Una vez más toni nos quería sorprender y regalarnos una de esas veredas que se pierden entre los pinos y si tienes suertes, puedes ver algún ser mitológico para los tiempos que corren por nuestra sierra de Guadarrama como un corzo o un ciervo. A las 9:30 estamos preparados con nuestros caballos de hierro listos, los ojos como platos y una sonrisa de oreja a oreja, porque lo principal de la ruta que es olvidar la semana y disfrutar con tus compañeros de salida desde que llegas al lugar de kedada es algo que ya tienes asegurado.Para calentar motores y disfrutar un poco más de lo que Toni entiende por MTB nos mete por la vereda alta, un laberíntico sinfín de continuas veredas que se entrecruzan llamándote al interior de un maravilloso bosque de pinos y helechos, para atraparte entre raíces y rocas, pasos complicados y vistas que se graban en la retina para perdurar durante muchos años, ya que cuando estas roto por el sufrimiento, agotado por el esfuerzo de avanzar unos metros, y levantas la vista jadeante, perdiéndola en el infinito solo se entienda que esa visión dibuje la sonrisa socarrona que sale, fruto de una inmensa paz interior.La vereda la disfrutamos como podemos, ahorramos fuerzas empujando la bici y entre bromas coronamos la fuenfría donde tomamos un merecido refrigerio.

La baja siempre es la recompensa al sufrimiento de la subida y esta vez sabemos que nuestra recompensa nos llenara de adrenalina y dejándonos con las pilas cargadas otra vez.Bajamos por el carril del gallo, una senda muy sencilla de bajar con tan solo un par de paso complicados pero que te permite disfrutar a tope de tu bici.Nos encontramos con varios senderistas que consideran que no somos dignos de disfrutar de esa bajada con nuestras maquinas, pero bueno de todo hay en la villa del señor y lo dejamos pasar, también nos encontramos con otro senderista muy perdido que intenta llegar a Segovia. Tras la bajada nos toca el descubrimiento de la jornada, una maravilla que toni nos tenia preparada que es la vereda o senda del enmaderado, pero como estamos muertos subimos la primera parte totalmente a empujabike, toni nos asegura que es un 11 % de desnivel y el gps se empeña en marcar un 25% que mala uva tienen estas maquinas, Llegamos a una pradera que es una alfombra verde, tupida, sedosa, un colchón que disfrutamos ya que el día acompaña con un cielo azul inmenso.

Nos hacemos unos fotos de familia, de gran familia, jajaja. La continuación de la vereda nos deja tramos en los que incluso podemos disfrutar de la bici dejándonos el alma en los pedales, pero no hay quejas, montamos poco y sufriendo mucho pero estamos en el paraíso.La vereda del enmaderado nos deja en el puerto de Navacerrada, y decidimos completar la ruta con una bajada acorde a la subida, o sea a pie jijijijiji, Y es que la opción se llama bajar por los salideros de matasalgado, un arrastradero de pinos que ponen a limite tanto nuestra pericia sobre los pedales como la resistencia y los avances tecnológicos de nuestras queridas burras.La bajada se transformado en una especie de safari ya que parteamos la bici entre rocas y arroyos, pero cuando estas apunto de decir pero esto que es descubres que estas dentro de ese fondo de pantalla en el que siempre soñaste rodar y que el entorno te atrapa y te pide bajar despacio disfrutando del momento.

Se nos ha hecho muy tarde y bajamos ya si con mucha velocidad por un sendero maravilloso entre robles, en el que por fin consigo terminarlo sin bajarme, y es que mi blanquita tiene mucho genio pa eso.Una ruta en el que hemos montado sobre la bici un 50% y andado otro 50% pero que hemos disfrutado un 100 % de nuestra sierra del Guadarrama y un 150% de la maravillosa gente que deja su personalidad cibernética para sentir y vivir uno de los mejores frutos que la vida nos da, la amistad.

Muchas gracias a Conor y apelio por las fotos 

Esta ruta no tiene track.