La ruta del Porronponpero

Rompe tu cuerda y escapa
pisa el plato, la banqueta y escupe
a este suelo de dementes
que financia la incultura
y que mata tu valor

Poncho K – Homenaje a la cabra.


Me gustan los días de niebla, salir de casa hacia la nada, hacia un destino difuminado que se va descubriendo ante ti, parece como si a la mañana no lo hubiese dado tiempo a quitar el envoltorio del nuevo día, me gusta salir  a la sierra cuando todo el mundo te dice que hará un día de perros y de repente cuando sales de la niebla encuentras  un cielo limpio de nubes bajo un sol a estrenar inmenso, una sonrisa picara se dibuja en la comisura de mis labios, hoy toca disfrutar.

En esta ocasión me acompaña Mon, vamos hacia una de estas rutas locas que yo tengo guardas en una carpeta y las voces no dejan de recordarme durante la semana que la quieren descubrir. Conseguimos llegar a la pedriza dentro del cupo de vehículos por lo que podemos aparcar en el collado de Quebrantaherraduras. Al salir de coche nos damos cuenta que la niebla había empapado las bicis y el frío ha congelado el agua por lo que tenemos los manillares con una bonita capa de hielo así como el portabicis del coche. Damos nuestras primeras pedaladas con un frío terrorífico bajando por la carretera hasta Canto cochino, estamos congelados como para pensar en arrancar bajando senderitos.  Casi abajo cerca de Cantocochino me doy cuenta que se nos ha olvidado hacer una foto al embalse de Santillana que estaba curioso con un banco de niebla varado en su orilla, esperando para zarpar hacia el azul infinito de un cielo precioso. Tanto Mon como yo estamos iniciando la temporada de MTB, bueno más bien hemos perreado una larga temporada y no tenemos las piernas como darnos grandes alegrías, por eso decimos no subir por el sendero y continuar por la pista hasta enlazar con la principal que sube desde el aparcamiento exterior por la parte trasera del parque.

La pendiente nos hace entrar en calor, empezamos a sentir por momentos que nos sobra ropa, pero a cada giro de la pista se alternan los sofocos con los besos gelidos de la mañana, sera ya la pitopausa, nos cruzamos con senderistas que cargan grandes mochilas y algunos con cestas entre los pinos buscan hongos y setas. La pedriza esta preciosa, las cumbres se muestran altivas ante nosotros mientras desde la llanura una inmensa lengua de nubes se dirige hacia nosotros , la pedriza es un escenario que me impone, tanto para andar como para montar en bici, para mi  es como actuar en un teatro importante o jugar en un estadio de primera división, es el único lugar de la sierra en la que me siento un extraño, un extranjero en mi tierra. La subida la hacemos a nuestro ritmo, tranquilos, charlando, cuando paramos en el desvío frente al sendero nos damos cuenta que le hemos sacado mucha distancia a un biker que había salido junto a nosotros en uno de los giros y aun grupo que salia a nuestra par , Mon se ríe «.. pues va ser que no hemos subido tan mal», pero me da a mi que ellos han subido peor.

Nos adentramos en el sendero que gracias a Vato vamos a descubrir, la entrada ya es para ponernos los pelos de punta, al comenzar la ruta no me he atrevido con una bajada que la haría hasta un niño, así que pateo un tramo.  La senda es estrecha, a media ladera con una línea de pinos a un lado y rocas al otro, rodamos despacio, disfrutando cada pedalada hasta que la suciedad de ramas y troncos nos obliga a desmontar y portar la bici por tramos mas o menos largos. El sendero de pinos da paso a una senda con unas vistas extraordinarias, la niebla a vencido al collado de quebrantaherraduras y a los porrones sembrando el terreno de incertidumbre, si con tanta piedra no veo las cosas claras para montarme con la niebla ocultandolas la cosa se complica.

Nos damos una buena caminata hasta que alcanzamos la zona del cancho del porrón, Mon se anima y baja tramos disfrutando, me dice que no lo ve complicado pero ni el día acompaña y «. nos falta confianza y pillar ritmo bajador «.

Cuando el sendero se hace más apto para globeros en apuros nos subimos en nuestras burras de metal y disfrutamos como locos por un sendero maravilloso de los de montaña de verdad, nos vamos animando, a medida que cogemos  velocidad cambian nuestras caras, ahora disfrutamos de verdad y damos por bueno todo el pateo anterior.

Nos cruzamos con algunos senderistas que se quedan asombrados al ver dos bicicletas en el sendero sin entender como hemos podido llegar hasta aquí. La senda cada vez se va haciendo más ciclable con algunos pasos técnicos que te sorprenden. En uno de ellos Mon cree ver algo en el suelo y se lanza de cabeza a por ello, bueno cada uno se baja de la bici como quiere. El pequeño susto le ha dejado la confianza un poco tocada, le tomo el relevo en cabeza, como he ido cogiendo confianza voy aumentando la velocidad pasando por sitios que si los hubiera visto antes de meter la rueda seguro que ni lo intento, Mon me sigue a distancia para ir regulando velocidades.

La zona de las zetas de bajada es sencillamente apoteósica, una descarga de adrenalina brutal, hago todos los giros menos uno ya que me cuelo en la trazada, en uno de ellos escucho como mon me grita «… cabrón has colocado la rueda trasera en el único apoyo que había para no caerte«.  Tras este descenso vertiginoso por entre un pinar y tras un cortafuegos nos presentamos en la pista de primera hora de la mañana, pero esta vez con el gusanillo de los senderitos metido en el cuerpo  y más cuando ahora estos pican hacia abajo, el cuerpo pide sendero y se lo demos en dosis altas de disfrute, la niebla se ha apoderado de toda la pedriza, la

temperatura va descendiendo a medida que bajamos, en el último tramo dejamos pasar a unos escaladores y un padre de familia nos reta a bajar delante de el un tramo complicado de escalones y losa de granito. Lo pasamos con soltura entre la admiración del senderista y los» huy,huy, huy«, de la mujer por cada escalón que superamos.

Terminamos prontito para llegar a casa a una hora decente  cuando unas gotas nos avisan que nos demos prisa queel tena lady de las nubes no aguanta más. La pedriza nunca defrauda  y esta ruta a pesar del pateo en su zona alta me ha dejado maravillado de hay el nombre porrón por la zona  y pero por el pateo, volveremos amigo Mon cuando nuestras horquillas estén más empachadas de pedruscos y el alma pida adrenalina en vena o en sendero que es mejor.

Track de la Ruta

Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
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2 respuestas a La ruta del Porronponpero

  1. Francisco dijo:

    Hola, en primer lugar felicitarte por tu blog, y despues pretuntarse si es posible acompañaros por las rutas que haceis. Un saludo

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  2. alakan dijo:

    Si claro que puedes acompañarnos, yo suelo publicar las salidas en foromtb en el post de mass las de bici http://www.foromtb.com/f47/martes-08-12-09-ahora-si-que-va-la-ruta-inedita-338221.html y las andarinas en el facebook en este link http://www.facebook.com/group.php?gid=178101183648&ref=ts
    Pero vamos como suelo salir todos los fines de semana pregunta.

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