Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir, cuando ofrezca tú camino solo cuestas que subir, cuando tengas poco haber pero mucho que pagar, y precises sonreír aun teniendo que llorar, cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir, descansar acaso debes ¡pero nunca desistas!

Rudyard Kipling

Muchas veces las conversaciones por teléfono con Jaime terminan en locuras o escapadas locas, pero esta vez era una necesidad la de tener que escapar unos días de nuestra rutina y nuestro entorno. A mi me quedaba un día libre por disfrutar de mis vacaciones de los que guardo para imprevistos al igual que Jaime, así que decimos estirar un poco el día de los santos, regalarnos un día más para disfrutar de nuestras bicis de carretera por la zona del cañón del río lobos y las lagunas de Neila.

La familia de Jaime tiene una casa en Hontoria del pinar, así es sencillo organizar escapadas Low Cost, una rápida visita al Mercadona del Arroyomolinos para comprar la comida de los tres días y nos ponemos en marcha. El cambio de hora nos penaliza pero no podemos resistirnos disfrutar de un paraje increíble, La Bajada de la Yecla.

Es una garganta estrecha y profunda que se encuentra en la entrada del túnel camino a Santo Domingo de Silos donde se puede dejar el coche.

El sitio es un lugar increíble que te sorprende y te deja maravillado. Nosotros lo visitamos con poco agua pero estoy seguro en la temporada donde el agua sea abundante tiene que ser un lugar increíble por el sonido en un sitio tan estrecho y espectacular.

No podemos entretenernos muchos así que a mi pesar la visita es rápida, para poder cumplir con nuestros planes tenemos que llegar a la casa, descargar el coche y ponernos a rodar antes de que se nos haga de noche.

Jaime ya ha recorrido la ruta y dice que me va a gustar, nos ponemos en marcha y el tratamiento antistress funciona. Hace frío pero la ropa técnica nos mantiene calientes, la carretera se deja rodar, los cielos azules con alguna nube decorativa dejan un paisaje de amplios campos con rebaños de ovejas y pastores tirados al borde de la carretera dejando correr el tiempo que te llenan de paz interior.

Pasamos por pueblos pequeños, pueblos que parecen de atrezo ya que no se ve un alma, no se escucha un ruido. Pueblos que seguramente cobijen en sus casas abuelos ansiosos de achuchar a sus nietos en unas horas cuando los hijos les visiten en busca como nosotros de la paz en tiempos de crisis.

Los campos de cultivo van dando paso a la roca,  nos recuerdan que estamos dando la vuelta al Cañón del río Lobos. Ucero que es la puerta principal de acceso al Cañón nos da la bienvenida vestido de un Otoño increíble, se respira paz, aroma de leña quemándose en el hogar y dos corzos correteando delante nuestra para cruzar la carretera perdiéndose entre los pinos. Jaime que ha calentado unos cuantos kilómetros me dice que quiere subir sin limitador la Galiana, un pequeño mini puerto de montaña y ver que dice Strava de su subida. Mientras el sale disparado yo subo piñones, la mirada y mi sonrisa por disfrutar de unas vistas increíbles del río Ucero, Los tonos ocres predominan en el paisaje y el atardecer le da un toque mágico al entorno. Escapadas como estas son regalos para el alma, pequeños atracones de felicidad, de pensar que otra vida es posible con menos aspiraciones, menos sueños, menos valor material y más espiritual.

Como yo se mi lugar en el mundo del ciclismo no necesito verificarlo con los tiempos de Strava y veo como cerca de finalizar la ascensión Jaime baja a buscarme con esa sonrisa de estar satisfecho de su ascensión y deseoso de ver el resultado en la Web.

El mirador que esta en lo alto de la Galiana es espectacular y te permite disfrutar de las vistas del cañón, merece la pena la parada.

La bajada es rápida hasta san Leonardo de Yague, el sol ya no calienta y el frío se hace más intenso, queda poco tiempo de luz y le pido Jaime ir directamente a la casa en lugar de subir un tramo entre pinares, nos quedan dos días de ruta la siguiente es dura, muy dura. Jaime se ríe, me hago mayor y me voy rajando a algunos retos pero ve que no es mala idea, sobretodo cuando le recuerdo que una empanada nos esta esperando.

Llegar a Hontoria se me atraganto un poquito pero siempre me encanta ver su chimenea torcida señal de que llegamos a destino. Rutas como la de hoy le dan la razón a José Ingenieros cuando dijo Los temperamentos acomodaticios saben que la vida guiada por el interés brinda provechos materiales; los románticos creen que la suprema dignidad se incuba en el ensueño y la pasión. Soy un romántico empedernido.

Track de la Ruta.