“No debemos dejar de explorar. Y al final de nuestras exploraciones llegaremos al lugar del que partimos, y lo conoceremos por primera vez.”
Thomas Stearns Eliot
Tenía mono de flaca y porfin este fin de semana he podido dar mis primeras pedaladas del 2015 con la choni. El día anterior había llamado a JJ para quedar con el y decidir la ruta, hacia muchos que no salíamos por Ávila y decidimos hacer la ruta fronteriza entre las dos comunidades.
Quedo con JJ pronto a las 9:30 en las Navas del Rey, el lugar de encuentro uno que sea sencillo de encontrar y que este bien señalizado, ummm… el puticlub, y con una carcajada me confirma el sitio como bueno, y no es que seamos clientes, ni aficionados es que ya habíamos quedado antes en la gasolinera que hay al lado jajaja.
Es pronto y las mujeres que fuman seguramente estén descansando, pero nosotros tenemos ganas de todo lo contrario y sobretodo de empezar a dar pedales para poner en marcha la calefacción de la bici, la cuesta arriba.
Y esta no se hace esperar ya que nos toca subir el Puerto de la Almenara, un de esas subidas que son ideales para invierno cuando lo que toca es rodar y bueno para entrar en calor no esta nada mal. Mientras subimos por esta tranquila carretera nos toca la hora tonta del desayuno de las vacas y el trajín de los ganaderos de un lado para otro, el frío es intenso y llevamos los pies helados a pesar de los cubrebotas. La bajada la hacemos muy tranquilos, no solo por el posible hielo en la calzada siempre peligros sino por la cantidad de sal que tirado por esta lado de la carretera.
Una vez que dejamos la zona sombría de Madrid y entramos en la soleada Ávila comenzamos a sentir el agradable abrazo del sol, rodamos hacia Cebreros por la zona que se quemo hace un par de años y me alegra ver que se va recuperando, no es el paisaje grandioso de pinares de hace unos años pero esta zona es espectacular y las ligeras neblinas que se van dispersando en el horizonte dejan unos paisajes increíbles con la presencia a lo lejos de la sierra de Gredos.
El sube y baja de este tramo de carretera siempre se nos atraganta a los globeros pero es un verdadero disfrute ya que el tráfico casi nulo te permite ir charlando tranquilamente. JJ se ha comprado un GPS nuevo y esta disfrutando como un niño el día de reyes, ahora el perfil altimétrico le va chivando lo que queda de subida pero me gustaba más antes cuando le hacia mucho ilusión ver el cementerio, que ironía para los maduritos que pasan de los 50.
El cementerio es lugar de descanso para los difuntos y para los ciclistas que van hasta cebreros ya que una vez llegado a el todo es bajada, dejamos atrás cebreros y disfrutamos de un buen tramos de bajada, y de campos verdes, de pequeños valles, del río Alberche que baja caudaloso y de la subida sorpresa que sin ser de las de sacarte los higadillos es como ligarte a la fea del grupo cuando te han puesto calentito sus amigas. Pero bueno eso es lo bonito del ciclismo.
Decidimos tomarnos una barrita sentados frente a los toros de Guisando, mientras descansamos vemos como un grupo de maduritos y maduritas que van contando los días para poder apuntarse a las excursiones del Inserso comienzan a calentar la banda con el arte local. En mi vida he visto sacar mas partido a cuatro piedras con forma de animal, una de ellas hasta se agacho para ver si podía verificar que eran toros.
Dejamos al grupito absorto con los toros y continuamos ruta. Un grupo de ciclistas con sus bicis de MTB de 29 salen de una finca cerrando la verja tras su paso y tiene la mala educación de no solo alcanzarnos sino además de adelantarnos, JJ me dice que si no me da vergüenza y la verdad es que después de haber quedado el último en la mayoría de las machas en las que he participado y he podido terminar sin retirarme o que me descalifican pues no, y me viene a la memoria el día en el que un señor nos adelanto una vez subiendo la barranca con su niña sentada en la sillita despidiéndose de nosotros con la mano.
Dejamos atrás San Martín de Valdeiglesias y los embalse para subir el último repecho del día, es como una gran gominola para la flaca, un dulce increíble por sus pendientes contenidas en dos kilómetros y el precioso paisaje que te va regalando mientras asciendes, sabes que es lo último y lo das todo o lo que te queda mejor dicho, esta golosina de invierno se llama Puerto de San Juan.
Terminamos bien, terminamos contentos y sobretodo terminamos felices y eso que el Lovers aún continua cerrado y JJ volverá de nuevo con sus 20 euros intactos en el bolsillo, que ya lo dijo Ralph Waldo Emerson El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene, y nosotros volvemos a casa con un montón de buenos kilómetros de felicidad en las piernas.
Esta ruta se la dedico a Clemente, un vecino de Alcorcón que desgraciadamente no podrá montar en bicicleta en los próximos dos o tres meses ya que tiene que ser operado de la muñeca gracias a que una furgoneta tenía prisa y se lo llevo por delante el pasado día 31 de Diciembre. Ánimo Clemente y espero que puedas volver a disfrutar de tus rutas.