“Soy un árbol agotado por los vientos: debo mantenerme en pie. Soy un campo de trigo dispuesto para la siega: debo madurar.”
José Alzin
Salimos a las 9:00 del Hotel directos a información y turismo, no estamos dispuestos a volver a pagar una barbaridad por pasar una noche en un hotel cutre. Las oficinas de información y turismo en Francia son grandiosas, no solo por la información que te dan que es precisa y completa, sino por sus estupendas empleadas, de una belleza increíble, de verdad no vimos una que no destacara sobre el resto de mujeres. Con toda la información de la región en nuestro poder y un mapa con 1.600 camping de Francia nos vamos a ver el palacio de Versalles en su versión Diurna y mojada ya que como no, llueve. Pronto nos dirán que no podemos rodar por el palacio y no vamos, total ya esta visto.
Tomamos el camino hacia Ramubullet, la población donde nos mandaba la amable francesa del camping de Versalles y el tramo de carretera transcurre entre bosques frondosos en los que pequeños senderos nos tientan a perdernos por su interior, imagino como seria viajar en la edad media cuando estos bosques estaban repletos de bandidos y tenias que recorrer el país como nosotros a lomos de una burra.
Es Domingo y nos damos una buena sesión de cabezazos saludando a todo ciclista que montados en maquinones, Pantani solo veía cervelos y babeaba, la presencia de tanto carretero tenia su explicación y son unos rampones de órdago que cruzan este paraíso, así como sus bajadas vertiginosas, y para vertiginoso el escote de un biker que nos cruzamos nosotros bajan y ella subiendo, vamos que nos dio tiempo a contar cada gota de sudor que se encauzaba hacia el canalillo, quien fuera toxina.
El cielo esta encapotado, y de vez en cuando nos sorprende alguna que otra gota impertinente. Una vez pasado Rambullet el paisaje cambia y es mas llano, pero cambiamos las subidas por el viento, vamos que para mi salimos perdiendo en el cambio, y eso nos impide rodar a más de 16 Km/h y esforzándonos.
Pasamos por un pueblo muy bonito con una iglesia muy curiosa y su cuarto de torre, el pueblo se llama Galardón. Como vemos que el cielo se pone muy jodio buscamos un hotel económico, un Formula uno, estos hoteles son de los de mete la tarjeta, te cobro, te doy un código y hasta mañana, pero como no me fío esperamos 45 minutos a que abran la recepción física, vamos 1 metro cuadrado de mostrador para que nos den el código de la habitación aquí no hay llaves y nos digan que las bicis duermen con nosotros. Las mentemos como podemos en una habitación minúscula, en la que tenemos una cama de matrimonio, una litera y un lavabo con una tele, que mas podemos pedir por 42 € los dos, además tenemos un Mcdonal cerca, esta noche toca comida basura.
Distancia recorrida 89,50 Km
Tiempo Empleado 5:29:01
QUE GRANDES ERES ALAKAN CUANDO GRANDE QUIERO ESCRIBIR COMO TU UN ABRAZO AMIGO Y MIL GRACIAS
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