Ninguna fuerza abatirá tus sueños, porque ellos se nutren con su propia luz. Se alimentan de su propia pasión.
Atahualpa Yupanqui
La primera bocanada de aire llenando mis pulmones acelerados por un pulso desbocado despertaron los recuerdos de toda un juventud recorriendo sus caminos sendas y cumbres, durmiendo a su abrigo y saciando mi sed con el agua cristalina de sus arroyos, dos años después había vuelto a casa, a mis montañas mágicas al hogar de mi alma.
Me ha costado un triunfo levantarme, pero quiero volver a retomar la sana costumbre de estar en pie a las 7:00 de la mañana los fines de semana, lo he intentado pero no he podido y con el reloj marcando las 8:00 muy pasadas me pongo en pie y decido continuar con los planes, test de piernas subiendo un puerto, el elegido Canencia.
Como siempre me pasa no acierto con la ropa, sigo de verano, menos mal que el tiempo tampoco acierta en la estación en la que esta y puedo dar mis primeras pedaladas fresquito pero muy a gusto. Cometo mi segundo error de la mañana, el primero no madrugar, este segundo aparcar en Miraflores en lugar de en Soto. Mi intención era hacer un Canencia integral por las dos caras, pero a ultima hora metí las zapatillas de correr y una equipación para trotar por la fuente del cura, y como mi cabeza es como es, las voces gritaban Presa de Navacerreda, presa de Navacerrada y a las voces hay que hacerlas caso, 🙂 .
Sin calentar pasas de 80 pulsaciones a 140 en un suspiro, apenas das diez pedaladas y te ves buscando el plato pequeño y mi 34 en la piñorea trasera, un muro te dice bienvenido a Canencia, menos mal que se que solo es para asustar, luego se vuelve hasta cariñoso. Un hombre me sonrie y me grita venga a disfrutar, somos putos yonquis de las endorfinas y el ibuprofeno. El tráfico es moderado para ser domingo y mi autoestima se viene a bajo cuando me pasa todo el que con una bicicleta quiere subir al puerto como un puñetero protour. Se que soy malo en tres deportes, pero tanto he perdido en ciclismo, la voces irrumpen mis pensamientos para con una estruendosa carcajada hacerme ver que nunca sobre una bicicleta he podido seguir ni al mas lento de una marcha cicloturista , en Mountain bike he tenido picos buenos, malos y me he arrastrado por muchos caminos, así como puertos de tierra o altos existen en nuestra sierra, pero bueno eso es historia. Ahora entreno, estoy moldeando jamones de potencia, pero estoy a dos evoluciones para rodar a la altura de la media. Menos mal que no me dejo amilanar y continuo perdido en el aroma de la montaña, la paz entre motores y un paisaje que una vez las cumbres del pirineo se quedan en el recuerdo me acogen, abren sus pistas y carreteras para poder hacerme llegar a un punto de forma con el que poder disfrutar de otras cumbres mas lejanas y famosas.
Para el 2020 me he puesto un objetivo, un triatlón especial para mi 50 cumpleaños, mi regalo para disfrutar en Julio con 1,2 km de natación 28 km de bici y 6,7 km de carrera por montaña, no parece nada fuera de lo normal en triatlón si fuera porque la bici tiene un desnivel acumulado de 1415 metros ascendiendo un coloso mítico. para ello tengo que ver donde estoy y si puedo llegar, la decisión antes del 15 febrero si quedan dorsales.
Los dos últimos kilómetros decido hacerlos con algo más de intensidad, con un pulso alto que no suelo usar en bici para no petar en rutas largas, pero esta no tiene este riesgo y corono con mis mejores registros personales pero patéticos comparado con mis antiguos compañeros de salidas, queda mucho para volver a quedar y salir juntos.
Corono el puerto y bajo un poco por la otra cara para dejar un kilometraje de 2o en la ruta, al parar en la carretera, dos vehículos se paran para ver si necesito asistencia, les doy las gracias, como algo y tiro de nuevo para arriba, otros dos kilometros intensos de la cara buena para mi, la que más me gusta subir de este puerto, foto de rigor en el cartel y descenso hacia el coche en donde me pongo la ropa de correr y pongo rumbo hacia la presa de Navacerrada.
La carretera que sube al puerto es un rosario de coches detenidos a la altura del pueblo de navacerrada, aparco en la presa, disfruto de sus vistas un instante, de lo triste y vacía que se encuentra, pero siempre maravillosa.
Comienzo a correr por la orilla, por la arena de la presa, es una sensación maravillosa, no es trail pero es lo más parecido que hoy por hoy mis piernas me puede ofrecer. Disfruto como un niño lo que siempre he recorrido en bici, pero ahora corriendo, alcanzo la senda maravillosa de la parte alta, la pasarela y los puentes de madera, la senda que da al monte y es una delicia bajar con la bici de montaña lo hago en su ligera subida. Kilómetro 3 del doblete, pulso alto como mi felicidad por disfrutar de este nuevo deporte. La recta de la presa se me hace interminable, termino abrazado a mi furgoneta, exhausto pero desando volver a repetirlo.
Maya Angelou en su libro Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado escribió La vida te va a dar exactamente lo que La vida te va a dar exactamente lo que pongas en ella. Pon todo tu corazón en todo lo que hagas… hoy he puesto todo mi corazón y alma en este entreno y lo he disfrutado.