Lo fantástico y lo inesperado, lo que cambia y se renueva eternamente, no encuentra mejor ejemplo que en la misma vida real.
Berenice Abbott
Llegar a Saint Jacques Pied de Port desde Alcorcón es un viaje eterno que empieza a las 5:30 de la mañana y se resumen en dos trenes de cercanías, un metro, dos autobuses de Alsa hasta pamplona y un último para llegar a Saint Jacques, que lejos del calor Madrileño nos obliga a buscar un chubasquero fino para abrigarnos del frescor húmedo de la tarde con una lluvia muy fina que termina por dejar todo calado.
Viajar es vivir nuevas experiencias, conocer otras culturas y encontrarte con frikis que te superan. La cena la pudimos compartir con un italiano que se había afeitado de forma simétrica, es decir la mitad del bigote del lado derecho y la mitad de la perilla del lado izquierdo. Y si el hombre de por si ya es raruno, además vegano practicante por lo que probar un plato antes era un análisis concienzudo de sus ingredientes.
Dormimos en la Le Chemin Vers l´Etoile, un sitio algo caro, pero que no está mal para pasar la noche antes de enfrentarte a tu primera etapa en el camino. Etapa que para desesperación de Jorge comenzó cerca de las 5 de la mañana cuando los peregrinos comienzan a desfilar por el albergue, nosotros nos lo tomamos con calma, acurrucados en nuestros sacos.
En el desayuno nos despedimos del italiano y su estilismo simétrico, así como con dos catalanas con las que compartimos habitación durante la noche.
Salimos del Albergue cerca de las 8:00 de la mañana, el cielo esta nublado y sin llegar sentir mucho frio, la temperatura es la ideal para afrontar lo que nos toca, subir un muro llamado los pirineos, sin preámbulos, sin un manoseo previo para entrar en calor la primeras rampas son duras, muy duras. Pronto vemos a lo lejos el pueblo, es paisaje es verde, es humedad, es vida. La carretera se va empinando por momentos con tres kilómetros de ascensión de un desnivel terrible. Ya no lo avisaron en Saint Jacques en la oficina de peregrinos donde sacamos la credencial. Al principio duro, luego bueno, jejeje, Camino.
Las últimas casas van dejando paso a pastos impresionantes, la niebla corona la cumbre y va tonteando a nuestro paso. Una vaca se asusta de nosotros corriendo en series, mientras el resto la miran sin hacerla el menor caso, al final no quiere dejar solas a sus compañeras y muerta de miedo pasa veloz a nuestro lado. Las vacas dejara paso a los cerdos que en la cuneta de la carretera comen lo que pillan. Hacemos una pausa para abrigarnos cuando nos topamos con un grupo de portugueses que han salido también de Saint Jacques, tan solo hablamos con la chica que se nos acerca y charlamos un rato con ella, pronto los dejaremos atrás.
El GPS de Jorge nos anuncia que hemos cruzado la frontera, no hay cobertura de teléfono pero si wifi en mitad de la montaña gracias a unos postes para salvamento que han puesto. Nos encontramos a nuestras compañeras de cuarto, las dos catalanas que llevan buen ritmo nos las encontramos cuando vamos a iniciar la bajada a Roncesvalles, tomamos agua de una fuente y nos despedimos, para afrontar una de las bajadas más bonitas que he realizado este año y que perdurara en mi memoria por mucho tiempo y para poder disfrutarla tan solo seguir el camino y no hagáis caso de los avisos de los franceses de que el camino es intransitable, que si hay piedras de tamaño cabeza de niño y seres mitológicos que devoran ciclistas intrépidos, si queréis rodar en vida por un trocito del paraíso este esta es la versión demo, ser buenos.
Los bosques son un lugar mágico, pero si el terreno está en su punto, la senda de bajada tiene la dificultad justa para disfrutar con alforjas, la temperatura es la idónea para no pasar ni frio ni calor y la niebla lo único que hace es dar un toque mágico a un escenario increíble como son los pirineos se traduce en un descenso apasionante, muy divertido que hace que se pongan en el top One de bajadas con alforjas dentro de la clasificación de trialeras de Jorge. Es tan espectacular la bajada, que esta andarines que suelen montar en bici o en moto hablaban entre ellos de los orgásmica que sería realizarla. Solo me falto decirles, veis mi cara, ha sido mejor que el sexo.
Con las fuerzas repuestas dejamos atrás Roncesvalles y su cartel anunciando la distancia a Santiago 790 kilómetros de los que nos encontraremos de todo, pero los 20 siguientes al cartel son una delicia, son una pasada que no que cansaría de repetir, por su belleza, por la paz que transmiten y que son capaces de evadirte a otra época en donde las distancias no eran un problema si se tenía un objetivo.
Sendas, veredas, pasos increíbles, puertas ingeniosas, vadeo de riachuelos y bosques de leyenda son lo que separa Roncesvalles de Zubiri, en donde tras cruzar el puente de la rabia en Zubiri y ver que el albergue está completo, el hospitalero llama a una amiga que tiene un pensión (Pensión Bentaberri telf.: 636134781) no está mal de precio y puedes disponer de una habitación doble con baño compartido.
Tras la ducha, paseo breve por el pueblo y relajarnos en una terraza en compañía de dos rubias fermentadas, que las emociones hay que digerirlas tranquilamente. Stephen Covey dijo Comenzar con un fin en mente hace posible que nuestra vida tenga razón de ser, pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas. Si no es por Jorge yo no hubiese empezado nunca en Saint Jacques, como tampoco he llegado nunca a Fisterra, tan solo ha comenzado la aventura.
Buen Camino.
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Buen camino y disfrutad de cada pedalada, cada conversacion, cada momento. Todos son magicos y especiales y se grabaran en vuestros corazones.
Espero vuestras proximas cronicas. Me hacen revivir mis 3 «Caminos» con distintas personas pero igual de enriquecedores.
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