Diario de un triatleta con sobrepeso: Semana 7

Lunes: lo principal en esta vida es tener suerte y dar con personas maravillosas que ante un problema te aporten una solución o te orienten de forma que puedas solventar la situación, desgraciadamente en toda mi vida he contado en escasas ocasiones con estas personas o profesionales que te hacen la vida más fácil o cuanto menos más llevaderas, por desgracia en cardiología no lo he logrado y vuelvo a la casilla de salida con muchos datos pero sin un diagnóstico o conclusión. Como esta semana tiene marcado el martes de descanso lo paso al lunes, no tengo humor para correr.

Martes: Retomo los entrenamientos, toca correr tras los 10 Km de la Liberty, la última vez que corrí esa distancia me costó una semana recuperarme. Iniciar mi cuerpo para el ejercicio es como dar de comer a un niño, estos 500 metros por mamá, estos 500 por papá y así hasta que el moverte a un ritmo superior es asimilado por un cuerpo con cadencia a la cama y el sofá. Me duelen los aductores, las piernas como palos son incapaces de seguir un ritmo superior al trote cochinero que he pactado con las voces internas de mi cabeza que votaron descanso. Hace unas semanas mientras paseaba el mismo recorrido que ahora corro veía con envidia a la gente corretear, la paciencia es una virtud que tengo que trabajar, al final con esfuerzo, trabajo y haciendo las cosas bien todo sale. Cuando termino los 5 Km pactados con la oposición me doy cuenta que sigo con mis problemas de tiempo y concentración, donde yo leí 40 minutos pone 60 minutos, tan solo he corrido 35 minutos, tendría que poner un poco más de interés en ver los entrenos marcados.

Miércoles. La verdad es que voy temeroso de cómo va a resultar el entreno de natación después de la cagada del sábado. La primera sensación es fría, han bajado la temperatura del agua y se nota, la segunda es que mierda de música he puesto en el mp3, tengo que hacérmelo mirar. Ayer no aprendí la lección y ni programé el garmin para que me guié el entreno, abucheo generalizado del senado de mi cabeza que grita » Al Spa, al Spa, al Spa» pero con los primeros 100 metros me voy centrando y me retó a realizar 750 metros del tirón, buenos con esos descansitos de bordillo por ver si viene alguien y termino muy contento con el tiempo y la distancia mínimas de corte superadas en piscina, tengo un mes para bajar en 10 minutos ese tiempo y quiero ir a por ello. La calle se llena de gente y termina pareciendo un circo, una dando saltitos por el agua, otra haciendo la sirenita en el bordillo, el señor mayor que golpea a los de su calle y a la de al lado con palas, una señora con el snorkel y otro pobre como yo intentando completar un entrenamiento en el que se hace muy difícil completar un largo. Al final 1.825 metros en una hora, me doy por satisfecho y me relajo en el baño Romano de agua muy caliente para terminar en la poza de agua fría, contento con el entreno.

Jueves. Me vence el sueño más que el cansancio físico, quiero salir a montar en bici pero he dormido toda la semana una media de 5 horas y me voy durmiendo por las esquinas, ceno pronto y apenas me da tiempo a ver la entrada del episodio final de Big Bang theory cuando caigo rendido a los brazos de Morfeo.

Viernes. Mal, muy mal se me complica todo y tengo gestiones que hacer que voy dejando por falta de tiempo, el cansancio y el agobio me pueden y termino el viernes con un largo paseo bajo un ventoso atardecer.

Sábado. Tras la petada de la semana pasada voy temeros de que se pueda repetir, algo más descansado y con el desayuno a su hora correcta me voy a entrenar. Tras los saludos Eduardo nos dice a Carmen y a mí, al agua que hoy es corto pero duro, lo que se llama una de cal y otra de arena. El calentamiento lo hago tranquilo a mi ritmo pachanga y comenzamos con las series de velocidad máxima, la primera bien, las tres restantes un poco tristes. Ya muerto toca el entrenamiento de bloques donde literalmente muero cada serie de 100 metros o de 200 metros, tendrían que poner bombonas de oxígeno al final de las series para poder recuperar el aliento. Consigo terminar el entreno una piscina más tarde que mi compañera, exhausto y me voy de cabeza, bueno más bien de culo a la pileta Romana de agua caliente, donde La Paz, el agua caliente y la música de relajación me dejan en estado zen. Tras una sauna, duchita y para casa, hoy no tengo más fuerza para una salida en bici.

Domingo. Madrugo un poco, pero una fuerza invisible que atrapa en la cama, intento levantarme y es imposible estoy como imantado, la gravedad del planeta sueño impide que abandone su atmósfera. Muchos minutos después lo consigo pero tarde para la ruta prevista.

Decido ir al puerto de Valdemorillo, me encanta este puerto y el sur está dando sus últimas bocanadas de verdor antes de torne a ocre, en la rotonda de final de la subida me doy la vuelta y retorno a casa, voy bien, pero se nota que hace cinco meses que no monto en bici de carretera por más que haga salidas con la de MTB o la gravel no es lo mismo.

Esta semana no ha sabido gestionar ni mi tiempo ni el cansancio Víctor Hugo dijo No olvidemos jamás que lo bueno no se alcanza nunca sino por medio de lo mejor. Y ese es el objetivo cada semana ser mejor que la anterior.

Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
Esta entrada fue publicada en Diario de un triatleta con sobrepeso., rutas. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.