“La sonrisa es el idioma general de los hombres inteligentes. Sólo son tristes los tontos y los delincuentes.”
Víctor Ruiz Iriarte
Y como no somos ni tontos ni delincuentes, podemos lucir la mejor de nuestras sonrisas desde bien temprano, tal vez por ello al detener nuestro coche en el punto de control y bajar la ventanilla aguardando que el controlador nos informase del costo de las tasas para acceder al castañar se obrase el milagro y este nos dejase pasar sin cargo, gracias amigo. Noe que vendría unos minutos después utilizo el método Alonso, que es acelerar a fondo y saludar con la mano, jejeje mismo resultado pero menos glamuroso. Dejamos el coche de Noe al final de la senda de San Gregorio y subimos hasta el castañar en el Coche de Jordan (Pedro) que es la primera vez que nos acompaña y esta muy ilusionado. Menos para Noe y para mi el castañar es para ellos una incógnita de la que han oído hablar maravillas. En el aparcamiento les pregunto si ellos sueñan en color o en blanco y negro, ya lo se, se me va la pinza pero espero que puedan soñar en color por que su retina va a tener trabajo la jornada de hoy y cargar de colores su mente con la que decorar sus sueños.
El tiempo no es bueno, el cielo esta encapotado, la temperatura es baja y algunas gotas revoltosas que se han quedado rezagadas jugando sobre las numantinas hojas de los castaños se despeñan a nuestro paso empujadas por un viento que despierta por momentos. La lenta agonía de este otoño que no termina de arrancar ha cargado esta semana su pincel de ocre angostando un poco más algunos castaños rebeldes. El contraste de colores, marrones, naranjas y verdes tiene un efecto calmante, te relaja dibujando una mirada de paz y armonía que se mimetiza en el entorno, es entonces cuando empiezas a sentir y vivir la magia de esta maravilloso lugar. Estamos prácticamente solos en el castañar y podemos disfrutar del abuelo en soledad y percatarnos de la presencia de dos pinos inmensos maravillosos junto al abuelo en los que no habíamos reparado visitas anteriores.
Dejamos al centenario castaño reposar tranquilo para poner rumbo al pozo de las nieves. Las vacas pasean junto a sus terneros que no se separan de sus madres, una de ellas lame de forma cariñosa las pezuñas de su pequeño, jamás había visto a una vaca hacer un gesto tan maternal con uno de sus becerros. Algunas vacas avileñas nos miran con recelo y nosotros les dejamos espacio, vamos todo el camino y un trocito de pinar, Pedro se lamenta de que su familia no pueda ver este espectáculo y nos cuenta como este verano fue atacado por unos gallos de tamaño XXL en Cantabria mientras paseaba con su hijos, según nos contaba la historia me imaginaba la situación pero con Jose de protagonista frente al gallo cabezón, que apesar de las patadas que le propinaba Pedro le envestia una y otra vez , digno de videos de primera. Según vamos ascendiendo por la senda, la niebla comienza a velar los paisajes que quería regalar a mis amigos reemplazándolos por bellas estampas asturianas en pleno sistema central. Llegamos a un refugio que se encuentra en perfecto estado de conservación, como todos lo que he visto en Ávila, ya podía aprender la comunidad de Madrid y crear una red de refugios como estos, claro que también tendríamos que ser como los castellanos leoneses y mantenerlos en perfecto estado. A un paso de este refugio y siguiendo una estrecha senda llegamos al pozo de las
nieves, que lo visitamos. Aprovechamos el refugio anexo para descansar y tomarnos unos bocatines como diría mi amigo Mass. Mientras estamos dentro sentimos como el viento azota las paredes de piedra. Cuando salimos el frío es muy intenso y la niebla algo más cerrada, una lastima ya que el pozo de las nieves es un gran balcón sobre el que poder asomarse al Valle de Iruelas. La senda que nos conduce hasta el puerto de Casillas es una preciosidad, los helechos marchitos cercan la senda que serpentea por un verde tapiz de pasto. Nos cruzamos con una familia y sus dos hijos pequeños embutidos en sus abrigos, guantes y gorros, están disfrutando de un maravilloso día de Otoño viviendo una lección que nunca olvidaran, la sensación de frío y humedad en el amabiente, el correr veloz de las nubes desvelando y ocultando el entorno que te rodea, adivinar siluetas a medida que te acercas, la educación tras un plasma es
educativa y efectiva pero le falta vida, muchos niños solo podrán tener referencia de estos momentos por el cine
o por imágenes ya que sus padres consideran que hace muy malo para vivir la montaña.
Para sorpresa de Noe y del resto de mis compañeros que me ponen mirada de odio, cuando les pido dejar la senda para tomar una subida por una arroyo seco muy empinada, mis compañeros desconfían un tanto de mi intención de subir por este arroyo seco, no tenemos referencias ni de donde estamos ni hacia donde vamos y el viento comienza a ser cada vez más frío y cobra más virulencia . Todas sus dudas se despejan cuando les guío sin un solo metro de error hasta la puerta que da acceso a una pista la cual seguiremos para coronar el Pico de Casilla. Una vez alcanamos el pico tenemos que aferrándonos a su vértice geodésico ya que el viento se había propuestos evitar que coronáramos nuestra cumbre del día.
Dejamos rápido el pico por una senda un tanto difusa, bueno más bien inexistente hasta que el track nos conduce a una pista bien marcada pero que repta bajo una puerta con un candado. Como no tenemos más opción nos colamos por debajo de la puerta y comenzamos a descender hasta el castañar por una pista en perfecto estado de conservación, de repente nos encontramos con una edificación,
pensamos que estamos en una finca privada o lo que es peor en una Cepa protegida, pero la verdad es que en ningún momento vimos cartel algunos que nos prohibiera el paso. Bajamos un poco acojonados ya que no sabemos lo que nos vamos a encontrar, nuestro miedo se acrecenta cuando Jose nos muestra la huella de la pisada de un perro que por la profundidad y tamaño tenia que ser como un oso de grande. Bajamos en silencio con todos los sentidos en alerta y esto en un día de viento es cagarse de miedo, decidimos salir cuanto antes de esta finca, buscamos un lugar para saltar la valla, imposible demasiado alta, continuamos bajando y divisamos una segunda residencia, esta vez más grande y con un todo terreno verde, esto se complica, un bifurcación nos salva de tener que pasar por la casa y ser devorados por el perro-oso. El destino se alía con nosotros, la bifurcación no solo nos aleja de la casa sino que nos guia a un lugar en el que han podado un árbol y lo han cortado tan bien que todas las ramas han caído sobre la valla dejándola en el suelo. Ya fuera de la finca y a salvo de la fieras mitológicas que estamos seguros guardaban el lugar podemos respirar tranquilos y disfrutar de ratitos de sol que una vez la niebla se va retirando la mañana nos va regalando. Comemos sobre unas piedras mientras unos bikers bajan la trialera que viene de Casillas pueblo. Noe les mira
con envidia, le gusta el senderismo, correr pero su cuerpo le esta pidiendo ya la adrenalina de la bici. Recorremos el castañar hasta el aparcamiento haciéndonos algunas fotos con troncos singulares y sorteando ahora si los numerosos visitantes que también quieren su
ración de fantasía multicolor. Ya casi en el aparcamiento a Noe le da un ataque de locura y se tumba en el suelo dándose un baño de otoño con las hojas de los castaños cubriéndola, teresa se apunta a la idea y terminan junto con jose en una batalla campal a base de hojas de castaño, la mejor munición del mundo.
Recorremos la senda de San Gregorio hasta el coche de Noe. Pedro y nuestra ninfa de Cebreros van a recoger el otro coche mientras Jose, Teresa y yo nos marcamos tres kilómetros descendiendo hasta el puesto de control en donde nos volveremos a reunir todos, cansados y felices por una ruta que parecía sencilla y tranquila pero que se nos fue un poco de las manos, lo importante es que nuestras chicas tienen la sonrisa dibujada en la cara y eso es la mejor recompensa que nos puede regalar el día.
Track de la ruta
(ojo no sabemos si el tramo que por el que pasamos bajo la puerta es legal, bajar por la pista que desciende desde el pico de Casillas para evitarlo)
¡Qué crack estás hecho!
Eduardo.
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Gracias Javi 😉
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Muchas gracias a todos otra vez por la ruta,por tener paciencia conmigo,por esperarme,por preocuparos,ah,y a ti sobre todo Javi,por no poner lo del piñazo que me di…:-).
Pd.- He visto que en el track,has puesto dificultad dificil,que alivio,porque si encima pones que era facil me da algo.
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