“Créeme, no es propio de sabios el decir: «viviré»; la vida de mañana es demasiado tardía: ¡vive hoy!”
Marco Valerio Marcial
Cuando salgo de Alcorcón hacia Navalagamella siento una sensación extraña, hay luz solar a pesar de ser muy pronto y tengo calor, se que quedan días de frío pero la primera de vez en cuando nos manda una postal maravillosa diciendo paciencia, entrena nos quedan muchos días para disfrutar.
Ver los cielos azules siempre alegra, ver los almendros en flor sobre el manto verde de la tierra con el blanco intenso de las montañas de fondo me hace dibujar una sonrisa, supongo que son los pequeños regalos que da la mañana a los queremos exprimir el día al máximo.
En el camino me voy encontrando gran cantidad de coches con bicis, o todos hemos decidido montar en el mismo sitio o hay marcha y no me he enterado, y evidentemente era la segunda opción hoy se celebraba la primera prueba de la cuatro estaciones en Brunete, algo muy similar a lo que tenemos pensado nosotros.
En esta ocasión hemos quedado JJ, Despistado y Gonzalo, que vamos llegando con nuestros retrasos habituales para la desesperación de JJ., que hoy si tiene la hora de vuelta comprometida. Nuestra ruta es totalmente inédita para los cuatro ya que ninguno la ha rodado y no sabemos lo que nos vamos a encontrar, es una ruta que he diseñado en base a tramos de 10 track diferentes y cruzamos los dedos para que sea entretenida. Lo primero que nos encontramos nada más empezar son los primeros Bunkers de la Guerra Civil en donde nos hacemos unas fotos, JJ tiene prisa y ya nos lo deja claro, “visto uno vistos todos” jajaja. Pero pronto tendremos una nueva parada para disfrutar de unas vistas extraordinarias de la zona y de la sierra desde el mirador de Hondillo. Una vez hemos disfrutado de nuestro campo de juegos de hoy desde las alturas nos pegamos un pequeño descenso para encontrarnos con el Arroyo del Molino al que acompañaremos durante un buen rato disfrutando de una senda maravillosa, sin dificultad que disfrutamos a tope, es tan genial la senda que comenta JJ que ya podía ser toda la ruta así.
Pero no, nos metemos de lleno en la senda del molino junto al Río Perales y bueno no es que digamos que sea muy ciclable y tiene muchos tramos de bajarse y empujar, pero los tramos en los que si puedes rodar es de un disfrute excepcional.
La senda termina vadeando el arroyo de los conejeros para tornarse ciclable al 100% y como teníamos tantas ganas de pedalear, la ruta nos regala unas buenas cuestas con las que dar gusto a las piernas, hasta Fresnedillas de la Oliva en donde JJ decide volverse por carretera y nosotros continuamos con nuestra ruta.
El tramo de fresnedillas es un bucle que he puesto ya que había leído que había un sendero maravilloso por la zona y podemos dar fe que lo hay, y es espectacular a pesar de lo sucio que estaba hoy por la limpieza que están haciendo, esta joya se llama Senda de Navalquejido.
De nuevo en Fresnedillas de la Oliva, hace unas pausa en el museo lunar para retratarnos con la maqueta del Apolo XII y continuar nuestra ruta por Dehesas hasta llegar hasta otra de las joyas de la corona de hoy, el sendero de entrada en Navalagamella sin dificultad técnica alguna pero muy juguetón que nos deja plenamente satisfechos.
Para no conocer la ruta me ha quedado muy divertida y recordable para día en los que el frío nos aleja de la sierra y me ha gustado mucho como la fortuna me llevado a enhebrar senderos para terminar bordando lo que siempre buscamos la sonrisa de felicidad tras una buena ruta en muy buena compañía.
Que ya lo dijo Brian Weiss En verdad, la felicidad arraiga en la sencillez. La tendencia al exceso en el pensamiento y en la acción disminuye la felicidad. El exceso nubla los valores básicos.