“En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: ‘sigue adelante.”
Robert Frost
Últimamente cuando miro el mapa de Madrid y me pongo a ver rutas por la sierra me entra pereza de hacerlas, las tengo tan vistas y recorridas que no me atrae ninguna por separado, la idea de juntar varias me atrae, pero el calor por un lado me tira para atrás y como son rutas largas, muy largas tampoco puedo pedir a nadie que me acompañe, así que ando dándole vueltas a la cabeza para hacer rutas originales, divertidas y que tengan algo de chispa para el MTB. El sábado quería hacer alguna de estas megarutas pero tras hablar con Totapillao, la opción de hacer algo por la Barranca en plan tranquilo llegando prontito a casa tampoco me disgustaba, y además tengo que ser algo más sociable que últimamente con más de tres personas me agobio.
A las 9:00 me llama Totapillao que esta buscando sitio para aparcar la “Jacinta” su furgoneta, me voy a buscarle al cruce del pueblo y le guío hasta el aparcamiento que esta junto al colegio de Becerril, me llama JJ y con la típica voz que ponemos cuando estamos entre dos mundos, no apunto de palmarla, sino medio dormidos, medio despiertos, me dice que esta aún en la cama que se ha dormido que no viene a la ruta. Tras prepararse Totapillao y sus amigos, los Vikingo´s Team comenzamos la ruta saliendo de Becerril por la pista del circuito cola Cao, rampa durilla al principio pero llaneo divertido hasta que nos deja en la carretera a pie de subida a la presa, uso poco este tramo para enlazar rutas ya que casi nunca salgo del pueblo que bueno recuerdos me trae este circuito de correr cuando las zapatillas eran mis mejores amigas, que tiempos aquellos y que lejos quedan ya en mi memoria. Subimos la presa de Navacerrada y cruzamos la presa por la puerta que queda más pegada al monte, algunos pasos con piedras puntiagudas siembran algo de dudas en los componentes pero las pasan sin problemas, tras bordear la parte trasera de la presa entramos a Navacerrada pueblo por el camino de Santiago de Madrid, El ayuntamiento esta haciendo obras en el pavimento adoquinado que tanto le gusta a Pantani por lo
que nos toca sortear vallas y montones de tierra. Dejamos Navacerrada pueblo por el cementerio, vamos buscando la paz, pero no tanta, así que huimos de las pistas que sube a la barranca para trepar hasta el Hospital por la continuación de mi sendero. Totapillao va sobrado y otro de sus amigos también pero el tercero se va quedando rezagado, es lo que tiene la montaña que si tienes un mal día esta te lomultiplica, no nos importa esperar, el día no es caluroso, la charla es amena y siempre se agradece un descansito a la sombra entre rampa y rampa.
El sendero nos deja a los pies de la presa de mingo, pasamos al lado de unas vacas que nos miran mal y preferimos guardar las distancias. La Barranca nos abre sus brazos para darnos la bienvenida, la pista en perfectas condiciones nos invita a ascender para descubrir los encantos que este hermoso valle madrileño guarda en su interior, jejeje por eso dentro de el esta el sendero alakan, nosotros subimos lentamente, mis compañeros de ruta están de acuerdo conmigo de lo absurdo de las instalaciones de Pino a Pino, pero bueno hay gente para todo, a mi no me gusta este donde esta. En la entrada a la senda Ortiz nos reagrupamos y tomamos una frutita que siempre viene bien para reponer fuerzas y afrontar con existo uno de los mejores senderos de la comunidad. No tiene una pendiente increíble pero si tiene unos pasos que requieren algo de destreza en esto de la bici con un puntito de fuerza. Esta vez solo Totapillao se los pasa todos ya que yo meto la pata en el último y por exceso de confianza me quedo patinando en la salida de unas raíces, que lástima.
Para alegría de mis compañeros les informo que este es el punto más alto de la ruta estamos sobre los escombros del antiguo sanatorio de Guadarrama o como lo conocíamos los de la zona como sanatorio Walpurgis en donde se rodó la película del hombre lobo español, la noche de Walpurgis.
Tras sufrir las subidas, ponemos los sillines en posición bajada y nos lanzamos por la magnífica trialera llamada “Bambi”, en esta trialera hay dos trazadas una central que es la original, muy petrolera y con una inclinación de la leche y otra trazada más “globera» que va la cruzando, disfrute garantizado y sonrisa de oreja a oreja al llegar de nuevo a la pista, en donde tras girar a la derecha tomamos el segundo tramo con un comienzo extremadamente divertido por un sendero pequeño para finalizar entre pinos por un
sendero-pista ancho.
Tras pasar por una puerta bajamos unos 50 metros por carretera para tomar la pista que sale a la derecha y tras pasar la barrera a unos 10
metros a la izquierda tomamos el descenso de la trialera del Miedo, una bajada impresionante que ya voy dominando y tan solo me falta
dos pasos para terminarla completa, esta vez casi solo uno. Tras pasar algo de susto más que miedo recorremos la pista que nos deja en al fonda real y de hay meto la pata como ya es habitual en mi y me lío metiendo al grupo por el cerro de la golondrina para bajar por un sendero que la montaña se lo esta comiendo. Si alguien se decide a seguir el track, que haga un acto de fe que la final se llega, pero la verdad dudo mucho que el sendero dure un par de meses más ya que empecé bajando por el con unos 50 cm y ahora no tiene más de 12 en algunos pasos.
Al llegar a la puerta las miradas asesinas de los vikingo´s team cuando digo de subir unos metros para quitar la carretera me hacen recapacitar y alcanzamos la presa por la carretera en rápido descenso para meternos en una última trialera para cerrar la ruta llegando a becerril en donde disfrutamos de una merecida cerveza con limón a la vera de unos preciosos ojos de gata, Jesús que moza.
Madre mia que mañana pasamos.
Mis colegas todavia me la recuerdan.
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