La sierra de la partacua entre recuerdo y pasiones.

Sabemos de dónde venimos: los recuerdos del mundo exterior pueblan nuestros sueños y nuestra vigilia, nos damos cuenta con estupor de que no hemos olvidado nada, cada recuerdo evocado surge ante nosotros dolorosamente nítido. Pero a dónde vamos no lo sabemos.
«Si esto es un hombre» (1947), Primo Levi

Ya volvía hace una par de años a recorrer esta ruta por primera vez en gravel, tal vez la pereza o mis miedos que en ocasiones no me dejan crecer en el vida tan solo me dio esa ruta para subir al Ibon de las paules y bajar. No se si por la motivación que Rosalía me ha regalado desde que la tengo y lo ilusionado que estoy de montar en ella o por la pasión que le estoy poniendo a compartir estar rutas con el canal de YouTube y poder ofreceros algo mas interactivas estas crónicas.
Me encuentro cansado pero con ganas, confieso que con mas ganas que fuerzas e inicio mis ascensión en busca de la pista de la Partucua por el puerto señalizado que sube a Sandiniés, las rampas me obligan a meter todo lo que tengo de piñones para poder subir y traigo a mi memoria el recuerdo de la primera vez que subí para descubrir esta ruta con Victor “Totapillao” a modo de maestro jedai mostrándome el camino, No temas esto es para asustar, luego suaviza. La experiencia es un grado y en montaña un doctorado, subo paciente expectante que la montaña se abra y poder descubrir el magnífico valle por el que transcurre esta pista. En mi ascensión me encuentro a un hombre de mediana edad, como yo, no se a quien queremos engañar, empujando la silla de ruedas de su padre. El viste ropa deportiva con zapatillas y el padre sentado en su silla con un gorra y una mirada de ilusión con mezcla de orgullo y felicidad que me desarmo el alma. Rodar a mi velocidad me regala poder fijarme en detalles, en tener una visión sistémica de lo que vivo y siento. Digo que me desarma el alma porque no me siento a ferrado a la vida con uñas y dientes, ver estas escenas me hacen ver que algo me estoy perdiendo, que no estoy valorando en su justa medida, tal vez sea un efecto secundario de la estar solo, no vivir en pareja o formar una familia.
Pronto dejo atrás la carretera, el pueblo y las pista en modo gratuito para los coches, los que me pasen ahora serán lugareños o de pago. La pista de la Partucua es muy agradecida, su desnivel es mas o menos constante con algunos regalitos en forma de dos dígitos en subida y su momentos de relax donde te permite estirar la espalda y perder tu mirada en un paisaje que comienza a ser fabuloso a mida que ganamos altura.
Cuando el sufrimiento comienza a pasar factura, llego al ibón de los paules, todo un remanso de paz entre visitas de trenecitos con turistas, un tiempo para disfrutar el silencio, del viento, del agua, de la montaña y de tu soledad. Un momento para degustar lo que disfrutas, en un entorno maravilloso y que sueñas durante todo el años el poder llegar, sentir la hierba, recorrer sus sendas y perder tu mirada en el infinito azul del cielo. Descanso tumbado en la pradera, hace mucho calor y en otro momento me abría dado la vuelta y regresaría de nuevo al coche por donde subí. Pero esta vez no, quiero aventura y recorro la senda para MTB con mi Gravel que se comporta perfectamente, no encuentro un camino lógico por donde continuar y lejos de abandonar doy la vuelta y retomo el camino en bajada hacia el embalse de Escarra para poder ver sus vistas y me encanta, merece la pena el recorrido hasta llegar a el y darse la vuelta para desandar lo andado y retomar la pista de la Partucua hasta donde se disfruta el fondo del valle en la zona del Goluso donde hay una fuente, unos manantiales y una zona de turberas y charcas, pero para ello te tienes que adentrar en el valle dejando la pista y yo comienzo a estar literalmente en reserva.
La bajada la hago con precaución, no me gusta bajar a gran velocidad las pistas y a la altura del Ibon de Piedrafita me planteo si subo o no, mis piernas me dicen no, mi cabeza me dice no, pero las voces, irrumpen en ella, toman el control del pensamiento, de mi voluntad y subo unos metros para disfrutar del magnifico Ibon, en ocasiones hay que hacer caso a la locura cuando toma el control de tus actos.
Dejo atrás el parque faunístico con un buen susto ya que no vi un agujero en el asfalto y me lo comí literalmente. En Piedrafita de Jaca paro en una fuente donde el agua helada me refresca y visito un especie de centre de información de brujería de la zona. Continuo bajando con unas vistas al embalse de Búbal increíbles y al llegar a la carretera de Biescas a Francia me doy cuenta que me quedan fuerzas justas para llegar al coche y comienzo a dudarlo, por suerte la pendiente no es muy pronunciada y llego literalmente a Escarilla con el 0% de mi energía vital. Me dio lo justo para pedir una coca-cola y un bocadillo de pechuga de pollo que resulto ser mágico y estaba buenísimo, una delicia que me resucito lo suficiente para llegar al coche que lo tenia en lo alto del pueblo.

Stendhal dijo Con las pasiones uno no se aburre jamás; sin ellas, se idiotiza. Esta claro a mi me mueven las pasiones.

Track de la ruta

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Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
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