«No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas, ya son ganancia. Cuida el presente, porque en él vivirás el resto de tu vida.»
Facundo Cabral
El cielo azulado se ha velado por una capa de sedosas nubes, el calor de los últimos días se ha transformado en un ligero viento fresco que aun sin pasar frío te hace mirar de reojo la mochila asegurándote que la chaqueta no anda muy lejos.
Salimos a las 17:30 y en menos de 2 kilómetros lo estamos dando todo resbalando entre las piedras y el suelo seco de la trialera que desde la urbanización de la tejera te sube hasta la presa, pero nosotros tenemos la suerte de poder desviarnos en el primer sendero a la Izquierda que aparece justo antes de que la trialera se ponga más intensa, el sendero es llano, y en unos metros el pulsómetro de JJ recobra la calma después de ir rozando la paranoia entre pitidos, eso en broma pero en pleno esfuerzo ya le digo a JJ que cualquier día comienza a sonar Piiiiiiiiiiiiiiiiiiii y la cagamos Game Over en pantalla.
Medio País esta en crisis o en paro, pero la otra mitad se construye unas mansiones que nos quitarían el hipo si lo tuviésemos. Recorremos nuestra vereda preferida entre pinos y en sombra ya que la luz se la roba toda la cara que vamos buscando. En esta cara luminosa un sendero precioso que en principio tiende a subir, termina en ligera bajada, la senda esta muy cerrada y te dejas las piernas finas de arañazos por las retamas pero ya se sabe «sarna con gusto no pica». De la urbanización salen unas roderas tras una puerta marrón las cuales seguimos, Las roderas nos dejan en la pista que sube desde la rotonda de Navacerrada a la ermita y al campo de tiro, meno mal que estaba cerrado, así no hay riesgos. La pista en subida tendida gana altura para comenzar a perderla en menos de un kilómetro hacia Cercedilla, esta atalaya es uno de los mejores miradores de la sierra en la que podemos dividar en ambas caras de la montaña, algo de la mujer muerta, Siete picos, el alto de Guarramillas, la maliciosa, presa de Navacerrada y su bellísima ermita.
Quiero buscar el sendero que baja desde el alto del pico de la golondrina, encontramos una pista que muy sucia por restos de poda, un
manto de hojas secas y lo mullida de la hierba hacen que junto a una considerable inclinación sea casi inciclable. En uno de estos pasos a JJ no le sale un pie del pedal, la rueda delantera se le bloquea y se va al suelo casi parado, me pide ayuda para quitarse la bici de encima, cuando tiro de la bici esta como enganchada, miro y no veo nada, pero cuando miro el sillín veo que esta enganchado el culote de JJ a la altura de su culo, mira el golosón como no se quejaba cuando tiraba de el jejejeje.
Tras la caída la subida se vuelve imposible así que toca empujar unos 100 metros hasta lograr coronar el alto de la golondrina, antes de llegar a la cumbre sale una pista que se difumina unos metros después, como ya estábamos en faena la seguimos y tras unos momentos de duda recobramos la buena ruta y encontramos la senda que buscamos.
Nos hacemos unas fotos, bajamos las tijas y disfrutamos de una bajada tremendamente divertida y rápida.
Como no nos hemos dado mucha prisa, la tarde nos ha ganado la partida y la luz comienza a atenuarse, queremos exprimir un poco más
la salida y rodamos a media luz por la orilla de la presa, vamos por la orilla ya que el nivel esta al máximo y el agua se ha comido los senderos de siempre, pero es una pasada si podéis venir a rodar una tarde a última hora y disfrutar de unas vistas increíbles de la maliciosa bañándose en sus aguas. Una vez alcanzado el dique de la presa, hacemos unas fotos para jugar con la luz haber si nos sale el experimento, ya esta muy oscuro y decidimos poner nuestras luces, aquí se ve quien la tiene mas larga y potente, sin lugar a duda JJ me gana, su luz blanca ilumina perfectamente y la mía anaranjada parece del siglo XVIII, da la impresión que yo bajo con una vela. Terminamos la ruta felices de haber disfrutado 20 kilómetros de tratamiento antiestrés, los viernes en bici es vida, es libertad.