que te gusta a penas tengas una horas libres, por eso ha salido del trabajo y se enfundado su mono de cuero para hacer una curvas, como si no tuviese suficientes con las que luce en su cuerpo.

Me lo he pasado de lujo en mi mini ruta, he vuelto a sentir la sensación de libertad tremenda que te da rodar al salir del trabajo por carreteras increíbles y me ha animado a tomarme una temporada de entrenos en serio con varios objetivos apalabrados con mis compañeros de fatigas y para que no se me olvide ni un solo instante me he pillado una pulsera con el lema Where there´s a will  there´s  a way, algo así como querer es poder.

Pero como dijo Sara Gruen ¿Cuándo aprenderá la gente que poder hacer algo no significa que tengas que hacerlo? .

Track de la ruta