“Si pongo ganas, si pongo corazón, si la ilusión me alcanza, si le echo ganas puede el viento y puedo yo, llenar de aire las alas, si pongo corazón.”
Rosana
La luna llena vigila la negra silueta de nuestra sierra madrileña bajo un cielo libre de nubes, mientras por el espejo retrovisor veo como el sol se abre por un horizonte con cielos enmarañados de nubes anaranjadas. Por primera vez en muchos meses voy a unirme a una ruta organizada con mucha gente gracias a una invitación de Pipo de los Explorer Mtb de Toledo, ellos tienen pensado salir de Cercedilla para devorar en Segovia un cochinillo retornando en tren hasta Cercedilla tras el banquete, a mi el Cochinillo la verdad no me hace mucha ilusión y desde el principio tenía la idea de acompañarles hasta Valsaín donde tomaría el camino de vuelta por la cruz de la Gallega. Ya lo dijo William Shakespeare El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos. Y en esta mano me puso como compañero de retorno a Totapillado que me llamo la misma semana para ver si montábamos algo juntos.
Es la primera vez que salgo con los Explorer MTB y me parece un grupo agradable con los que compartir kilómetros. La jornada comienza visitando una chocolatería para ir saciando los estómagos hambrientos del grupo, tras la ingesta de churros y chocolate con algún que otro pacharán nos ponemos en marcha rumbo a la fuenfría. Hace tanto que no monto por Cercedilla que se me están olvidando las entradas de los senderos, se me ha olvidado en casa el soporte del GPS por lo que navego de memoria y tomo un primer desvío equivocado, vuelta atrás para tomar el bueno para mi, pero no para algunos que ven en esta opción sin coches un suplicio para las piernas, jejeje pero merece la pena rodar por esta zona de Cercedilla y no subir siempre por la pestosa carretera.
Con los primeros kilómetros y las primera cuestas noto que voy muy falto de ritmo para rodar en grupo, bueno en general falto de kilómetros en las piernas, como ya es costumbre en mi voy coqueteando constantemente con las últimas unidades donde el ambiente siempre es algo más relajado y distendido hasta que la falta de fuerzas tornan los susurros agónicos por jadeos que suenan a plegaria.
Menos mal que el puerto de la Fuenfría no es de los de categoría especial y nos da unos buenos kilómetros de falso llano para reagrupar y hacernos unas risas mientras intercambiamos opiniones sobre caminos y posibles rutas a realizar. Coronamos Fuenfría y nos encontramos con algunos foreros a los que saludamos. Reponemos fuerzas con algo de fruta y primera foto de grupo tras coronar la mayor subida para la mayoría y el primer paso por cumbre del grupito de los tres trastornados. Decidimos unir la Fuenfría con los senderos del Eresma y para ello usamos una de las bajadas Clásicas más bellas que se disfrutan por la zona, el carril del Gallo.
Hace unos años su recorrido estaba más sucio de ramas y piedras pero ahora ya es hasta ciclable en sentido inverso lo que le da la categoría para mí la categoría de maravilloso como el mismo Ortiz. Da gusto cuando bajas con gente y puedes escuchas como van disfrutando y se sorprenden con pasos que les hacen gritar de alegría. El segundo tramo del carril del Gallo que no lo tenía Pipo en el Guión le sorprende y les gusta,ya que es más técnico y divertido que el primero. En este tramo uno de los Explorer, no se su nombre, me dice una de las cosas más bonitas que se le pueden decir a un biker heterosexual “Quien eres, no conozco tu culo”, ains. Siempre es agradable que ciertas partes de tu cuerpo pasen al anonimato más profundo.
Tras el carril de Gallo disfrutamos de los siempre divertidos y relajantes senderos del Eresma por el camino de pesquerías hasta llegar a las cercanías de la pradera de Navalhorno en donde nos encontramos encaramada a lo alto del puente a una rubia madurita con pantalón ajustado y botas de montar, que mas de uno nos ofreceríamos encantados de ser su semental y nos montar. Paramos para ver los dos monumentos y un grito sale de entre el grupo “tírate ruuubia” ,jejeje genial. Al final no se tiro desde el puente pero si nos tiro una foto de grupo.
Nos despedimos de los Explorer y tras tomar unas coca-colas con un bocadillo nos ponemos a dar pedales para negociar la última subida del día la cruz de la Gallega. Mis dos compañeros van sobrados de fuerza y ritmo pero yo me voy quedando poco a poco, lo que hace menos de 8 meses era capaz de subir con plato mediano y charlando ahora me cuesta un suplicio. Comienzo a sufrir, como hacia años no sufría sobre una bicicleta, el tiempo y los kilómetros de experiencia me han enseñado que es bueno padecer estos momentos y parecer ser que es lo que me gusta, algo que en ese momento no tenía nada claro. Giro mi cabeza y me sorprende un paisaje brutal, quiero sacar la cámara para inmortalizarlo pero se que son de esas fotografías mentales de disfrutar en el momento, de digerir en soledad con el sabor a sangre en la boca y el sudor corriendo por tu frente. Consigo coronar la cruz de la gallega sin aliento, les pido casi a mis compañeros que me rematen, no tengo fuerzas ni para un trote cochinero con la rubia. Cuando le pido a Totapillao que tiren ellos por su cuenta, que van con algo más de prisa me lanza una mirada de “tu tas tonto”.
La montaña que es mi amiga me regala una rampas suaves que me permiten meter el plato mediano y progresar con algo de alegría, vamos hablando y casi sin darnos cuenta nos encontramos con la fuente de la Reina en donde descansamos. Charlamos con una pareja que van hasta Segovia, la chica sale disparada lanzándose sin temor por una bajadita seguida de su acompañante, Tota me mira y me dice “… tu necesitas una de esas” ya te digo, lastima que estén en proceso de extinción y las que hay son ya especies protegidas y mimadas.
Salimos de la fuente de la reina y una vez más consigo coronar el puerto en plato mediano y esta vez desde la distancia eso si, veo a mis compañeros como lo hacen ellos también. Decidimos bajar por el camino viejo y la elección no fue nada buena. El camino que hace unos años fue una gozada disfrutar con la bici, ahora no es tan divertido dado lo roto que esta el camino, lo que nos hace bajarnos constantemente en sus tramos primero y medio, pero el último sigue siendo toda una gozada para disfrutar con la bici.
Decidimos bajar por donde subimos metiendo una última mini tríalera a modo de guinda que siempre esta bien para terminar con una sonrisa. Al llegar a cercedilla nos encontramos con viejos conocidos del foro con los que compartimos un rato de risas y terminamos nuestra ruta en los coches disfrutando de una palmera de chocolate como premio a tanto esfuerzo.
Me siento feliz, ya que he vuelto a llegar destrozado a casa, con las fuerzas justas para ducharme, cenar y buscar el descanso reparador de mi cama como un naufrago busca la orilla. Que razón tenía Paulo Coelho cuando decía que La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista.
Track de la ruta
Actividad: mountain bike
cerca de Cercedilla, Comunidad de Madrid (España)
Distancia recorrida: 54,83 kilómetros
Altitud min: 1.162 metros, max: 1.799 metros
Desnivel acum. subiendo: 1.694 metros, bajando: 1.716 metros
Grado de dificultad: Difícil
Tiempo: 7 horas 45 minutos
Fecha: octubre 24, 2010
«Cagüen»; estaba preparando las pocas fotos que hice para enviártelas.
Es admirable el pundonor que le pones a la bici. Cuando llegaste resoplando diciendo que tiráramos por nuestra cuenta, lo dices sonriendo a pesar de ir fundido. Esa sonrisa en ese momento es la que te hace grande.
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Alakan, cuidado con el que te dijo lo del culo, sin que digas el nombre ya imagino quien fue…
Da gusto salir con gente que emplea la bici como un medio, y no como un fín, que no le importa bajarse en mitad de una subida, si un paisaje alivia cualquier sufrimiento, y hace que éste merezca la pena.
Un abrazo!
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Muy buenas
Llevo ya varias rutas tuyas, y la verdad es que solo puedo decir que eres un fenómeno. Me encantan tus rutas, esta es una autentica maravilla. Tiene de todo lo que un buen amante del M.T.B. quiere para pasar el día, tiene unas vistas espectaculares, unos senderos buenísimos (sobre todo la parte del rio Eresma), las subidas por pista la última hasta llegar a la Fuenfria se hace un poco dura y una buena dosis de trialeres. Ruta dura pero muy divertida y muy currada.
Muchas gracias por tu trabajo y por las crónicas de las rutas, gracias a personas como tu muchos disfrutamos de este deporte.
Un saludo y me gustaría hacer algún día alguna ruta juntos.
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