“A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco.”
Michel De Montaigne
Por fin hemos podido salir pronto, ya que no llovía y no hacia viento huracanado en nuestro lado del camping por lo que a las 8:00 ya dábamos nuestras primeras pedaladas del día hacia Amboise. Al principio el track nos marca un camino tortuoso para como vamos de cargados pero muy chulo para la practica del MTB, vemos que 23 Kilómetros por ese terreno nos puede traer muchas averías, veo que una tranquila carretera va prácticamente pegada al track todo el rato así que optamos por cambiar de vía y el cambio fue todo un lujo.
El viento no se ha olvidado de nosotros, en ocasiones con rachas muy fuertes de cara que apenas nos deja avanzar, es curioso como rodando al mismo ritmo con el mismo esfuerzo pasamos de golpe de 15 km/H a 27 km/H, la diferencia el viento.
Visitamos Ambois y nos ponemos rumbo a Tour, en donde visitamos su preciosa catedral, que nos mira con sus ojillos jejejje. Tours es un punto fundamental en nuestro viaje, ya que tenemos que decidir que ver y sobretodo que ruta tomar si el track de Bruselas-Pinto o el dibujado por nosotros en el ordenador. Al final ni pa ti ni pa mi, decidimos visitar el castillo de Villandry, renunciando ir a Saumur, por lo que ponemos rumbo a Azay le Rideau donde también hay un castillo precioso.
En esta parte del Loira todos los castillos son de pago tanto el interior del castillo como sus jardines o elexterior del mismo, por lo que tienes que pasar por caja para disfrutarlos y para evitar que puedas hacer de paparazzi pues vallas enormes y vegetación abundante situada en puntos estratégicos para que desde el exterior no puedas hacer una foto. El Loira en esta parte nos mostró su imagen más comercial y pudimos disfrutar de las barcazas típicas del río.
Nos alojamos en el camping de Azay Le Rideau, es pronto así que dejamos todo dentro de la tienda y nos vamos a comprar a un Champion. Aquí vino lo gracioso, era la primera vez que montamos sin peso desde que iniciamos el viaje y Pantani al dar la primera pedalada casi se cae, le veo rodar y le tiembla la bici por todos los lados, vamos que me veía comprando unos ruedines, pero al final le pilla el truco y encontramos el Champion gracias a una francesa de unos inmensos ojos azules y una sonrisa eterna que arreglaba su jardín.
Compramos una cena de lujo a base de ensalada, pasta para sándwich y hacemos una tanda de pasta en el hornillo, mientras cenamos de fondo suena música clásica que procede del castillo, ya que estamos alojados en su parte trasera, a Pantani no le gusta, pero a mi me encanta, el río de fondo, la noche y una música delicada para conciliar el sueño.
Distancia recorrida: 97,6 km
Tiempo empleado en pedaleo: 5:57:13