La ruta de los tres valles desencantados.

El mar, el cielo, la montaña, las islas, vinieron a aplastarme en una sístole inmensa, después se apartaron hasta los límites del espacio. Pensé débilmente y sin tristeza en el relato que había intentado articular, relato a imagen de mi vida, quiero decir sin el valor de acabar ni la fuerza de continuar.

Samuel Beckett


Este invierno cuando las veía de fondo se me encogía el corazón, eran mis montañas, mi patio de juegos en los que disfrutar y la válvula de escape a una semana agotadora en la que la palabra idiota toma forma humana. Pero tras mi paso por le pirineo la magia ha desaparecido o mas bien mi concepto de montaña, miro a lo lejos, donde antes era feliz y ya no veo nada he perdido mi refugio.

Aparco en Cercedilla, el mismo aparcamiento en el que años atrás entraba con una ilusión enorme por comenzar una ruta, por encontrarme a mis compañeros de pedal, a mis amigos del foro. Ya no queda nada, solo bajar la bici del coche y ponerme a pedalear por una ruta mil veces recorrida en la que se no me va a aportar nada.

Me encuentro muy bien sobre la bici, subo sin esfuerzo, la tregua que nos hemos dado ha funcionado, el día anterior hicimos las paces y nos fundimos en un romance de ajustes, aprietes y grasa que la hacen rodar alegre. Hace mucho calor y no hay mucha gente en la Fuenfría, en la fuente están parados tres bikers, tres máquinas de grupo ciclista poco conocido. Miran como lobos hambrientos los que suben hacia la Fuenfría, les dan tiempo, “Son Paquetes”. Les detesto tanto como ellos me pueden detestar a mi, se ríen de nuestro ritmo “verano azul” entre risas y carcajadas, Kobayashi Issa dijo una vez La mariposa revolotea como si desesperara en este mundo, al igual que nosotros los gordos que osamos ensuciar los caminos con nuestro sudor, los que hemos decidido rodar a la velocidad de las mariposas y no a la del viento no somos dignos de practicar su mismo deporte, les dejo en su regocijo mientras se cuentan batallitas de carreras pasadas. La Fuenfría me trae muy buenos recuerdos ya que cuando empecé a montar en bici la subía cada sábado saliendo desde Becerril para preparar el camino de Santiago, ahora subo con más ritmo, a plato mediano, con más polvo en mis bielas y mucha menos ilusión que hace cinco años. A la altura de la vereda alta me pasan casi rozando dos de los máquinas que se van metiendo palos uno a otro con la cara desencajada y una velocidad increíble, pienso que si llega a estar Samuel conmigo a estos les saca los ojos, el no puede ver estas cosas. Me paro en el mirador de los poetas y busco la alegría con la que solía asomarme a su balcón, no la encuentro, retiro la mirada hasta encontrar la frase deAleixandre “Desde esta cima solitaria os miro, campos que nunca volveréis por mis ojos, piedra de sol inmensa, entero mundo, y el ruiseñor tan débil que en su borde lo hechiza.” Pero esta vez no encuentro su embrujo. Un grupo de biker ataviados de con equipaciones de las buenas llegan agotados, van de blanco con perneras y manguitos negros de invierno, con el calor que hace. El esta fuerte y ella es una diosa del MTB, hacia mucho que no veía un cuerpo tan bien modelado para una equitación de bici. Pero ni los guiños que Dios me pone en el camino me animan y continuo mi ascensión hasta el puerto por el tramo que más de testo, paro en la fuente que hay antes del mirador de la reina, beber de la montaña su sangre helada me alivia no solo la sed también algo el alma, soy un vampiro de la naturaleza con menos glamour que los del cine.

Al llegar al puerto un biker me pregunta por el camino para ir hacia Segovia, esta junto con la diosa que también quiere ir a Segovia, le indico el camino, la diosa y su acompañante se unen para compartir viaje, me miran como diciendo, vente con nosotros, la verdad es que me hubiese dado lo mismo ir con ellos, pero vuelvo a negar a ese cuerpo perfecto y continuo solo mi camino, perdona señor por negar dos veces tu regalo divino.

El carril del gallo ya no es lo que era, ahora casi se sube mejor que se baja, me cruzo con dos jinetes y un manso con mala leche que le dejo todo el carril para el. El calor angosta la vegetación que lucha por mantenerse verde y regalarnos su frescura, hago una bajada divertida, incluso sonrío un poco. Pero durara poco, me toca volver a subir y esta para mí si es puñetera.

Huele a pino, pero no de ambientador de los de verdad a pino cortado, como en Ikea pero sin código de barras, al ritmo que llevan estos cualquier día los cachondos te dan el tronco, una sierra y las instrucciones para fabricar la silla. La subida me vence en el último kilómetro, en donde pongo píe a tierra con el corazón al borde del infarto, esta no es subida para viejos.

En la fuente de Cotos me repongo del esfuerzo, un grupo de ciclistas debaten si es mas duro la carretera o la montaña, Jesús que cruz. Los kilómetros de carretera se me hacen durísimos, el aire es fresco y el chalequito que me he dejado en casa se tiene que estar descojonando de mí. Me decido dar una bajadaterapia por el Whistler, pero solo la prudencia puede con mi valor y lo pateo en gran parte. El sendero de la casa de la Mariposas repone en el algo mi decepción bajadora, disfruto.

Llego al aparcamiento de Cercedilla y veo que un conductor educado me ha roto un faro del remolque y me ha dejado los trozos de recuerdo, pero no la nota de agradecimiento con su teléfono, los hay de un tímido.

Supongo que malos días los tenemos todos, no he disfrutado con la sierra, no he disfrutado con la bici, no he disfrutado con mi soledad. Me acuerdo de la Diosa y pienso en una frase de  George Brassens Hay días en los que a Cupido no le calienta nada, así como voy a encontrar a mi Ninfa.

Track de la Ruta

Distancia recorrida: 43,33 kilómetros
Altitud min: 1.172 metros, max: 1.856 metros
Desnivel acum. subiendo: 1.179 metros, bajando: 1.195 metros
Grado de dificultad: skill Difícil
Tiempo: 5 horas 25 minutos

Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
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Una respuesta a La ruta de los tres valles desencantados.

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