Las aventuras verdaderamente grandes son aquellas que mejoran el alma de quien las vive.
Alejandro Dolina
Nos despertamos con un día clásico noruego, hace frío, varias cortinas de lluvia amenazan con ducharnos y viento, mucho viento. Vamos lo que para un español de bien es un día de mierda cuando estas en Noruega es un día maravilloso, despertarte arropado por los grandes colosos de piedra que se alzan ante nosotros horadadas por el mar y coronadas de nubes le den una ambiente de encanto, de lugar mágico que difícilmente se me va olvidar, cuando te despiertas en lugares tan maravillosos estos quedan gravados en la retina para animarte en los momentos oscuros. El precio de este paraíso para tres pobres vagabundo españoles es dormir en el suelo y buscar la oferta del día para poder subsistir en este país de ricos.
Nuestro objetivo del día es Jorpeland lugar donde se encuentra uno de los puntos clave del viaje el Preikestoren. Como lo que queremos es disfrutar de noruega y sus paisajes optamos por tomar la carretera turística y alucinamos con el paisaje, en cualquier otro punto de Europa tendrías que andar mucho y muy alto para disfrutar un paisaje parecido entre lagos y picos que nos va dejando la boca abierta.
Pero lo impresionante, lo fabuloso fue encontrarnos en el camino la famosa cascada gemela de Låtefossen con165 metrosde altura y nos dejo sin habla. Estar a su lado es cargarte de energía, de fuerza, te sientes tan maravillado por lo que estas viviendo que sientes una paz y una alegría interior como nunca antes lo había sentido. Antes de comer viviremos de cerca el apogeo de otra cascada que al igual que las gemelas ruge en su camino hacia el fiordo.
Una vez dejamos las montañas y los fiordos son los protagonistas del viaje, aparcamos en un área recreativa para comer una especie de masa de pescado que no tenía mal sabor pero no término de gustarnos.
Dado que este país pasa gran parte del año bajo la nieve, la única oportunidad que tienen los noruegos de trabajar en sus carreteras es en verano y al llegar a un túnel nos para una nórdica de las vikingas, de esas que han empezado a almacenar grasa para pasar el invierno sin dar salida a la del año anterior y con un “Hi guys you have to wait 45 minutes to go” nos invita a esperar tranquilamente junto al embarcadero del pueblo a que los obreros nos den paso. Menos mal encontramos wifi free y pudimos ponernos al día con el Internet.
Tras pasar la carretera pierdo la virginidad, me emociono tan solo con recordarlo, al meter por primera vez en mi vida un coche en un ferry, que gran momento. Tras este llegaría otro, los puñeteros fiordos no tienen puentes o túneles como en la costa.
Tras 12 horas de viaje llegamos por fin al camping del Preikestolen pero los precios que nos dan nos parecen desorbitados muy lejos de lo que estamos dispuestos a pagar o nos habían cobrado los días anteriores por lo que decidimos ver el pulpito (Preikestolen) y después pues ya veremos.
La subida al Preikestolen es simple y llanamente maravillosa, un sendero empedrado con rocas le va ganando altura a la pared, algunos pasos son maravillosos y las vistas simplemente te dejan sin habla. Como es muy tarde nos encontramos con gran cantidad de personas que bajan, nos la encontramos de todas la edades y condiciones, en algunos caso nos preguntamos como han tenido el valor ni siquiera de intentarlo, viendo las condiciones en las que se encuentran, algunas con la cara desencajada y el sufrimiento un rostro que dibuja la alegría que con la que la mayoría bajaban. Los grupos que podíamos reconocer a distancia eran los de españoles, tras silencio y paz, murmullo y gritos.
Pero a mitad del camino el flujo de turista pudiente ceso para dejar paso al de mochila rastrera y poder disfrutar de unas vistas impresionantes en soledad. Cielos poco nubosos que tendían a despejarse a medida que subíamos como deseos de que pudiésemos disfrutar de este icono noruego en su máximo esplendor.
De las dos opciones que hay de subida optamos por la de la colina y así poder disfrutar del púlpito desde lo más alto y poder fotografiarlo. Las vistas desde la cumbre son indescriptibles, los siento, hay que subir y disfrutar de una de las vistas que estoy seguro es de las más maravillosas del mundo, las fotos no hacen justicia al estado de euforia, paz, felicidad y alegría que sientes estando en su cima. Solo en estos momentos puedes comprender en su plenitud las palabras de Leon Tolstoi cuando dijo Opino que lo que se llama belleza, reside únicamente en la sonrisa. No vi en el Preikestolen una sola persona sin su sonrisa iluminando una cara que reflejaba claramente la felicidad de culminar un sueño.
Si he dicho que vamos de vagabundos, este modo de vida o de viajar tiene su recompensa y no es otra que la de poder disfrutar de uno de los sitios más masificados de noruega con tan solo otra pareja algo realmente increíble. Tras una buena tanda de fotos y reponer fuerzas bajamos por la otra opción la de subida normal y podemos disfrutar de otro de los momentos mágicos del día, la luz del atardecer eterno noruego nos regala unas vistas maravillosas, dignas del mismo paraíso, por un momento pensé que esta viviendo en un fondo de pantalla. La otra pareja que bajaba detrás nuestra se detuvo tras de mi para ver que mirábamos los tres tan alucinados, no pudo más que soltar un grito de emoción y pude ver como se le empañaban los ojos, supongo que es lo más parecido a un orgasmo emocional sin tener sexo.
Tras la bajada nos damos una ducha en las instalaciones del aparcamiento y buscamos un lugar en donde pasar la noche. Encontramos un aparcamiento que daba acceso a unas rutas senderistas y tras hacer la cena mientras somos acribillados por cientos, miles de mini mosquitos asesinos noruegos nos vamos a dormir. Son pasadas las 0:00 y aún hay mucha luz en el exterior de la tienda, nos hemos levantado a las 6:30 de la mañana pero lo que hemos vividos en el día de hoy compensa toda el cansancio generado por un maravilloso día eterno.
La escritora Mary Shelley escribió Transitamos sin alegría por los laberintos sin senderos de la sociedad hasta que damos con esa pista que nos conduce al paraíso a través de esa maraña. Lo que yo me pregunto es como podré volver a mi vida diaria.
Hola chicos quería daros un pequeño mensaje para animaros y deciros que sois unos monstruos en todo el sentido de la palabra, enhorabuena por esta ruta y bien por compartirla, saludos
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Estoy fregando la habitación para recoger la baba que se me ha caido, jejeje. Qué guapas las fotos!!!!!!
Imagino que la conexión a Internet falló y por eso habéis parado en el relato.. lástima…
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