La vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido. SHAKESPEARE, William La primera vez que Salí con Teresa de ruta me dijo una frase que aún recuerdo con cariño, “… me hace más ilusión hacer la ruta por salir en una de tus crónicas que la ruta en si” de eso hace ya mucho tiempo y muchas crónicas en las que ella ha salido, pero esta vez se lo recuerdo como anécdota y asiente con una sonrisa de las suyas, cuando el alma es clara y siempre esta asomada a esos ojos brillantes no necesitas más palabras para saber que ella también lo recuerda.
Hemos decido hacer la ruta de la mujer muerta pero como al final solemos improvisar sobre el terreno ya que lo tenemos muy pateado nuestro único objetivo es disfrutar de un día pleno en la montaña. Dejamos el coche como siempre el aparcamiento de las dehesas para enseguida ir buscando los senderos que nos adentren en el corazón de la montaña.
José se ha levantado juguetón primero me reclama una senda para cruzar la carretera ya que sus zapatillas no pueden pisar asfalto, y en un paso en forma de escalera para cruzar la valla que el pasa con soltura se ríe de nosotros por ni siquiera intentarlo y seguir el sendero hasta encontrar una puerta más cómoda. Je jeje la miro a Teresa y le pregunto si aguantaría la tortura de tener dos niños traviesos en casa. Subimos por el camino Viejo del paular y nos encontramos que lo están “adecentando” jamás entenderé el porque se empeñan en destrozar la montaña de esta manera con puentes sin sentido y encauzamientos de arroyos. Si queremos disfrutar de la naturaleza la tenemos que ganar con nuestro esfuerzo superando los obstáculos que nos va poniendo en el camino, la belleza de lograr alcanzar una cumbre o disfrutar de un paraje lejano e inhóspito esta en precisamente en eso en el esfuerzo. Si los caminos son arreglados y los obstáculos salvados de forma artificial terminaremos
corrompiendo y destrozando un entorno que se ha mantenido gracias al filtro natural que la propia naturaleza pone, que sentido tiene abrir vías de acceso para que toda clase de personas accedan a la medía montaña y cuando el entorno se deteriore se busque salvaguardarlo con cupos, vamos lo mismo que hacía la misma naturaleza sin tener que gastar un dinero que no nos sobra.
El camino Viejo nos deja en el alto dela Fuenfríay sin apenas pausa decidimos continuar hacia el cerro mínguete ya que la niebla nos deja por momentos fríos pero cuando sol nos da los buenos días son como bofetadas de calor que te dejan totalmente destemplado. José pone su ritmo trepador y nos deja arrastrándonos a Teresa y a mí por la senda sinuosa del cerro Minguete. Al llegar a la cumbre José nos propone hacer cumbre en el montón de Trigo ya que es un pico Virgen para Teresa y aceptamos, total una subida más que importa. Mi rodilla responde, pero me cuesta encontrar un ritmo de subida decente, estoy demasiado gordo, la falta de ejercicio de este invierno la esto pagando arrastrando sus buenos 10 kilos de más.
Tenemos la suerte de disfrutar de la cumbre del montón de trigo en solitario pero con la desgracia de solo poder disfrutar de las vistas de un lado de la montaña la que da a nuestra ruta, la mujer muerta, la otra vertiente se encuentra codificada por la niebla, una lastima ya que las vistas son extraordinarias. Descendemos el Montón de trigo y vuelta a subir por una senda pedregosa y preciosa que a modo de cicatriz se deja ver desde muchos kilómetros, Un grupo nos saca ventaja y José se lanza a su caza y captura, otro ha decido tomarse la salida con más calma y aprovechando que el viento ha parado y la niebla se ha disipado han decido disfrutar de un buen almuerzo con unas vistas de lujo. Ir hablando con Teresa hace que la subida se me pase sin apenas darme cuenta para desesperación que José que dice que se nos va la fuerza por la boca, en la cumbre dela Pinarejanos tomamos nuestromomento de reponer fuerzas sin parar demasiado en seguida nos ponemos en marcha hacía Oso. Alcanzar esta cumbre es fácil además se llega por unos canchales divertidos y unos neveros que se niegan a asumir que ya es primavera, época del deshielo. En la cumbre de Oso nos hacemos la foto de grupo de rigor, disfrutamos del viento un ratito y dejamos que nuestra imaginación se de una vuelta por las cumbres que nos rodean y me llaman a modo de canto de sirenas, las que más me tientas las de Gredos.
Nuestro recorrido nos llevaría hasta el Pasapán pero decido dar una oportunidad a una senda con buen pinta que nos dejaría en la pista superior del valle del río Moros. La senda es muy estrecha, vamos el típico ancho del caminar de una cabra montesa o una vaca caminando a lo chiquito de la calzada que pinta muy buenas maneras, pero esta termina diluyéndose entre una maraña de vegetación que nos obliga a dirigir nuestros pasos hasta el canchal que a modo de lengua pétrea se ha abierto paso ladera abajo. A mi que me encanta saltar por las piedras me resulta divertido y me lo paso bomba, pero Teresa y José que no ven tan claro que el rumbo que hemos tomado nos deje en buen puerto ven con preocupación la gran cantidad de altura que estamos perdiendo por un canchal con mucha inclinación que si tuviésemos que hacerlo en sentido inverso nos dejaría exhaustos. Una valla de piedra nos alegra la cara y la pista a unos cientos de metros termina por bordar una sonrisa que se resistía con las primeras puntadas de mi fe en alcanzarla con el rumbo tomado.
Una vez en la pista el calor se hace más notorio lo que nos obliga a ir buscando la sombra, decido guiar a mis compañero hasta el nacimiento del río moros y así evitar andar mucho por aburrida pista y subir la senda de maríchivas que la tengo pelín atravesada. La subida al nacimiento del río moro se nos hace dura y pesada ya que el río crecido no nos permite cruzar cuando necesitamos ir por la otra orilla tocándonos ascender por la más dura. Una vez en la pradera del nacimiento comemos y me dejo atontar un poco por Morfeo. Del nacimiento del Río Moros al Collado Marichiva se va por una senda Maravillosa, de las mejores que hay en la sierra de Madrid. Una vez en Marichivas descendemos por la senda que sale justo enfrente una vez cruzada la pista y terminamos nuestra mujer muerta, un tanto particular.
Andrés Maurois dijo una vez Con frecuencia el hombre busca una diversión y encuentra una compañera. José ha tenido suerte con Teresa es la estrella fugaz que se atrapa a modo de deseo mientras el resto están condenas a brillar cada noche para ser elegidas, forman una gran pareja.
Track de la ruta
P.D esta entrada es antigua, voy con mucho retraso en la publicación del blog y no quiero dejar ninguna crónica perdida, en la actualidad Teresa ha estado pachucha y se esta recuperando, espero que pronto puedas volver a caminar por las montañas.
Adivina Adivinaza
Andrés Maurois dijo una vez Con frecuencia el hombre busca una diversión y encuentra una compañera. Que sera ?
La bici jajajaja
Me gustaMe gusta
Javi, sabes que para mi ir contigo de ruta ya significa un día especial y leer cada una de tus crónicas es una auténtica delicia. Gracias por tus palabras que siempre me terminan por emocionar… en cuanto me ponga bien del todo hacemos la cuerda larga!!
Besos!!
Me gustaMe gusta