No se puede tener una vida positiva con una mente negativa
– Joyce Meyer
Al principio me costó creerlo, pero era así, derrotado por una lagartija, con su patitas cortas y corriendo como de puntillas, la tripa levantada del suelo y la vi superarme, creo que se reía si un reptil puede reír. Una descarada sobrepasando mi rueda trasera, alcanzando mi rueda delantera y superándome en la ascensión al puerto de la Morcuera.
Unas cuantas horas antes tumbado sobre mi cama a eso de las 7:30 de la mañana un sábado sin tocar cuerpo femenino al lado de la cama solo queda mirar al ventilador dar vueltas o las nubes pasar por un cielo azul inmaculado, ambas cosas me aburren pronto hasta que suena el despertador, tengo las mismas ganas de levantarme para montar en bici que las de diario para ir al trabajo, ninguna. Pero como aun así hago un esfuerzo por llenar de algo el día que no sea estar tumbado, y eso que cada vez lo tengo en mayor consideración como un buen objetivo fin de semanal.
Tras adorar a la tostadora como prometí en su día me doy el placer de día festivo, tostadas con mantequilla y mermelada, que le den a la Avena, mientras veo como le construyen a millonarios americanos piscinas de ensueño. Intento convencerme para quedarme y ver como el pequeño bryan se sumerge en un vergel de cloro y nos muestra lo bien que ha aprovechado los 4 años de clases de natación, mi vida tiene un tono aburrido pero no tanto.
Llego a eso de las 10 y mientras me preparo llegan cuatro parejas con sus respectivas mujeres ciclistas, algunos han ganado el premio gordo de su vida y la saben, se bajan del coche y la flaca de su compañera del techo, con orgullo mira a su alrededor un triunfador.
Con mis primeras pedaladas veo que la cadencia no la marca el GPS, vamos Garmin 520 se que eres basura pero anímate, y mi velocidad constante de 18,4 km/h incluso subiendo con casi todo metido me hace sospechar que se ha obrado el milagro de tener una piernas de acero y al parar verifico que sigue marcando la misma velocidad, va ser que no. Tras dar a todos los botones y poner mi cara de lo siento los broches de sujetador no son mi fuerte, se resetea solo y puedo poner mi cara de ver a la gemelas con sus ojitos saltones.
Miraflores no lo recordaba tan alto, ni tampoco que gente normal me pudiese pasar subiendo como si fuesen llaneando, me siento como un extraterrestre dentro del universo ciclista y me planteo darme la vuelta ¿Qué hago subido a una flaca?.
Si ver a los ciclistas pasarme subiendo a Miraflores ya fue duro cuando empieza el puerto y empiezan a pasarme y los veo perderse en segundos me planteo que mi lucha no es con el tiempo que tarde en alcanzar la cima ni los kilómetros o la ascensión que haga sean considerados decentes para una salida en bici. Mi lucha es contra mí mismo, es sacar con cada pedalada lo negativo dejando una estela a modo de Track sonriente esfuerzo positivo, tal vez por eso cuando sumido en este pensamiento no me pare en la cuneta a llorar cuando me paso la lagartija.
Durante la ascensión me paso todo el que subía, incluso un señor mayor con bici de muchos kilos y acoples de los 80. Al fin corono Morcuera y sigo, no tengo ganas ni fuerzas ni para frenar, me dejo caer hasta la fuente, bebo agua, bajo un poco más y me doy la vuelta, tengo frío, el cielo esta para tormenta y no tiene sentido bajar más. En el corto tramo que hay desde el refugio hasta coronar de nuevo el puerto me pasa Patri, no la conozco es lo que ponía sobre su culo, por su forma de pedalear y sufrir sobre una bici se la ve toda una luchadora. Después me pasa una moto y de paquete un ciclista cargando con su bici al hombro, lastima no ir grabando con la cámara.
Estoy en paz conmigo y decido bajar, hacer un poco más larga la ruta incluso al equivocarme de camino ya que no la quería hacer tan larga tampoco me importo.
El aparcamiento está muy vacío cuando llego, en verano la gente madruga para evitar el calor pero hoy hacia frio en la montaña. De la ruta de hoy salgo reforzado de mi proyecto para 2019 a pesar del abismo por lo que he visto que me separa de mis contrincantes, hoy unos cuantos por sus equipaciones. Steve Jobs dijo Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición. Mi voz tiene tres deseos, finalizar tres pruebas una en 2019, otra en 2020 y la tercera en 2025. Y que le den a mirar ver pasar nubes desde la cama.