«Hay algunas cosas buenas que decir acerca de caminar…, por ejemplo, requiere más tiempo que cualquier otra forma de locomoción excepto reptar. En consecuencia, dilata el tiempo y prolonga la vida, que ya es de por sí demasiado corta para desperdiciarla con la velocidad… Caminar hace que el mundo sea mucho más grande y, por ello, más interesante. Uno tiene tiempo para observar los detalles.»

Edward Paul Abbey

Por muchas veces que recorras el mismo camino, siempre disfrutaras de diferentes sensaciones. Tras la paliza en bicicleta del sábado, me llama Suguss por la noche para proponerme una salida andarina con Teresa, una ruta Para la Patrulla Pies Negros, yo quería dormir y hacer algo tranquilo por el sur, pero una propuesta tan tentadora por la sierra y con un tiempo tan increíble como el que tenemos uno no

puede quedarse en la cama. Así que toca otro Madrugón y tras recoger a Teresa en las rozas aparcamos en el aparcamiento de la Barranca a eso de las 9:45 de la Mañana.

Los Domingos nos cuesta madrugar a todos, el aparcamiento esta a la mitad de su capacidad y junto a nosotros varios grupos de senderistas bromean y se preparan para una jornada de campo. Nosotros comenzamos nuestra andadura por la presa inferior un sendero nos deja en el pinar superior que esta bañado por el embalse del Ejercito del aire, le cuento a Teresa que en este lugar me encontré una vez a unos celebrando una boda y por la expresión de su cara le gusto el sitio y la idea. La senda entre pinos pronto nos dejara a los pies de la senda que nos conduce a la cuerda de los Almochones. Unos senderistas de edad avanzada se quitan ropa y comienzan a hidratarse, la verdad es que comienza a hacer calor, nosotros seguimos ascendiendo y a los pies del sendero que nos subirá de forma directa al peñotillo alto decidimos quitarnos ropa también. La ascensión comienza a ser muy dura ya que la senda gana mucha altura en pocos metros lo que nos obliga a sudar la gota gorda, eso si, cuando paras y miras hacia atrás comprendes que todo el esfuerzo que haces tiene una recompensa increíble, a medida que vamos ganando altura ganamos también en vistas y en deleite. La ventaja de que la sierra Madrileña divida en dos la meseta es que desde sus cumbres tienes ambas castillas a tus pies frente a ti sintiendo el mundo a tus pies. Los senderistas que peinan canas generosas han retomado su ascensión y progresan tras nuestros pasos pero muy lejos. Consigo dar con el camino acertado lo que nos dejar en la senda Que rodea el Peñotillo alto, decidimos descansar ya que el esfuerzo ha sido de los buenos y reponer fuerzas con algo de fruta y unos dulces que nos ha traído Teresa.

Las vistas desde donde nos tomamos el refrigerio son simplemente alucinantes.

Cuando nos disponemos a continuar los abueletes del bastón alcanzan nuestra posición, el primero según llega saluda y se sienta mientras se quita un sombrero, el resto llega muy sofocado y tomándose una larga pausa antes de enhebrar unas palabras. Cuando uno de ellos recupera un poco el aliento señala mis botas y dice de comprarse una de esas, a lo que el compañero responde “… eso es una mierda, esta son las buenas” el amigo calzaba unas botas termoinsulate de hacía 40 años, y apostilla orgulloso “… estas son las únicas botas que he tendido”. Claro que cuando el se calzo las botas yo usaba patucos, je jeje. Les dejamos contando batallitas entre ellos y nosotros enfilamos el tramo mas incomodo de ascender desde el peñotillo hasta la maliciosa por el tramo de los Canchales. José parece que no acusa la ruta en bicicleta del día anterior y vuela sobre las rocas sacándonos una gran diferencia a teresa y a mí. Coronamos la Maliciosa y esta no está tan repleta como otras veces de gente, disfrutamos un rato de la cumbre y dejamos nuestro hueco a más senderistas que coronaban. Mientras bajamos vemos como un helicóptero de los bomberos da una pasada sobre un hombre tendido en el suelo al que le acompaña otro con un perro. El Helicóptero da la vuelta y se posa en el collado del piornal frente al pluviómetro, atienden al hombre que esta tendido y se lo montan en el Helicóptero, tras sacar dos pesadas mochilas de su interior y dejar a uno de los rescatadores en tierra se

marcha hacia Manzanares el real donde en el Helipuerto dejara al Herido y retornara a por el rescatador, que junto con el acompañante y el perro parten de nuevo hacía Manzanares para cabreo que José que el también quería montar.

Coronamos la bola y nos sentamos a comer algo, la zona esta repleta de familias con Niños que disfrutan de este maravilloso día de sol y calor que octubre nos ha regalado. Tras la comida vagueamos un poco, visitamos la base del pluviómetro que había en la bola donde están los nombres con  su indicación de todos los picos que nos rodea y continuamos nuestra ruta bajando por la pista de hormigón hasta el Bar de la bola que esta cerrado y con la sorpresa de que una máquina esta haciendo la explanada mucho más grande, hasta que no terminen con el puerto no lo van a dejar tranquilo. Mientras Teresa y yo nos subimos a una especie de mirador José nos dice que bajemos para ver la

imagen de “ Una virgen o una Bruja” miro a Teresa que no sale de su asombro, “ Ha dicho lo que yo creo haber oído” “ si ha dicho una virgen o una bruja” bajamos para ver que es lo que ha visto y nos encontramos con la imagen de una virgen que porta unos esquís a la espalda, pensamos que es la virgen de las nieves, Mientras hacemos unas fotos, José descubre que bajo el manto de chapa de la virgen hay algo amarillo, mete la mano y saca un pisapapeles con un trozo de papel plastificado en chino, Teresa le obliga a volver a dejarlo en su sitio mientras le digo a José “ se que no me creería nadie si dijese que a mi nunca se me habría ocurrido mirar bajo el faldón de una virgen”, jejeje.

Estamos sin agua así que nos toca olvidarnos de hacer la cuerda de las cabrillas y bajarnos hasta la fuente  que hay en la tubería en donde llenamos nuestras botellas de un

agua fresca, riquísima. Como no tenemos ganas de volver a subir recorremos las senda de la tubería hasta el Collado de los Emburriaderos, Intentamos encontrar la senda que rodea peña Horcón pero no la encontramos, me subo a unas rocas para ver si desde la altura la diviso pero no lo veo claro, decidimos seguir por la senda de la tubería hasta el

mirador de las canchas. En el mirador nos hacemos una foto con el primer objetivo del día la maliciosa de fondo y todo lo que hemos andado hasta llegar a este punto. Retomamos la ruta y nos cruzamos con una familia, el hombre joven porta una mochila en su pecho y en ella un niño de pocos meses, Teresa me dice “ has visto que monada, si casi era un recién nacido” a lo que la respondo “ al niño no le hevisto pero si tendría que tener pocos meses al ver la merienda del niño en la madre, como se va a poner el jodio” jejeje, Teresa se ríe por como he razonado la respuesta y en lo que me fijo, es me lo pusiste muy fácil jajajaja.

Terminamos nuestra ruta hablando de lo divino y lo humano mientras disfrutamos de la senda Ortiz y casi sin darnos cuenta estamos sacando la tarjeta del coche para abrir. Ha sido una gran jornada senderista, con un día fabulosa y una compañía excepcional,” porque la vida puede Ser maravillosa”.Andres Montes, Descanse en paz.

Track de la ruta.