La historia de Annie londonderry, primera mujer en dar la vuelta la mundo en bicicleta.

Hace tiempo subí a mi canal de YouTube una capítulo sobre la primera mujer en dar la vuelta al mundo, al final del artículo te dejo el link por si quieres verlo.

  • ¿Quien era Annie?.

Su nombre real era Annie Cohen , Ciclista, Periodista y aventurera, fue una mujer increíble que usó una bicicleta como vehículo para hacer una declaración al mundo sobre lo que las mujeres son capaces de hacer. Nacida en 1870 en Riga (Letonia), se la reconoce como la primera mujer en dar la vuelta al mundo en bicicleta.

Annie es protagonista de su propia aventura tras ser retada por dos empresarios de un club en Boston, ¿en que consistía el reto?, muy simple dar la vuelta al mundo en 15 meses y ganar 5 mil dólares, Annie aceptó el reto, reinventándose para cumplir con la ruta planteada.

En el momento de su partida y ante una multitud de 500 personas , la joven declaro:

Tengo que completar la vuelta al mundo en quince meses, ganar en el viaje 5.000 dólares y empezar solo con la ropa que llevo puesta. No puedo aceptar nada gratis de nadie.

Estas eran las principales condiciones del viaje. Otras se impuso ña propia Annie, como no decir una palabra sobre estar casada y ser madre.

Annie de vivir hoy en día sería una gran creadora de contenido manejando a la perfección las redes sociales. Sabía que la gente estaba enamorada de las aventuras alrededor del mundo y de quienes se embarcaban en ellas, y esperaba que una vez que demostrara su valía, la prensa y el público seguirían sus esfuerzos con gran interés.

Para que os hagáis una idea del periodo histórico del que estamos hablando, unos años antes, en 1872, Julio Verne había captado el espíritu de la época escribiendo la vuelta al mundo en Ochenta días. En el mismo período, Thomas Stevens fue el primer hombre en dar la vuelta al mundo en bicicleta en tres años y recorriendo 21.700 km.

El viaje de Annie no estuvo motivado por el deseo de hacer una declaración política, más bien, la bicicleta fue el medio de escape de Annie de una vida limitada por las expectativas de las mujeres del siglo XIX. A los 18 años estaba casada y tenía un hijo; cuando partió para andar en bicicleta por el mundo en 1894, tenía tres hijos pequeños y un trabajo vendiendo anuncios para varios periódicos de Boston. Su esposo, Max, era un judío devoto que se ganaba la vida modestamente como vendedor ambulante. Ella esperaba que la bicicleta fuese su boleto a la fama y la fortuna. Para una mujer de esa época dejar a su esposo e hijos pequeños era inimaginable; hacerlo para andar en bicicleta por el mundo fue completamente un acto radical.

Cuando Annie murió en 1947, su audaz aventura ya era una parte olvidada de la historia de las mujeres en Estados Unidos. No hubo obituarios, ni homenajes, ni siquiera una mención en la esquela colocada por su familia en el diarioThe New York Times mencionando su gran hazaña.

  • El viaje

El 25 de junio de 1894 comenzó su viaje desde la Casa del Estado de Massachusetts en una bicicleta de mujer de marca Columbia, un revólver con mango de perla, vestida con una falda larga y en la parte trasera de su bicicleta colgando el cartel de su primer patrocinador, la empresa de agua de manantial “Londonderry Lithia” por lo que recibió un pago de 100 dólares, llegando a un acuerdo de adaptar su nombre al de la marca, pasándose a llamar así Annie Londonderry.

Vestida al más puro estilo de la era victoriana, con una falda negra larga, una camisa entallada, un blazer y un sombrero de paja, Annie comenzó su viaje en una bicicleta Columbia de 19 kilos. Tenía un solo engranaje y ningún mecanismo de rueda libre, vamos era una fixie lo que significaba que los pedales giraban con las ruedas. Al ir cuesta abajo, podía colocar los pies en los apoyos montados en la horquilla delantera, para que los pedales giratorios no se enredaran en sus faldas y la hicieran caer al suelo. Sólo la determinación y la ambición pudieron llevar a Annie Londonderry en su bicicleta a Chicago. Llegó en otoño, demasiado tarde para afrontar las llanuras del Oeste y el invierno por lo que dio media vuelta y regresó a Nueva York para embarcarse rumbo a Francia.

En Nueva York dejó la bicicleta Columbia para subirse a una Sterling marfil y oro , mucho más ligera, pero con un cuadro típicamente masculino, lo que requería un cambio sustancial de ropa. Cambió su falda por unos bombachos, (vestimenta con falda y pantalón para mayor facilidad en los movimientos).

La ropa deportiva involucró a una amplia variedad de mujeres en una discusión sobre cómo vestirse. En una época en que las mujeres comunes y corrientes rara vez desafiaban los dictados de la moda. La novedad de los deportes ofrecía la oportunidad de repensar la ropa femenina.

Los «libros de ruta» para ciclistas que ofrecían rutas meticulosamente detalladas entre ciudades tan distantes como Nueva York y Chicago estaban disponibles en la década de 1890.

Mientras tanto, los periódicos estadounidenses comenzaron a narrar los movimientos de Annie con tonos de asombro, admiración pero también de incredulidad ante una empresa que ninguna mujer había intentado jamás. Esto es lo que dijo el Daily News:

Es muy posible que esta vuelta al mundo no esté contemplada en absoluto, sino que solo sea un proyecto concebido por el fabricante de bicicletas para publicitar su marca.

Ya sea que se la mencionara como una heroína o como una estafadora, el nombre de la Sra. Londonderry se hizo famoso y en cada nuevo destino era recibida como una celebridad. No faltaron las decepciones, los prejuicios, los comentarios deleznables al ver a una mujer en bicicleta hacer sola un viaje así.

Tras siete meses de viaje su celebridad había crecido tanto que, una semana después de su partida de Nueva York a bordo del SS La Touraine, el 3 de diciembre de 1894 llego a Francia. Annie topó con la burocracia francesa: su bicicleta fue confiscada y los funcionarios de aduanas se quedaron con todo su dinero. A pesar de este revés y de recibir críticas insultantes por parte de la prensa francesa por su modo de vestir, Annie se las arregló para llegar en quince días a Marsella acompañada de un nutrido grupo de seguidores.

Un periódico local dijo que Annie había «capturado los corazones de la gente de Marsella».Pedaleó por la costa Mediterránea, hacia Egipto. Durante su viaje Annie no dejaba de mandar telegramas a la prensa estadounidense en los que contaba todas sus peripecias a través de los países que iba visitando. Gracias a ello, su viaje era cada vez más conocido por el gran público le iba aumentando su número de seguidores, y no solamente en Estados Unidos, sino en todo el mundo.

Su viaje continuó hacia Jerusalén y a la actual Yemen, antes de embarcarse para ir a Sri Lanka y Singapur. Algún que otro tramo lo realizó en tren o en barco, según sus posibilidades.

Para completar la apuesta a tiempo, Annie, en cierto punto de su viaje, comenzó a desordenar las cartas. Si el cruce de Estados Unidos si lo realizó en bicicleta, no se puede decir lo mismo de su recorrido por el este. Después de ir en bicicleta de París a Marsella, la ruta continuó en un barco de vapor. La Annie se detuvo en lugares como Jerusalén, Bombay, Calcuta, Ceilán y Singapur. Para probar que realmente había estado allí, tenía que obtener la firma del cónsul de los Estados Unidos en cada lugar.

En estos lugares, más que andar en bicicleta, parece haber pasado su tiempo uniéndose a otros viajeros, cazando tigres o cruzando la selva a lomos de elefantes. Aún por medios alternativos, botes o lanchas, llegó a China, donde se interesó por los acontecimientos políticos del país, en particular el enfrentamiento entre los ejércitos chino y japonés. Decidió aprovechar la situación adversa en la que se había aventurado. Recopiló material fotográfico y llevó un diario de guerra que compartiría públicamente organizando conferencias a su regreso a Estados Unidos. Después de tocar Japón, Annie Volvió a los Estados Unidos a través de San Francisco, el 23 de marzo de 1895. De allí pedaleó hasta Los Ángeles, luego a El Paso, para más tarde cambiar la ruta hacia Denver, a donde llegó el 12 de agosto de 1895.

En el camino se encontró con bandidos, apenas esquivó el impacto con un tren mientras pedaleaba sobre las vías, enfermó de neumonía y sufrió una fuerte caída de su bicicleta.

El el 24 de septiembre Regresó a Boston después de dar la vuelta al mundo en bicicleta, el cuentakilómetros de su Sterling marcaba 15.455 km. En quince meses, Annie afirmó haber recorrido una distancia de 41.841 km alrededor del mundo. Había ganado los $ 5,000 requeridos (posiblemente un poco más de lo que había enviado a la familia) y ganó la apuesta de $ 10,000., se cumplían 15 meses tras su partida. Se supone que cobró la apuesta, aunque le llovieron críticas ya que decían que había viajado más «con» una bicicleta que «en» una, demasiados trenes y barcos, según decían, en sus viajes.

A su regreso Annie contó algunas historias que nunca sabremos si fueron ciertas o no, como por ejemplo el ataque que sufrió por parte de unos hombres encapuchados, una caza del tigre en la India donde casi fue asesinada por nativos que la confundieron con un espíritu maligno, Atrapada en la Guerra Sino-Japonesa de 1895, dijo que viajó al frente, cayó a través de un río congelado, recibió una bala en el hombro y fue arrojada a una prisión japonesa. Ella relató noches heladas en «lechos de hornos coreanos» calentados con carbón, y cabalgó hasta Siberia, donde «observó el funcionamiento del sistema ruso de tratamiento de los prisioneros políticos». Al público le encantaron las historias, al igual que a la mayoría de la prensa.

Montada en una bicicleta de hombre y vestida como hombre, desafió los prejuicios de la sociedad de finales del siglo XIX, recibiendo alrededor de 400 propuestas de matrimonio durante su viaje de 15 meses. También se la debe considerar entre las pioneras en marketing deportivo para atletas femeninas. A pesar del éxito alcanzado, su popularidad se acabó desvaneciendo y aquella mujer ciclista se convirtió en una persona anónima más. Tras su paso por el periódico New York World, Annie trabajó como vendedora de ropa y murió en 1947, a los 77, años en Nueva York.

Tras su muerte, pocos eran los que conocían la odisea de Annie Londonderry, hasta que un sobrino bisnieto suyo, Peter Zheutlin recopiló todos los detalles de aquel increíble viaje y los reflejó en un libro llamado (Alrededor del mundo sobre dos ruedas: el extraordinario viaje de Annie Londonderry), que se publicó en el año 2007. A este libro se unieron otras dos obras sobre Annie y su gesta: en 2011, la compositora y cantautora canadiense Evalyn Parry estrenó su obra de teatro musical SPIN, basada en parte en la figura de Annie, y en el año 2014 se presentó el documental de veintisiete minutos titulado The New Woman: Annie «Londonderry» en el Hot Springs Documentary Film Festival, uno de los certámenes más antiguos y prestigiosos del mundo dedicados a este género.

  • Repercusión de su viaje.

Ella misma dijo: “Soy una periodista y una Nueva mujer, si ese término significa que me creo capaz de hacer cualquier cosa que pueda hacer un hombre”. Al encarnar el símbolo de la » Nueva Mujer» Annie reunió las esperanzas y aspiraciones de millones de estadounidenses.

Al comienzo de los años 90 del siglo XIX se produjo el boom de la bicicleta en Estados Unidos. Solo en 1897 se vendieron más de 2.000.000 de bicicletas en los Estados Unidos, una por cada treinta personas. Tal era la popularidad del ciclismo que periódicamente se realizaban grandes exposiciones de bicicletas, cientos de fabricantes se beneficiaban de este desarrollo, continuamente se abrían fábricas y tiendas de bicicletas.

El desarrollo de las dos ruedas pronto interesó también a las mujeres, amantes de este medio con el que no sólo adquirían una movilidad física que ampliaba sus horizontes más allá del barrio en el que vivían, sino que les ayudaba a descubrir una satisfactoria sensación de libertad.

La bicicleta jugó un papel primordial en la emancipación de la mujer en el siglo XIX.En 1896, Susan B. Anthony declaró que el ciclismo » había hecho más por la emancipación de la mujer que cualquier otra cosa en el mundo». Las mujeres se atrevieron a vestirse más libertinas, las faldas se acortaron, los brazos y el escote se revelaron. Fuera los corsés y las camisas de cuello alto.

Espero que esta historia y te halla entretenido y si te gusta el contenido de mi Blog y canal te invito a que te suscribas en ambos para no perderte próximas e interesantes historias.

Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
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