Me he levantado con dolor de muelas y la cara hinchada, pero no tengo ganas de quedarme en la cama, asi que me levanto y descubro un dia nublado y el suelo mojado de haber llovido, hombre pues despues del calor de ayer esto ideal para montar en bici, asi que desayuno, me visto de romano y pillo del garage mi fiel platera, la bici elegida para hacer el camino de santiago la proxima semana y emprendo rumbo hacia la presa.
Como siempre la subida es criminal en apenas 600 metros recorridos ya tienes el caminito empedrado de alicia en el pais de las maravillas que te deja el culo y las piernas como para darte la vuelta a casa, pero si en Greas decian que para estar bella hay que sufrir, para ser un buen biker hay que sufrir más asi que ya puestos pues para arriba.
Corono la presa y me meto por los senderitos que me dejaran en ese magico rincon remanso de paz y continuo fluir de agua que hace las delicias de mi alma cada vez que paso, sin duda alguna este punto estaria entre los 10 preferidos de esta zona de la barranca, termino el sendero y un vaca se asusta de mi presencia, tiene un mostacho de hierba que al verme termina de ingerir, paso por la maginifica vereda del silencio y la paz ahora un tanto triste por el vandalismo y los botellones del fin de semana, no me extraña que la sierra de guadarrama necesite de proteción al ver lo que somos capaces de destruir.
Como siempre apago mi sed en la fuente que hay cerca de la iglesia y que esta año nos regala su agua cristalina, fresca y en abundancia. Mientras bebo me pasa un senderista pasado en kilos y con un aparatoso vendaje en una de sus rodillas. Le paso al final de la subida y mientras el decide subir por carretera y yo decido subir por pista, cosas de la vida.
En esta maginifica vereda que sale de la carretera y te deja en la presa de mingo, no suele haber a penas trafico de personas, pero hoy me he encontrado con dos amables senderista, que educadamente me han devuelto el » Buenos Dias» y es que la gente de la montaña es de lo mejor que hay.
Por fin llego a la zona de la barranca frente al hotel, los domingueros madrugadores ya portan sobre su espalda nevaras, sillas y bolsas para su domingo serrano, mientras yo disfruto al ver las presas del ejercito de aire hasta arriba de agua, años atras la falta de agua casi las dejan secas y es una lastima ya que ver reflejada la cara de la Maliciosa en su aguas es todo un disfrute.
Platera y yo empendremos la subida al mirador de las canchas, es la primera vez que se enfrentara a rocas y raices por lo que subimos un tanto inquietos por ver como se comporta. Una vez en la senda Ortiz platera jugetea entre las rocas y las raices como quiere, estoy feliz y se nota como la bici disfruta trepando por la senda. La hago unas fotos por lo bien que se ha portado y coronamos el mirador de las canchas. Aqui dos bikers estan de chachara animada y yo entamblo una agradable conversación con un senderista que busca la senda de la tuberia, nos despedimos y le digo que me voy a ver la formula uno, y me dice que alonso saldra 6, madre mia como ha cambiado el cuento, el dolalgial me ha vuelto loco.
Emprendo la bajada contrariado por la noticia hasta la fuenta de la campanilla, lo mio con las fuentes es como los entendidos en vino, me encanta degustar las aguas estos manantiales que nos regala la sierra de guadarrama, he decido globerar asi me quedo un rato en la fuente disfrutando de unas gotas de lluvia que nos regala el cielo y la media luz de un dia nublado bajo los pinos.
Me pongo en marcha y al verla pista vacia le doy caña bajando a platera, plato grande y 42 km/h, 54 km/h y 59 km/h mejor ponemos el freno que esto se empieza a poner caliente, un par de senderitos de bajada me tientan, pero con lo jodio que estoy del dolor de muelas me atonta y sigo por la pista, paso por el hotel y bajo por la pista pestosa y larga que se pilla en la carretera, de aqui de nuevo paso por la vereda y emprendo la vuelta a la presa.
El agua esta totalmente calmada y por momentos sus aguas son un espejo roto por el salto de algún pez o un pescador que lanza su anzuelo. El dia invita a estar tumbado en la orilla, no hace calor se esta genial y puedo disfrutar de unos cuerpos esculturales de bellas ninfas que toman el sol filtrado por las nubes, mientras se enbadurnan de crema al una a la otra.
Llego al final de la presa, el dolalgial esta dejando de hacer efecto y ya no tengo mas humor para seguir montando asi que dejaremos los senderitos del cerro del castillo para otro dia.
Bajo la presa disfrutando de la mini bajadita de tierra y su mini trialera hasta mi casa donde termina esta mini ruta globera de un dia nublado de agosto que nos ha regalado unas vistas primaverales de la sierra.