“Aunque somos nuestro propio tiempo, a veces somos el tiempo de otros y otros son nuestro tiempo, a veces sin quererlo, a veces queriendo, a veces durmiendo, a veces despiertos.”
Doménico Cieri Estrada
Tras la paliza de Cebreros solo deseaba descolgar el teléfono y escuchar la voz de Isra con un ya clásico, no vengáis hace un tiempo de perros, mejor nos quedamos en la cama, pero no, media hora antes de que sonase mi despertador sonó el teléfono con un Isra serio y convencido “Hay ruta, tiempo estable”, miro por la venta y parece que el alba carga cubos de pintura azul, por lo que da la impresión que va a dibujar una amanecer despejado.
Al llegar a Villalba me doy cuenta que el cielo azul precioso con un sol radiante se torna en unos nubarrones negros como el sabaco de un grillo, al llegar a Cercedilla tímidos copos golpean el cristal. Cuando llego al lugar de salida Cristian y Gamusino le toman el pelo a Isra, intentamos hacer un motín y bajar a montar a Villalba, pero Isra cabezón como el solo se planta, “… Iros vosotros yo me quedo.” Y como somos de la generación de “no lo abandones el nunca lo haría”, no pedemos dejarle solo por lo que nos vestimos con nuestro mejor humor y comenzamos a rodar rumbo a la fonda Real, saliendo por los sendero divertidos de las afueras de Cercedilla. Antes del repecho que da a la carretera, un perro inmenso con unas pezuñas del tamaño de mi mano nos sale al encuentro, pero es un ser noble y cuando esta a penas unos metros de nosotros agacha la cabeza y se tumba a un lado llorando para que le demos un poco de cariño. Tras alimentarlo con unas caricias nos alejamos dejándolo a los pies del sendero. Isra esta vez se deja sorprender y le regalo el sendero JJ, el no lo conocía ni el resto del grupo y se queda maravillado por lo bonito que es y por lo sencillo de rodar. La senda JJ apenas tiene 50 centímetros de ancho y esta bien custodiado por ramas arranca cambios si no estas pelin atento, da gusto ir abriendo el camino y a tu espalda escuchar los gritos de disfrute de tus amigos, muchas veces nos complicamos con pasos y rutas complicadas pero en lo simple esta lo divertido. El sendero nos deja muy cerca de la cumbre del cerro de la golondrina pero tendremos que poner algo de ganas en los pedales para coronar ylanzarnos por pista hasta alcanzar la urbanización de Reajo del Roble en la que les tenía guardada una sorpresa en forma de trialera.
Evidentemente para bajar hay que subir y nos toca sudar la gota gorda por unas cuestas de esas graciosas en las que te planteas porque elegiste la bici como deporte y no el golf. La respuesta a esa pregunta la tendré unos minutos después bajando un pedazo trialera de las disfrutonas, no muy largo lo justo para subir la adrenalina, no muy complicada lo gusto para darle la emoción que se precisa, gamusino esta entusiasmado, Isra alucina por no conocer este pedazo de bajada y Cristian lucha con su bici por seguir nuestras trazadas sin caerse. El último tramo es orgásmico, algo inclinado metido en un tubo en el que sueltas frenos cuando ves el final mientras suenan salvas por parte de los cazadores ante el espectáculo que estamos dando, glorioso.
Dejamos atrás collado mediano por una pista maravillosa que nos dejara en la urbanización de la virgen de la Paloma y de hay enlazaremos con Becerril por unos senderos medio borrados por las máquinas que limpian el campo.
Menos mal que el sendero divertido y técnico que nos dejara en Moralzarzal esta intacto y lo disfrutamos a tope, Recordar si hacéis este sendero que hay salir por debajo del somier.
Unos metros de pista nos dejaran en la entrada de uno de los senderos mas bonitos que hay por esta zona, me giro y veo que Cristian esta sentado en la pista agarrándose el hombre, vamos hasta el y nos damos cuenta que se ha caído, ha frenado demasiado y ha salido despedido de la bici golpeándose el hombro con el suelo. Tiene dolor pero nada roto por lo que se anima a continuar. La senda es una delicia con unas vistas espectaculares desde la altura del pueblo. Cristian me dice que se encuentra mal y decido acortar la ruta, regresamos a Cercedilla por pista en lugar de por senderos pero satisfechos por haber disfrutado de un día estable, divertido, con un paisaje y un recorrido espectacular que merece la pena recorrer, seguramente en unos meses completaremos la ruta con el resto de sendas pero esta ruta para días malos de inviernos no esta nada mal.
Cristian recupérate amigo que queremos verte pronto dando guerra sobre una bici.
Paseando de enlace en enlace he desembocado en tu blog y me ha encantado el enfoque y el tono con el que escribes sobre tus recorridos montañeros. Te cuento: el árbol que vistéis en La Pedriza subiendo desde El Tranco es el alcornoque de El Bandolero y es uno de los árboles más singulares de Madrid, se le calculan de 400 a 500 años y lo más asombroso de su doble tronco es como ha conseguido crecer en condiciones tan precarias, por cierto, lo de el Bandolero es porque la leyenda cuenta que ahí guardaba sus botines un bandido local del siglo XIX. Cuando lo vi por primera vez,y de esto hace más de 35 años, todavía no había desgajado la roca que lo «envolvía».El burro que vistéis después, es de Guzmán, el guarda del refugio, es con el que transporta las viandas y ambos dos son dos personajes entrañables, ah, el perro también. Todo esto es un poco para presentarme, pues aunque llevo toda la vida escalando,bajando barrancos y montando en bici no tengo GPS ni se manejarlo, he recorrido la mayoria de los senderos de Madrid que están a mi alcance, no conozco los recorridos de Collado- Morarzarzal que parecen muy interesantes, así que si algún día quieres repetirlos y no te importa te acompaño, quizás también podríamos intercambiar información sobre recorridos. Un saludo. Mi móvil es 661736906.
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