Más allá de los cabos y promontorios del ansia, más allá de los premeditados menhires del deseo, más torpes y tímidos con aquellos que más exigen algo sutil y hermoso y lleno de descanso, nos movemos y zozobramos en mareas de ilusión, a tientas buscando más allá de las inmóviles puertas de la inmortalidad.
Lawrence Durrell.
Los amaneceres son algo mágico, es como levantar el telón para interpretar un nuevo acto en el teatro de la vida, disfrutar de los primeros rayos sobre el rostro maquillando con su calor el frío matutino, dándote los buenos días es un regalo que me gustaría disfrutar a diario. Si además tienes la suerte de tener un trozo de mar a tu lado la experiencia es increíble.
Y nosotros podemos disfrutar de ese trozo de mar gracias a Despistado que ha vuelto a montar otra Paellaca Denia Edition junto con Joaquín, Chema y servidor para esta vez enlazar Altea con Denia de la forma más chula que pensamos se puede hacer. Y para ello nos regalamos una amanecer delicioso que una vez inmortalizamos con nuestras cámaras nos ponemos a dar pedales como locos para, primero entrar en calor y segundo no perder el tren ya que vamos justitos, justitos.
Al final y gracias al ritmo infernal de Joaquín y Despistado llegamos sobraos pero chema y servidor con la lengua fuera, desde que Despi busca modelar un cuerpo Danone comenzando a liberar lastre no hay quien le siga, ya empiezo a añorar al viejo y cervecero amigo de petadas.
El viaje en tren nos deja disfrutar de algunas perlas de la zona como el peñón de Ifach o una iglesia seguramente ortodoxa sitiada cerca de las vías del tren que esta enclavada en un lugar maravilloso para la oración o la meditación. Una vez en Javea y con el resuello recuperado nos ponemos con la ruta rumbo a nuestro primer objetivo del día la ascensión al Fuerte de Bérnia o mejor dicho, si alguien te cae mal y monta en bici proponle disfrutar de esta preciosa ascensión con rampas que te sacan los riñones los escurren hasta la última gota de energía y te los vuelven a insertar para que sufras un poco más, una ascensión que te deja reventado y con las piernas temblando pero como todo en esta vida se recompensa con una vistas increíbles y sonrisa de oreja a oreja por sentir que vuelves a llenar tus pulmones de aire rico, rico.
Pero lo mejor de esta ascensión, por lo cual solo esta pensada para los gourmet del mtb es que cuando casi mueres pedalada a pedalada sufriendo por no poner píe a tierra y coronar como un biker de pelo en pierna. Tienes que cargar con tu bici al hombro, pateando una senda que con bastones sería cuanto menos curiosa. Adoro el MTB y el humor con el que afrontamos cada tramo que se nos pone por delante. Una vez que hemos subido todo lo que teníamos que subir, la montaña nos sonríe y comienza a regalarnos sendas con flow, en donde una rama traicionera empuja a chema hacia fuera del sendero con una caída sin consecuencias.
Con la certeza que el fuerte es el punto más alto de la ruta y nos toca bajar si o si disfrutamos un rato de las vistas y nos vamos refugiando como podemos de un aire que comienza a ser pesadote. Si subir al fuerte de Bérnia con la bici de MTB es una tortura al principio y un suplico al final, su bajada es un descenso al paraíso, al flow extremo, al disfrute a lo grande por una senda con vistas o balcón a una buena caída pero que cuando notas la bici y sientes la bajada disfrutas cada metro que recorres, cada piedra que sorteas y ríes, te sientes feliz o mejor dicho grabas a fuego en tu mente que son estos los momentos por los que montas en bici, pago el precio más algo por disfrutar de lo mejor de la naturaleza y esta te lo devuelve con creces, el placer en el ciclismo creo que es proporcional al sufrimiento que inviertes en llegar a tu objetivo.
Tras la bajada nos toca pedalear un rato disfrutando por pistas y alguna subida por asfalto para terminar entrando el sendero de las cabezas de niño y los arbustos que pinchan, una senda que te deja los brazos destrozados y las piernas finas de pedalear, ya que si pierdes un poco de inercias te quedas. Tras sufrir el sendero en ligera subida queda disfrutar de la trialera de bajada a Xaló. He reparado la doble y las sensaciones que tengo con ella son increíbles, me da seguridad y puedo superar todos los escalones, piedras y raíces que me encuentro sin dudar. Bajo con seguridad, alegre hasta que me veo volando por los aires y aterrizando sobre le hombro. Al incorporarme siento que no puedo levantar el brazo, me duele muchísimo. Pienso que me he dislocado el hombro pero en un movimiento siento como si recolocasen los músculos del brazo y comienzo a sentir Menos dolor recobrando movilidad poco a poco pero sin poder recobrar la movilidad completa.
Les fastidio la bajada a mis compañeros que me acompañan andando hasta la carretera donde me monto y veo que puedo ir en bici.
Me proponen ir a médico pero decido aplazarlo hasta la tarde, poco a poco voy mejor. Como es la hora de comer asaltamos un súper y cargados de viandas nos damos un buen homenaje.
El hombro me molesta pero puedo continuar, cambiamos la ruta para volver por el atajo que teníamos previsto en lugar de bajar por una última y muy divertida trialera, un lástima.
En el camino de atrocho entre pistas y carreteras que me permiten rodar sin molestias nos asalta la lluvia, fina, pesada y persistente que nos acompañara hasta la casa y no cesará hasta el día siguiente.
La ruta es una pasada, dura, técnica y con vistas espectaculares muy divertida. Lástima que esta vez me tocase la caída con consecuencias que al final se tradujo en tendinitis de Bíceps que un mes largo después aún acuso y me ha dejado sin poder disfrutar de las rutas guapas de la sierra.
Joan Miródijo Al cabo de un tiempo de estar trabajando en un lienzo, puedo sentir cómo me estoy empezando a enamorar, con el amor que nace de la comprensión lenta. Esta crónica me ha costado escribirla, pero me he servido para darme cuanta de cuanto añoro la bici de montaña, en la montaña.
Ahora toca carretera y recuperar bien el hombro, una vez este listo volveré.
Bonito post!!! Poetico pero real. Tus sensaciones me son familiares.. Las siento cada vez que salgo por mi zona. Lo del hombro me paso a mi tambien, en el codo pero en marruecos!!! En medio del gran atlas!!! Con ilusion y pasion el dolor se hace mas soportable. Animo y sugue escribiendo!!
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