No son las catástrofes, los asesinatos, las muertes, las enfermedades las que nos envejecen y nos matan; es la manera como los demás miran y ríen y suben las escalinatas del bus.
Virginia Woolf
Estoy abonado a las madrugadas, a ser uno más de esos conductores que vagan somnolientos con sus bicis cargadas en los coches con la legaña en los ojos y la sonrisa en los labios. Hace frío bajo un cielo despejado que promete un día de primavera una vez el sol caliente la resistencia. He quedado con Cristian y Mass en el puente de la cantina, mientras me preparo un grupo de senderistas ya están reunidos y listos para iniciar su marcha. No soy muy partidario de los grupos organizados, los comentarios de pequeños grupos dentro del gran grupo me dan la razón, el miedo no es razón para esclavizarse los fines de semana a unos ritmos o unas rutas que no te van o no te interesan, me dan ganas de decirle que la montaña esta para ser descubierta, que existen mapas, GPS y rutas muy detalladas para disfrutar de ellas sin ir todo el día con la lengua fuera, no son niñas ya peinan canas, tal vez sea miedo a lo desconocido o a la soledad, es lo mismo no dejan de ser cadenas que te atan y yo adoro la libertad.
Una vez listos los tres tomamos el camino opuesto a los senderistas, comenzamos bajando por las sendas divertidas del lado derecho de la carretera que va haciala Granja, pronto se nos terminan, bueno más bien nos despistamos pero con la gran suerte de poder cruzar la carretera y enlazar con las que bajan junto al margen derecho del río Eresma. Esta zona me encanta, es muy disfrutona para la bici de montaña sin mayor complicación que la de disfrutar del paisaje. Hace un frío de mil demonios, por lo que Mass nos invita a un Café en la pradera de Navalhorno, Gracias Isra.
Al salir el sol se ha puesto las pilas y rodar bajo su luz es toda una gozada. Continuamos disfrutando senderos, esta vez los Senderos Reales por una zona que conocía y me ha encantado, hay un tramo con zonas técnicas escalones que te obligan a pasarlos andando pero es altamente recomendable. En esta zona y al subir por una zona que requería un esfuerzo extra parto la cadena, ya se nota el poder de la choni o que no he tenido tiempo para quedar con Jaime y que me de mi cadena nueva. Gracias a Cristian que me da un link rápido puedo reparar rápidamente y continuamos ruta hacia la granja en donde optamos por retornar hacia los coches por la pista asfaltada en lugar de por los senderos del Eresma pero los del lado izquierdo. Al principio se disfrutan unas sendas preciosas y después la pista va ganando poco a poco altura disfrutando de un entorno increíble en donde reina el silencio tan solo roto por el murmullo de algún arroyo.
A mitad de la subida hacemos una pausa para comer algo, hace rato que nos hemos quitado las chaquetas y tan solo con un chaleco disfrutamos un sol de Enero que nos da la vida. Tras unas risas y frutos secos con algo de chocolate retomamos la marcha para alcanzar la fuente de la peseta y unos cintos de metros más adelante disfrutar de una bajada muy divertida, algo sucia y en la que hay que tener mucha precaución ya que tiene pequeños saltos que si no estas atento te descabalgan. El final de la ruta se rueda por sendas estrechas, limpias y disfrutonas para cerrar una ruta que es toda una delicia para los sentidos y muy divertida para disfrutar de la mtb.
Esta semana me he iniciado con la bici de carretera y he terminado con la mtb por sendas en la montaña, adoro la bicicleta si no fuera por ella afrontar la semana laboral sería tremendamente duro, por eso comparto al cien por cien las palabras de Scott Martin…creo que mi bici y yo hacemos mejor equipo que la mayoría de las relaciones que he visto. Te vigoriza, te da fuerzas, te relaja, te deja expresar tus frustraciones sin interrumpir, quedarse dormida o juzgarte. Tu bici te ayuda a conocer otras personas, siempre va donde quieres ir. Y si le compras una caja de chocolates para el día de los enamorados, hasta te deja comerlos todos…
¡Sí hombre! te das 2 (dos) revolcones con la Choni y ya crees que te ha puesto el músculo a cien, para esto tienes que gozar algo más de la flaca digo yo.
Aún no conozco la bajada junto al Eresma y mira que cada vez que la leo en algún sitio me muero de envidia por su belleza, pero siempre me ha sonado por encima de mis posibilidades técnicas, al menos descendiendo desde la Fuenfría, aunque conociéndome sospecho que algún día me atreveré. En el bolsillo llevo mi disculpa para parar cuando quiera: mi cámara de fotos.
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Si no te digo que no, pero que mi Choni es mucha Choni, jejeje.
Gran parte del recorrido lo puedes hacer sin mayor problema, tal vez la última bajada sea la más complicada.
Desde la Fuenfría tienes una bajada por pista que te deja en los senderos sin trialeras.
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