El fracaso nunca será definitivo, si la determinación de alcanzar el éxito es tan fuerte que no se acaba ni se disminuye. «El vendedor más grande del mundo» (1968),
Og Mandino.
Sifosis en acción, de nuevo con la piedra acuestas subiendo la montaña. Son tantas las veces que he iniciado el camino que ya solo celebro pasar algo de tiempo lo mas cercano a la cumbre antes de ver rodar ladera abajo mis ilusiones y esfuerzo por conseguir la meta. Mis intentos por dejar reparada la MTB han fracasado, ni grupo completo, ni palanca de cambio en stock. Siempre nos quedara la gravel.
Ruedo hacia la casa de campo, quiero grabar un episodio para el canal de YouTube sobre las curiosidades de la casa de campo, bueno las mas significativas para mi. El buen tiempo ha sacada las bicicletas a la calle, una autentica romería de ciclistas han tomado los caminos. Intento dejar cruzar el puente, pero es tal la cantidad que no se le ve fin a la sucesión de bicicletas que toman la subida por el otro extremo del puente, voy tarde muy tarde, la gente ya esta de vuelta.
Disfruto el sendero del pinar con sus galas de primavera, aun con las heridas del invierno, Filomena nos dejo unos horas de bellas estampas a un precio desorbitado. Es casi imposible encontrar un minuto tranquilo para grabar sin que se cruce nadie o se metan gritos en el audio. Voy rodando en mi mundo, disfrutando del placer de rodar y rodar en bajada, en llano. El terreno es blandito por las lluvias del día anterior. Me equivoco de giro y me regalo un sendero precioso, otra forma de llegar a la casa de campo. Entro por Batán y me centro en rodar las tomas para el blog, mi forma de ver la casa de campo en su contesto histórico, en valorar lo que tenemos, un parque cinco veces mayor que Central park y siete veces más grandes que el de Londres. No tendremos su exuberante verde ni su frondosa vegetación, lo nuestro es estacional, es de secano y en lo marcado del cambio esta su belleza, llegaran los tonos ocres del calor pero primero hay que disfrutar la primavera.
El puente de la culebra y el embalse chico están llenos de gente, la casa de campo en si esta repleta de gente, de mantas sobre el suelo arrendando una parcela de asueto al día. Me encanta este rincón de la Casa de Campo, es como un oasis en su desierto esencia ecléctica.
Me cuesta aún renunciar a rodar por los senderos prohibidos de la casa de campo y mas cuando ves que es la masa para la que están reservados son los que infringen el mayor daño al ecosistema, es la razón sin sentido de la mayoría, cada vez mas la sociedad por un lado tiende al uso de la bicicleta y por otro lado su demonización, ya veremos cuando quieran desandar lo andado lo que pesan sus propios principios sin sentido, es lo que tiene legislar con un cubata en la mano.
Robledales en la ribera del arroyo, el pinar de siete hermanas y el bufido de las atracciones del parque de fondo, tengo que llegar al lago, a la zona cero del bullicio, de los bares, de los 100 metros al aparcamiento, es el radio de acción del “urbanita urbanus”. Son una plaga, la masa, el grupo, la sinrazón de un pensamiento único es lo que les mueve para estar en constante demanda de sus derechos, de su queja. Demasiada población para unos recursos tan limitados si no sabemos administrarlos. Hoy contemplo el lago y mi optimismo hace que me parezca pequeño, eso es porque no me tengo que meter a nadar en el, si me tocara nadar me parecería una océano. Bajo hasta Madrid río para grabar el túnel de Bonaparte, bueno su entrada que el es lo que puedes grabar y la fuente de de los Vargas. Me gusta esta fuente, es todo un ejemplo de resiliencia. Paso de ser icono de la llegada del agua a Madrid a pasar por la puerta del Solo, por Cuatro Caminos y terminar dando la bienvenida a los visitantes de la casa de campo desde su acceso por Madrid Río, que creo ahora tiene un bonito retiro y es una lástima que la gente que la ignore o simplemente la use para para meter al perro, con la de historia que tiene.
Voy dejando la zona concurrida, aún así Garabitas esta repleto de pequeños grupos disfrutando del domingo. Mis piernas están cansadas, la paliza del rodillo del viernes se deja notar. Corono el cerro y cuento su leyenda del camino interestelar de las almas de los madrileños hacia el más allá se inicia en este cerro, la verdad no podía haber un sitio más bonito para dejar Madrid. Ruedo por los pinares hasta la tapia que delimita el parque, otro regalo del talento creativo de Sabatini.
A la salida de la casa de Campo se amontonan los troncos de las bajas por Filomena, ha sido un invierno devastador y en tan solo un par de días de nevada intensa. Dejo la casa de campo, la muchedumbre y asciendo de nuevo hacia Alcorcón, es tarde, la gente de bien como o ronca, algunos salen a montar en bici, otros terminamos. Milton Friedman condenso en un pensamiento el resumen de nuestra sociedad moderna, Los dos principales enemigos de la sociedad libre o de la libre empresa son los intelectuales, por un lado, y los hombres de negocio por el otro, y por motivos opuestos. Todo intelectual cree en la libertad para sí mismo, pero se opone a la libertad de los demás. Cree que debería haber una oficina de planificación central que establezca las prioridades sociales. El empresario es justo lo contrario. Todo empresario está a favor de la libertad de todos los demás, pero cuando se trata de él la cuestión cambia. Él es siempre el caso especial. Él debería tener privilegios específicos del Gobierno: una aduana, esto, aquello... Los fines de semana al fin y al cabo todos somos empresarios de nuestro tiempo libre.
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«un parque cinco veces mayor que Central park y siete veces más grandes que el de Londres». Y más grande que la zona pública de El Pardo: Casa de Campo 1700 Ha, El Pardo 1000 Ha.
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La Casa de Campo.
Qué pena cómo está ahora la Casa de Campo. Mi amigo yo yo la conocemos muy, pero que muy bien, pues hasta las plagas que nos asolan, la rodamos intensamente a diario, miles de kilómetros (no exagero) por todos y cada uno de sus senderos, sin excepción.
Eso hacíamos desde que nos jubilamos hace cuatro años. Nunca en festivo, siempre en laborable, a primerísima hora de la mañana, por lo que saludar a un biker por sus senderos era realmente difícil, e imposible con la méteó adversa, como los 8 grados bajo cero que en cierta ocasión registró mi Garmin.
Ahora, casi no nos atrevemos a meternos por ella, la atravesamos hacia otros lugares, penando cada vez por su estado, y viendo como se la llevan en grandes camiones. Snif, snif. Pasarán bastantes años antes de que la volvamos a ver como era hace unos meses.
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Mucho tiempo sin leerte Alakán, yo diría desde que me jubilé, y ahora ya ves, Internet te ha puesto en mi pantalla con este atractivo tema. Muy interesante tu vídeo divulgativo, algunas curiosidades no las conocía.
Saludos.
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Me ha encantado volver a leer uno de tus comentarios 🤙. Si es un placer encontrarte. 😉
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