«Sólo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado».
Ian McEllen (El señor de los anillos: La comunidad del anillo)

Mi nombre es alakan y soy un gordo, una mole de casi 90 kilos que se empeña en montar en bicicleta, buscar un atisbo de libertad recorriendo los difuminados senderos de la vida, este sábado no quería ir a Valladolid a la ruta de entreveredas, la verdad es que cada vez me encuentro más huérfano de un grupo con el que compartir las salidas semanales, para rellenar con pedaladas el comienzo de un incierto fin de semana en lo meteorológico propuse salir por Mordor, al final unos buenos amigos asistieron y salio un día interesante.

Mira que he ido veces al velódromo de galapagar y esta vez que tengo el tiempo justo para llegar a tiempo, voy y me pierdo, lo mío ya es caso de estudio. En el lugar de kdd ya están todos esperándome, me pongo las botas, bajo la bici y comenzamos la ruta. Junto con las nubes que cubren los maravillosos días que hemos disfrutados días atrás también ha llegado Jack Randall, el talibán de la bici y dando un golpe de estado bikero me cambia la ruta tomando las riendas del grupo, la verdad es que lo prefiero, Jaime se conoce muy bien la zona y rodar un rato por alguna trialerita y senderito que se conozca puede ser muy divertido.

Comenzamos rodando por pista hasta que el ímpetu constructor ha transformado las pistas en calles asfaltadas, esto nos da algo de juego para criticar a Jack y acusarle de carretero.

Desde la universidad de Carlos III la ruta recobra su espíritu de MTB y subimos por un sendero técnico muy divertido hasta que en el primer cruce decidimos bajar por una trialera rápida que nos dejara cerca del aeródromo y como todo lo que sube baja nos toca trepar por una rampas que nos dejan finas las piernas, en esta ruta K2biker y unos amigos suyos de Extreme bikes suben que se las pelan y desde casi en la base de la subida les veo en la mitad de la misma a una velocidad endiablada, llego el último les toca esperarme, la verdad es que les ha tocado esperarme toda la ruta, Jack tiene razón, no me esfuerzo sobre la bici y me da la mismo que el grupo tenga que esperarme, y como tiene razón es algo que meditare e intentare ponerle remedio, pero el único remedio que se me ocurre es volver a mis orígenes de biker solitario. Tras la subida y por pista llegamos a la bajada hacia Mordor, rápida con rodadas y algunos tramos técnicos que algunos compañeros de ruta se lo piensan antes de tirarse. Como tengo una racha en la que vivo una nueva luna de miel bajadota me lanzo y lo paso con una soltura impropia de un globero como yo, y no solo eso que además supero un rampón técnico con el asombro de unos senderistas que me han visto bajar por les escalones y ascender. Para completar la bajada de lujo paso el último tramo hasta la presa del Aulencia, la primera vez en mi vida que lo hago del tirón.

Este rincón de Madrid es una autentica pasada, desde la presa del Aulencia el río se encajona en una especie de cañón con pasos que son una aventura sortear y de un belleza increíble. K2biker cae en una de los pasos sin consecuencias y hacia la mitad del sendero decide comprobar que tal se descansas sobre un lecho de zarzas, jejeje. Mordor se cobra su tributo en sangre y nos depara una sorpresa desagradable, los terratenientes de la finca de final del sendero han decido vallar la pista que usamos para volver hacia la universidad por lo que nos toca hacer sendero bordeando la valla, el camino es bonito pero muy lento al tener que sortear tramos que no son muy ciclables.

Por fin nos terminamos la valla y podemos subir por la opción B de salida, la pendiente es buena y las roderas son considerables. Para volver hacia la universidad usamos un sendero muy divertido que encontramos por casualidad pero por desgracia es en subida, algunos pasan del sendero y suben por la pista, pero yo me empeño en completarlo y el resultado es que cuando corono, veo al grupo terminando de completar la bajada, Dios estoy en un estado de forma que roza lo patético.

Llegamos de nuevo a la universidad para volver hacia galapagar cuando pincha Jack, al reparar le doy un poco de aire a la rueda y me cargo la válvula de su cámara nueva, hoy no es mi día sin duda. La Reparamos con una cámara nueva y volvemos a recorrer la antiguas piestas, ahora calles pavimentadas que darán acceso al lujo y la opulencia. Terminamos la ruta a una hora decente. Mordor es divertido, auténtico y una pasada, pero no se no termina de llenarme esta ruta del todo.

Track de la ruta