Ludwig van Beethoven
Envidamos órdago a la grande al tiempo con un par de pitos y el Ocejón acepto el envite con par de granizadas, frío a doquier y nieve. Esa claro que la semana santa es tiempo de hogar e intentar salir de procesión bicicletera por nuestros campos es sufrir todo un vía crucis de pasión meteorológica.
Durante la noche ha llovido, de forma discontinua, sufriendo los zarandeos del viento que mecía nuestros sueños, al sacar la cabecita de la tienda negros nubarrones se cernían sobre nuestras cabezas, el Ocejón enfurruñado se oculta en su manto de nubes, mientras desayuno una granizada considerable nos bombardea, Toni se niega a salir de la tienda, es la primera vez que ha dormido en tienda y con saco de dormir y salir de este parto le ha costado 12 horas, a las 11:30 de la mañana sale del cascarón quetchua. El día es pésimo se alterna los chubascos de lluvia fina con descargas de granizo, decidimos tener paciencia y dentro de la tienda chalet que aguanta perfectamente la lluvia se esta de lujo, nos vemos una peli en el portátil y nos vamos a comer al bar del camping. Tras la comida parece que la lluvia a cesado de intensidad y las nubes retornan a sus cuarteles, ligeros parches de azul soñado se intentan hacer un hueco entre tanta masa nubosa.
Decidimos salir a dar una vuelta andando, cogemos el furgoneta y nos dirigimos hacia roblelacasa, durante el camino el Ocejón se despeja dejándonos ver su silueta blanca, completamente nevada. Algunos copos se escapan estampándose contra el cristal de la furgoneta.
Roblelacasa es uno pueblo negro, un pueblo de pizarra negra que esta enclavado en un lugar mágico, maravilloso, el agua le da un color especial tanto a la pizarra como a los pastos que alfombran los alrededores. Antes de salir busque sitios para ir andando, algo curioso y gracias a panoramio encontré unas pozas cercanas a este pueblo, no había track pero sabia que estaban a menos de 6 kilómetros andando. Preguntamos a una amable vecina que se muestra encantada por mi interés en las pozas, parece que es algo como muy del pueblo y le hace ilusión que alguien venga a visitarlas y más con un día como el que sufrimos. Las calles del pueblo son de postal, la pizarra esta presente en cada detalle, en cada elemento constructivo, vallas, muretes, buzones y como no el pavimento por el que se encaminan nuestros pasos rumbo una puerta de ganado que guarda la entrada a un sendero maravilloso que en ligera pendiente nos deja unas vistas espectaculares del pueblo. Llegamos a un primer desvío que ya me había avisado la amable vecina de roblelacasa que daba a un antiguo puente de madera desvencijado que da al pueblo de matallana. Desde las alturas vemos como una familia recorre un sendero que paralelo al nuestro llevan nuestra misma dirección y sentido. Nuestro sendero da al paso que intentamos vadear dos años antes con tunin y no pudimos, y veo el cortafuegos que me toco patear para llegar a tiempo a comer al albergue. No encontramos las pozas pensamos que están por el sendero que vimos desde lo alto y por el que la familia con perros esta a punto de completar y llegar a nuestra altura. Les pregunto y me dicen que esta un poco escondidas, que ellos van a ellas que les acompañe, le digo que ya nos dábamos la vuelta y el campechano me dice señalándome una gruesa soga que llevaba en la mano «… vamos si me dices que no vas te ato y te llevo a rastras» su mujer en tono mas conciliador nos dice que es un sitio maravilloso que merece la pena, yo lo se he visto las fotos.
De camino a las pozas me cuentan que ellos están en el albergue de la tejera negra, que se lo están pasando de lujo, son de un pueblo cercano y que esta zona les encanta, le digo me que nuestros planes eran bajar por el cartero y el me cuenta que cuando era joven intento acojonar a su novia haciendo esa bajada con una «Dian 6» y el que termino acojonado y reculando fue el. Nos dejan a los pies de la senda que va hacia la cascada, saltamos el arrollo y nos quedamos maravillados, las fotos no hacen honor al espectáculo que la naturaleza nos brinda, el sonido el entorno es todo increíble, sin contar con el paso complicado para poder acceder al lado contrario y sacar unas fotos de lujo.
Disfrutamos un rato del entorno y nos despedimos de la familia para continuar nuestro camino por el sendero inferior hasta alcanzar el puente de madera que salva el cauce del río en altura y nos dejaría en el pueblo de Matallana. Nos despistamos un poquito pero encontramos el camino correcto, además recuerdo que por hay bajamos con tunin y lo recuerdo perfectamente cuando nos encontramos con esa vespa desvencijada que esta a los pies de la trialera, Le digo a Toni que esta moto era de tunin, que tenia una novia en matallana y esta trialera era el único camino que daba al puente para salvar el río, nos descojonamos de esta historia de ficción pero que conociendo a Sergio bien podría ser verdad jejejeje. De vuelta al pueblo de Roblelacasa la lluvia vuelve caer con algo más de intensidad, haciendo brillar la pizarra. Vemos como unos lugareños juegan a un juego tradicional tirando una especie de bolos puestos en fila con unas grandes bolas de madera. Retornamos al camping y la noche nos dejara literalmente helados, mientras cenamos vemos como mi termómetro desciende de los 7,5º a los 5,2º.
Hemos salvado el día con una ruta excelente de senderismo pero alargar esta penitencia es una tontería y tras una noche en la que mi termómetro marco una minima de -0,2 y las gotas congeladas decoran el techo De mi tienda recogemos todo el campamento y nos volvemos a la sierra a calentarnos. Han sido dos días en los que hemos disfrutado poco de la bici pero disfrutado muchos de los sentidos y de lo poco que hemos podido vivir de esta alcarria de los pueblos negros. Ahora me pongo a escribir 100 veces, No volveré a salir de viaje en semana santa, No volveré a salir de viaje en semana santa, No volveré a salir de viaje en semana santa,…….
Muy buen post!
Haces que la próxima semana santa uno se piense es romper esa norma de «no salir en SS, no salir en SS…»
Por lo menos habeis aprovechado algo el tiempo!
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Y… donde está ubicado?, un mapita…, unas coordenaditas, al principio del cuento, porfi.
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Pero si tienes todo lo que me pides en el post. Pulsa sobre Track de la ruta y te saldrá, el recorrido, el mapa, el perfil y las coordenadas de las cascadas y el puente de matallana.
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Todavia no he tenido novia por alli pero tampoco se montar en moto ja, ja.
Una amiga va a hacer esta ruta y me a dado el link a tu blog.
Coñe que cerca pasamos!! Yo tambien vi estas fotos en Panoramio pero estan mal situadas. Gracias por que si me voy a buscarlas igual encuentro otra moto tuya o una Dyane6 😉
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Por cierto que esta amiga va a hacer estas cascadas sin saber que las mas tochas de la zona son las de Valverde de los Arroyos («no jodas» me dice) pero bueno… tienes un blog tan chachi que lo que no esta en el no existe, como en marketing 😉
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Sergio en cuanto haga un apaño para que mi megan sea camper, jejeje, juro que lo coseguire, quiero hacer una escapada al Ocejón y a las cascadas del Valverde que solo la he visto de lejos, pero te aseguro que las del aljive son una maravilla y si fue una lastima pues pasamos a escasos 200 metros de ellas pero es que estan escondidas las jodias.
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Lo siento Javi. Conmi latigo no visteis ni una cascada… todo por cumplir los planes y horarios de aquellos rutones ji, ji. Gracias por «recolocarme» esta del Aljibe 😉
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