La Pedriza Prohibida o como hacer senderismo con la bici a cuestas.


“Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor.”

Samuel Beckett

Hay veces que se me meten en la cabeza rutas que son descabelladas o cuanto menos poco probables de salir bien, y para este sábado tenia en mente una de estas, para ello mande un privado a mis amigos que se les gusta de acompañarme en estas locuras y para esta ocasión solo respondieron dos Jack Randall y Poli, este último se quedo prendido en los brazos de Morfeo hasta media hora antes de la hora acordada por lo que se descarto y mi fiel compañero de fatigas tortuosas y locuras andantes Jack Randall si acudió a la llamada, de lo que ocurrió damos cuenta en la siguiente crónica.

Salimos a las 10:00 de la mañana del aparcamiento que esta frente a la barrera de la pedriza, yo visto de corto y maillot largo, Jack Randall viste de largo y maillot de invierno, y es que en primavera y otoño no damos una, unos van muy abrigados y otros medio en bolas, pero por lo que veo en el aparcamiento predomina la tendencia al largo por lo que pienso voy a tener frío. Uno de estos modelos bikers que lucen sus maillot por el aparcamiento nos pregunta como ir hasta las Z de la pedriza, madre mía si en el kilómetro 0 me pregunta eso, ¿que es lo que han preparado de la ruta?, en fin.

Nosotros comenzamos nuestra ruta exploración y para no subir por la pista asfaltada, bueno vale carretera. Nos tiramos por la cañada y subimos por los senderos de la parte de atrás, que son más divertidos y menos concurridos, aquí me encuentro con un forero con el que recorrí la ruta de la vuelta a la sierra de Hoyo. Empezamos a subir y Jack empieza a sufrir, tiene un calor de mil demonios con su ropa de invierno y por el contrario yo voy en la gloria salvo mi maillot de manga larga que me lo quito. También destacar el maillot de la unión soviética que luce el amigo Jack, desde ahora el Vietcong de la pedriza jajá jajá. Jack teme que su culo se cueza se queja de su mala elección de vestuario, vamos subiendo y yo cada vez voy más perro, tengo las piernas como palos y no tiran nada de nada, subimos un tramos trialero para quitarnos un rato la monotonía de la pista y caigo de espaldas al intentar subir una cuesta muy pronunciada ya que no me sale el pie cuando se queda la bici trabada con una raíz. Hoy sin duda no va a ser mi día.

Hemos decidido subir por pista hasta el mirador de los pastores y cuando enlazamos con la pista que sube de canto cochino vemos como el que me ha preguntado por las Z sube a toda leche con sus amigos, en dirección contraria a las Z, vamos que de nuevo a los coches, Jesús que cruz con estos guías modernos. En nuestra ascensión vamos pasando pequeños grupos y bikers que suben por esta cara de la montaña, no nos pasa nadie a nosotros. Jack me mira y se queja del ritmo que tengo que es muy bajo, se pone a pedalear con un solo pie, luego se baja de la bici y se pone a andar a mi ritmo, es muy cruel, pero ya sabemos como se las gasta el Vietcong. Jack me dice que le gustaría verme con la respiración entrecortada, dando ritmo a mi cuerpo, empujar con fuerza y ver en mi cara el sufrimiento, claro pero este lo quiere es verme follar, de otra forma no se como voy a cumplir esas premisas, con la bici no a no ser que me ponga delante a la bellisima “N…s” bueno dejémoslo correr.

Coronamos el collado de los pastores, los primeros y tras nosotros toda una retahíla de bikers, a lo que Jack me dice, “… no si al final a vuestro nivel globero tu no subes tan mal”, Jodio Vietcong. Tras una barrita bajamos hasta el puente que cruza el manzanares y decidimos comenzar la fase de exploración que no es más que el sendero que baja junto al Río Manzanares, un sendero que es ciclable al 2% o 3% en el caso de Jack que en su papel de Vietcong se lanzo a lo loco por bajadas imposibles, el problema de esta bajada es que la vegetación esta muy cerrada y aunque el piso es bueno para rodar, cada 10 ó 20 metros tienes que poner pie a tierra por que una roca quiere quedarse con tu cambio. Nos cruzamos con una familia y nos dice que ellos llevan dos horas subiendo, el Vietcong en ese momento casi me mata, al final solo tardamos una hora de brutal e insufrible pateo, portando la bici en mas de dos y tres ocasiones por bajadas que incluso andando era complicado mantener el equilibrio. Este sendero termina en una puente de madera y una mini trialera muy chula y divertida pero que no nos quita el sabor amorgo de no haber disfrutado de una bajada como los senderos conocidos de la pedri.

Ya en la pista y camino de los coches, nos cruzamos con féminas de muy buen ver, así como un balcón en el que no dude en asomarme para ver ese mar de pechos, que belleza ese moviendo acompasado con el andar que las mamellas dibujan en el aire. Pero para pechos dos, para ser exactos de una joven que acompañada de un joven que se le veía exhausto, lucia dos mamellas del tamaño King size XXXL, de esas que en un fin de semana te las terminas pero no llegas a profundizar en el sótano.

Al final nos quitamos el mono con la trialera de bajada al puesto de control y con un par de senderos, una jornada petadora, pero de andar o mejor dicho de practicar el deporte de Mass el sendebike, que no nos ha gustado nada, nada.

Lo siento Jaime, te debo una ruta inédita, con subidas de las que te gustan y bajadas disfrutonas pero que te prometo rodare yo antes.

Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
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