“Oh santo temeroso ¡anímate!, las nubes que tanto temes, llenas de misericordia están y sobre ti bendiciones derramarán.”

William Cowper

Que desastre de día, lo que me ha costado poder montar en bici y la de dificultades con las que me he encontrado. Durante la semana nuestro mayor temor era el tiempo, una borrasca prometía lluvia a tutiplén para Madrid por lo que Toni a última hora del viernes anulo la ruta y los únicos que no nos enteramos fuimos Pavomen y yo que nos presentamos a la hora indicada en al estación. Tras esperar un buen rato y no aparecer nadie llamamos a Toni que nos dice que la ruta esta anulada, así que compuestos y sin ruta.

Pavomen decide volver a casa y yo para rodar por Cercedilla prefiero hacerlo por Becerril, así que me vuelvo de nuevo a casa.

Hablo con JJ y este esta medio listo para salir a montar por lo que quedo con el y salimos de Becerril rumbo a la barranca con unas gotas que empiezan a caer con algo de intensidad lo que me obliga a ponerme el chubasquero. Tenemos una nube cabrona con principio de cistitis que nos persigue y deja escapara unas cuantas gotas pero a los 15 minutos cesa por completo la lluvia. Hemos decido subir esta vez por el sendero del camino de Santiago de Madrid, un sendero que me trae grandes recuerdos de cuando Pantani, Jack y yo hicimos el camino, esta verde gracias a las lluvias de los últimos días y la cicatriz marrón del terreno nos guía hasta la puerta superior que una vez franqueada continuamos por el sendero de la derecha para ascender hasta la pista que nos subirá a la barranca por una trialera muy divertida tanto de subida como de bajada. La trialera nos deja la zona de los almochones, la lluvia que ha caído durante la noche ha dejado el terreno muy pesado y cuesta rodar. Subimos de cháchara y descubrimos que estamos algo perros para hacer una ruta en condiciones.

Cuando llegamos a la primera presa de la barranca nos tomamos un respiro y continuamos ascendiendo por la pista, pero nos encontramos con un cartel en el que nos avisa de una montería en la barranca, así que acceso restringido. Ya se sabe que para los cuatro que tiene dinero y se pueden permitir pagar para cerrar un monte público España es suya y que le den por culo a los Madrileños que quieran disfrutar de un sábado en la montaña si estos acomodados ciudadanos de primera con sus perros y sus escopetas pueden soltar cuatro perras y disfrutar de toda una montaña en perjuicio de unos cientos que con sus impuestos mantienen ese monte, en fin de vergüenza.

Subimos por la pista y a la altura de la fuente de la campanilla ya se pueden ver las furgonetas con los remolques de los perros y gritos que surgen de entre los pinos, la verdad es que no sabemos si es que se caza así o le estaban dando por culo a modo iniciático a algún cazador primerizo. La niebla comienza a cubrir la pista y en los rostros de la gente se ve la preocupación por estar rodeados de gente con escopeta y eso preocupa ya que en este país la licencia de armas para cazar se le da a cualquiera que la pide sin ver si tiene dos dedos de frente. JJ no deja la pista pero yo quiero disfrutar de una subida técnica, el sendero que acorta una de las curvas y salvo un paso entre rocas que no tenia tracción me lo paso por completo, la verdad es que no es muy complicado.

El arroyo que baja de la cumbre ha recobrado su alegría invernal, juega entre las rocas dibujando pequeños saltos de agua, alegrando un día gris con su continua y monótona melodía. Nos hacemos una foto y continuamos afrontando las duras rampas que nos dejaran en el mirador de las canchas. Aquí están aparcados los cochazos de los ricachones que están apostados un poco más abajo, en esta zona hay gran número de carteles advirtiendo de la montería y del paso restringido, por lo que decidimos volver a bajar por donde hemos subido ya que bajar hacia el ventorrillo por la Bambi es jugarnos un tiro, además estos energúmenos de las armas suelen ser también muy machos y como voy vestido de entreveredas no es plan de que me confundan con un vecino alegre de chueca y a falta de cochino jabalí se conformen con un biker de alegres colores jejejeje.

Bajamos por la pista y es ponerte de más mala leche, cuando vas por los senderos los senderista de edad con papeletas para que la parca les visite un día de estos, no les llames viejos que ellos están en la segunda juventud, se quejan por que tienes que rodar por las pistas, y cuando vas por las pistas se quejan porque no tocas el timbre para avisarles, jodía vieja si no has oído un grito hipohuracando por dos veces vas a oír un timbre, como no te lo meta por el culo mientras te subo al manillar por ir de la manita con tus nuevas amiguitas ocupando todo el ancho de la pista no se como lo vas oír un pueñetero timbre so sorda.

Además de bordes las jodias cuando les pides que se pongan a un lado se paran en medio, se dan la vuelta y con mala leche te lanzan un “ hacia que lado” pero será perra, me da lo mismo pero quítate de una puñetera vez, es que este grupo de jubilados de hoy con sus palos de peregrino y sus ponchos verdes eran pa verlos, pues no había un vejete con la chorra en la mano meando sobre unas moras y otro comiéndoselas al lado, Jesús que cruz.

Ya llegando otra vez a las presas nos toca luchar con los padres y los hijos, a los hijos le ponía ración doble de educación para la ciudadanía, bueno mejor solo de educación y a los padres de religión porque ha estos ya no los educa ni Dios, y es que crucen a tu paso los carritos de los niños no tiene perdón de Dios porque tu hijo salvaje que ya locomoción propia corre hacia nosotros, pero bueno, haber si llega ya el invierno y estos no salen de casa.

Bajamos por la carretera y nos desviamos para pillar el sendero de la presa de Mingo y tampoco porque esta cortado por la montería, esto es el colmo toda la puñetera montaña vedada. Como estamos más quemaos que la pipa de un indio bajamos por la carretera y claro si andando no te respetan pues te puedes imaginar con el coche si te pueden eliminar uno menos. Cruzamos Navacerrada y nos metemos por la presa, la recorremos y vemos un zarzal con las moras muy altas, seguro que estas no las mea y llenamos una bolsa con moras, J.J. me va hacer una tarta de moras y nos la desayunamos mañana mientras vemos la formula uno vestidos de ciclistas para despues disfrutar de nuevas y variadas aventuras. Por fin algo dulce para un día muy amargo y no solo por la tarta, es que al llegar a becerril nos encontramos con una morena de con un vestido ceñido, y muy cortito de color amarillo con una cara angelical y un culo que si, hay si es para hacer una buena montería.