“El gran secreto del poder se encuentra en la voluntad.”
Giuseppe Mazzini
La noche la pase sin problemas pero el brazo seguía dolorido y sin poder hacer el juego completo sin grandes molestias por lo que mis compañeros decidieron cambiar la ruta prevista, todo un rutón con final feliz por el montdúver por una más vamos a hacer hambre hasta que sea la hora de la Paellaca.
Y si lo hicimos buscamos una ruta plan b que consistía en subir unas antenas, el mirador de Segaría.
Tras un buen desayuno nos disponemos a partir y Joaquín descubre que su bici esta pinchada, la repara y sin apenas montarse vuelve a pinchar, Joaquín es así, calcula las veces que va pinchar en ruta y para ahorrar tiempo las pincha todas juntas en la puerta de casa. Una vez que solventamos las perdidas de aire nos ponemos en marcha. La mañana es perfecta para montar en bici, algo de fresquito, un cielo radiante y el mar de fondo dándote los buenos días.
Como mi hombro no esta para baches mis compañeros de ruta se sacrifican por el aburrido carril bici, ruedo sin problemas no hay molestias. De lo poco que hay destacar es el paso por meridiano de Greenwich que esta señalizado en la carretera por un pequeño monumento conmemorativo y que no podemos dejar pasar sin hacer las fotos coñas de rigor.
Continuamos por el carril bici frente al parque natural del marjal de pego hasta tomar el desvío para ascender por la empinada ladera del Tossal del moro que al verla nos hace ver que sobra el abrigo, que eso tira para arriba y del tirón.
Me quito la térmica y al fin puedo lucir la equipación del vizi, club al que siempre quise permanecer desde niño y bla, bla, bla…. Joaquín y Jorge tiran mientras que chema y yo nos quedamos de farolillos por si se le cae algo. Al subir tengo que apoyar mas el peso y el brazo se resiente, pero bueno a mi ritmo se puede llevar. Casi al fina de la subida con las curvas más graciosas de la urbanización, como para olvidarse el pan, me espera Jorge que me acompaña el resto de la subida.
Como las curvas son muy cerradas voy escuchando una voz femenina que al principio me resulta melódica agradable, pero cinco minutos después de escucharla de forma ininterrumpida es como un taladro en el cerebro y puedo asegurar que yo tenia más ganas que ella de que terminara la puñetera subida. Una vez siento que me va a pasar el grupo de charladoras voy pensando para mi, que no sea mi ninfa, que no sea mi ninfa y gracias a díos no era mi ninfa por que me corto las venas, simpática para aburrir pero no se callaba ni cuando se asfixiaba.
Esta zona es muy maja porque subes un poco muy pendiente, bajas otro poco norma, subes pendiente y de repente rampón hasta el cielo y a lo alto una antena y para allá que vamos, que por lo menos tenemos que ver África. La subida se sufre en silencio, cuando llegas después de sufrir un huevo y ves las casas, la gente comiendo en los bancos, piensas ya he llegado pero no, ves que la gente te mira con un sonrisa de oreja o oreja porque has sufrido como un perro en la última rampa y cuando coronas te dicen sigue, sigue si te queda na., todo esto con una mirada y una sonrisa de cabrones al ver mi cara cuando veo el muro infernal que me quedaba por subir que casi me rindo.
Pero no si mis compañeros tenían que subir hasta lo mas alto yo también y me pongo con el Tiki-taka pedalada tras pedalada hasta coronar un rampón de hormigón tipo bola y tras el otro mas corto y cuando ya solo ves cielo uno mas cortito con mis compis esperando que llegara, que necesidad por díos de llegar hasta donde se termina el camino.
La verdad es que las vistas eran deliciosas, como las naranjas del avituallamiento que te ofrecían los naranjos a pie de carretera y la visita de los dos lugareños con su mascota una simpática cabritilla.
Una vez coronado nuestro objetivo ya tan solo nos queda descender por carreteras secundarias hasta Poblets donde una paella nos espera para dar cuenta de ella y esta vez antes de la ducha Joaquín y yo nos dimos nuestro primer chapuzón en el mar del 2014, bueno hasta los muslos que hay que ir dejando algo para el verano.
Gracias compís por este viaje y lo bien que me lo hacéis pasar.
Que ya lo dijo Fray Luis de Granada: A los que tienen paciencia, las perdidas se les convierten en ganancias, los trabajos en merecimientos y las batallas en coronas. Y conmigo tenéis mucha.