“A veces sucede así en la vida: cuando son los caballos los que han trabajado, es el cochero el que recibe la propina.”
Dame Daphne du Maurier
El tiempo esta definitivamente loco, pleno mes de Julio y amanece un día con 14 grados y cielos cubiertos, para colmo tengo las zapatillas empapadas de la salida del viernes por la Jarosa y no termino de sacarme el frío del cuerpo desde ayer.
Garbu y yo pensamos que nadie acudiría a la cita para la ruta de los tres valles, pero para nuestra sorpresa se apuntaron unos cuantos amigos.
Salimos a las 9:30 pasadas un buen rato ya que tenemos algunos retrasos, algo habitual y subimos por la variante a la carretera que de la Fuenfría, una pista que en subida criminal para lo frío que estamos empalma con el puricelli hasta el Sanatorio en donde pillamos una senda corta pero divertida y le robamos unos metros de asfalto a la ruta.
Ya rodando sobre asfalto subimos entre risas y entumecidos por el frío nos falta ropa de entretiempo para un día otoñal. Intentamos acortar el recorrido de subida dando un mordisco a la pista y enlazando por sendero con el reloj de Cela, pero no doy con ello, subo muy cansado helado como para pensar. Nos cruzamos con tres peregrinos que dirigen sus pedaladas hacia Santiago en su segundo viaje, ya son ganas con lo coñazo que es el camino, creo que una vez cumplimos como Madrileños en ir a ver al santo desde casa. No hay mucha animación por la sierra y coronamos el puerto sin mayor novedad, propongo cambiar la ruta y subir al pico del águila, pensaba que podía ver ese mar de nubes que llevo años buscando y no consigo disfrutar.
El grupo decide hace la ruta propuesta por lo que nos tiramos hacia el carril del Gallo, esta vez me ha parecido muy sencillo los primeros metros, la verdad es que una maquina ha dejado la zona como una autopista, Manu y alguno mas se despistan y les vemos aparecer empujando la bici entre la niebla, se tiraban por la gallina en lugar de por el gallo, jejejeje.
La senda del gallo es una trialera sin dificultad, muy disfrutona, además la niebla le daba un toque mágico, el suelo humedecido nos facilita un agarre extraordinario, algún susto que otro con alguna raíz y piedras traviesas que te cambian la trazada al resbalar los neumáticos. Al llegar al final del primer tramo nos encontramos un grupo de senderistas que nos jalean al pasar un río. Como no nos gusta mucho el asfalto, empalmamos con otro trozo trialero y este con algo más de dificultad y una losa fantástica para bajar, en uno de los tramos me encuentro a Inegro, tirado entre los helechos, le ayudo ha desengancharse de la bici y al ver que esta bien, nos marcamos las risas y coñas de siempre.
Tras este tramo que nos deja cerca del puente de la cantina, subimos unos metros por asfalto para enlazar con la pista nos dejara el subida del camino viejo del paular, ya solo nos queda una hora de sufrimiento. El vagón de cola se forma con Obre, Inegro, Garbu y yo. Obre nos dejara al poco y Garbu hoy tiene un mal día y rueda de forma intermitente, vamos hace un rato la goma. En la subida nos encontramos con un biker preciosa a la que ayudamos a solucionar un problema mecánico con su bici, pensamos que nos pasaría como una centella, pero no hoy vera como otro grupo de hombre la deja tirada a su suerte, En el mundo del MTB no vale tener tetas, sino piernas, sin piernas no hay paraíso, eso si la tetas y un buen culete ayudan una barbaridad.
Breve pausa en cotos y continuamos por la pestosa carretera que nos dejara llaneando en el puerto de Navacerrada, en donde vemos como el aparcamiento esta plagado de carpas de marcas conocidas de bicicleta. Son los entrenamientos del campeonato de Madrid de Descenso, saludamos a algunos amigos y nos lanzamos por el Whisler rumbo a Cercedilla, el bono bici se agota y es tarde, muy tarde.
El Whisler me resulta por tramos un tanto complicado para lo cansado que voy y Garbu no va fino bajando por lo que en cuanto tenemos posibilidad nos metemos al calvario. Como estamos cerca del desvío hacia el atajo, me tiro por el, no es una bajada complicada y si muy disfrutona. Tras este tramo intento seguir la estela de mis compis mas descender pero los pierdo en un sendero por lo que volvemos de nuevo a la pistas del calvario y ya rodaremos sin mayor complicación hasta cercedilla.
Un día divertido, con buenas bajadas y subidas en el que he disfrutado, y hemos podido ver como será un día de otoño de la próxima temporada 2009.
El Blog de Alakan 