Quería eso, pero esperaba más. Sufre uno por aquello que espera, más que por lo que quiere. Aceptamos que los deseos puedan ser imposibles, pero jamás las expectativas, que son como las deudas del destino.
Xavier Velasco
Todos tenemos una ruta soñada, una ruta de la que hemos visto muchas fotos y leído muchos artículos que cada vez que la oímos nombrar nos ponemos alerta y prestamos atención a cuantos datos, detalles anécdotas sobre la ruta podemos aprovechar para incorporar a nuestro viaje.
Para mí el viaje al Algarve portugués ha sido una asignatura pendiente desde hace 10 años que llevaba proponiéndome recorrer su costa junto a mi bicicleta. Este año el tiempo, los días de vacaciones y una buena compañía se han aliado para poder cumplir un sueño y poder dar paso a otro más grande.
Iniciamos nuestro viaje en el camping Playa Taray, en donde pasamos la noche en un bungaló y acordamos dejar el coche estacionado el tiempo que duraba nuestro viaje por Portugal a un precio muy razonable.
Madrugamos y sin desayunar nos ponemos en marcha a buen ritmo, primero para entrar en calor ya que de corto en diciembre aunque en el sur hace fresquito y segundo porque tenemos que coger el ferri para cruzar el Guadiana y vamos justo de tiempo. El trayecto entre el camping y Ayamonte donde está el embarcadero es rápido, se hace por una vía verde con pista en buen estado que te permite rodar con alegría y más si calzas una 29” como es nuestro caso. Llegamos con apenas unos minutos de adelanto pero vemos que el primer ferry esta anulado y nos toca esperar al segundo por lo que aprovechamos para desayunar y gracias a la web buscar los hoteles con los mejores precios en los finales de etapa que teníamos planificados.
Cruzar el Guadiana es rápido, el servicio de barcaza te deja en la otra orilla en apenas 15 minutos, pero ya le has ganado una hora al día, gracias huso horario de Portugal. Una rápida visita a la estación donde se encuentra el comienzo de la Ecovía del Algarve y pronto nos daremos cuenta de la desastrosa señalización de lo que podría ser una gran ruta. En esta primera etapa alternamos carretera con carril bici y cruzamos una gran cantidad de núcleos residenciales con sus impresionantes campos de golf. Lo mejor de esta primera etapa es cuando te acercas a la costa en donde disfrutas de sus fuertes como el de Cacela y sus playas como la Praia Dos Tesos en Fuzeta, preciosa. La primera etapa la terminamos en Faro en donde disfrute de uno de los mejores atardeceres que he visto.
El Segundo día salimos de Faro con marea alta, cielo azul precios y las barcas flotando sobre un mar en calma, pero pronto dejamos la línea de costa para adentrarnos en los pinares interiores y disfrutar de un poco de MTB por pistas bien cuidadas con sus continuas subidas y bajadas que te van mermando poco a poco las fuerzas, tras la calma de los pinares no tocan de nuevo los campos de golf y más núcleos vacacionales, la señalización de la Ecovía es poco menos que anecdótica y optamos por seguir un track que tenemos con el fin de llegar al cabo San Vicente.
Lo mejor de este día es llegar sin lugar a dudas a Portimao donde nos enamoraron sus playas, sin lugar a dudas un lugar para volver en verano y disfrutar mucho más de su costa.
El tercer día de ruta se levanta algo más nublado, la temperatura sigue siendo muy buena y nos permite pedalear de corte en pleno diciembre, una gozada. De esta ruta me he quejado que tenía mucho recorrido por urbanizaciones y campos de golf, pero la verdad es que cuando intenta ir pegada a la costa, te mente por zonas muy bonitas pero también por sendas que al principio son graciosas pero terminas pidiendo que se terminen por el suplicio de rodarlas con alforjas. Cerca de Salema nos acercamos de nuevo a la costa y las imágenes que yo tenía del Algarve reviven de mis recuerdos, los acantilados impresionantes comienzan a hacer su aparición. Comemos en Vila do bispo y gracias a Jorge tomamos un camino que nos alejó unos buenos kilómetros de la carretera y rodamos por una zona ganadera preciosa en donde el verde intenso y el marrón de la tierra hacían un contraste maravilloso. La ecovía nos lleva hasta Sagres pero optamos por ir a visitar directamente nuestro objetivo del viaje, el cabo San Vicente y su famoso faro. Esta atardeciendo y el viento es fuerte, estamos felices por haber cumplido gran parte de nuestro viaje. La sensación de rodar por una carretera que te conduce al fin de la tierra, al final del camino es una maravilla. Toca pisar el freno y mirar el horizonte, no hay más caminos, no hay carreteras, no hay senderos, solo está el mar y afrontar tocar la orilla del otro extremo solo está en manos de los elegidos.
Disfrutamos del faro, de los acantilados, de los surferos y de la vida sencilla, la vida del vagabundo temporal con hostal y cena para pasar la noche.
El cuarto día nos toca volver hacia atrás, ir hasta Lagos para tomar un tren que nos deje en Faro. Retomamos nuestras huellas hasta Vila do Bispo en donde dejamos atrás la Ecovía y recorremos tramos de la Algarviana, es otra historia, pero una historia que nos gusta y nos cautiva, la dejamos como pendiente. Es una ruta que va más por el interior de Portugal y si los paisajes y los caminos son como los que disfrutamos en este tramo esta sí que promete ser espectacular. Vimos cerdos sueltos entre la arboreda, huellas de perros que a tenor de sus pisadas tenía que tener el tamaño de oso, vimos un paisaje de cerros, de pequeñas lomas aderezadas con un verde intenso que te cautiva. Nuestro track de vuelta nos dejó un regalito a modo de trialera muy disfrutona que termino en un campo través saltando una valla y perseguidos por un perro, pero bueno son casas que pasan cuando viajes por terrenos desconocidos.
En Lagos tomamos el tren hasta Faro ya que es muy lento y no nos daba tiempo llegar a España, al día siguiente madrugón para coger el primer tren, después el ferry y tras 15 km de bicicleta al fin de nuevo en el camping para retornar a casa con 6 horas de coche por delante.
Me ha gustado el Algarve, ¿volveré? Robert James Waller un Escritor, fotógrafo, músico y profesor estadounidense dijo Como te dije, viajar es bueno, y a mí me gusta jugar con las cámaras y estar al aire libre. La realidad no es exactamente lo que era la canción al comienzo, pero la canción no es mala.
Track de la ruta
Día 1: Isla Cristina-Faro.
Día 2:Faro-Portimao.
Día 3:Portimao-Sagres.
Día 4:Sagres-Lagos.
Información adicional al viaje: