Entre Sendas y Trialeras.

“Aprendí pronto que al emigrar se pierden las muletas que han servido de sostén hasta entonces, hay que comenzar desde cero, porque el pasado se borra de un plumazo y a nadie le importa de dónde uno viene o qué ha hecho antes.”

Isabel Allende

Volver a quedar en el aparcamiento de la estación de collado de mediano es inundar mi memoria de recuerdos, de grandes días en los que nos juntábamos 15, 20, 30 bikers para hacer una ruta. Días en los que uníamos los cuatro o cinco caminos que conocía y diseñaba una ruta que dejaba un buen sabor de boca a todos los que asistían descubriéndoles una sierra diferente, donde la pista era el mal necesario para enlazar una trialera o disfrutar de un buen sendero.

Ahora el aparcamiento esta vacío y se que no se llenará de viejos amigos, he vuelto a retomar mis salidas serranas en bici con ganas, pero solo espero que se llene una plaza más con el coche de Jaime, que no tarda en aparecer. Una vez más los dos comenzamos a pedalear juntos una nueva ruta casi desde nuestra aventura noruega, Jaime es de una paciencia infinita y aguanta mi ritmo cansino con resignación. Pero esta vez es diferente, siempre me he conformado con ser el último, el vagón de cola de un pelotón al que ralentizaba en exceso, pero en esta nueva versión 2.0 de mi etapa ciclista quiero disfrutar más de la bici y para ello he de estar más en forma, ahora salgo con el pulsómetro y voy regulando el esfuerzo de forma que pueda llegar agotado al coche y no entero como antes. Los últimos días he notado que he progresado, me encuentro más a gusto pedaleando y a pesar que sufro como un perro subiendo la gran cuesta del deposito del agua consigo mantener mi corazón dentro de  los limites del infarto y sin poner pie a tierra como lo hubiese puesto hace apenas un par de semanas.

Dejamos la pista que nos conduce a la urbanización Reajo del Roble para comenzar a ascender por una senda que va empeorando por momentos, ya no solo por el tipo de terreno, más técnico, sino también por la inclinación, el esfuerzo se nota  y esta vez si salta la alarma de pulsaciones lo que me obliga a bajar un poco el ritmo, solo ha sido un aviso de que esto es la sierra y las cuestas son mi asignatura pendiente. Pero el tramo de sufrimiento es realmente corto en comparación con el que nos toca disfrutar hasta enlazar de nuevo con la pista, un sendero muy revirado, muy estrecho, muy divertido.

De Reajo del Roble pasamos al cerro de la Golondrina para ir ganando altura esta vez por pista, primero dejando a nuestra Izquierda la Ermita de San Antonio y posteriormente las instalaciones del campo de tiro a nuestra derecha mientras las vacas nos miran sin dejar de comer. Lo que hace grande a esta ruta es el tramo que enlazo en la bajada, ya que desde esta pista que nos dejaría en la rotonda de bajada a Cercedilla  le enseño a Jaime una senda a media altura que nos dejara en la rotonda de la Fonda Real y sin tocar asfalto. Encontrar el inicio de la senda es complicado y es más un acto de fe el seguir mi track que ver claramente una senda que apenas tiene el ancho del caminar de una vaca. La entrada se intuye, se ya que esta muy cerrada y merece la pena perder unos minutos en encontrarla ya que  pasados unos metros esta se hará muy evidente abriéndose mucho más. Lo divertido de esta senda bautizada como Senda JJ, es que  se pedalea sin mayor problema ya que tiene muy ligera pendiente no hay una sola piedra, ni rama, ni tocón que te impida avanzar y en sentido contrario es toda una gozada.

Jaime queda encantado con al senda al ver donde nos encontramos, al final del camino nos toca saltar la valla ya que la puerta de acceso queda algo más retirada. Una vez en la fonda real le propongo a Jaime crear un track de sendas raras, de poco uso y este acepta, le aviso que el tramo que vamos a rodar tiene algo de empuja bike, sobre un 10% del total y no le importa. Este 10% de empujar la bici se encuentra precisamente en el principio de la senda, muy sucia, con mucha pendiente y rodar complicado pero como todo en esta vida tiene su recompensa para los que persisten y una vez superado un repecho de la peña Antón Real, toda una senda paralela a la carretera esta dispuesta para ser disfrutada por bikers con algo de experiencia en montaña y que sepan mantener el equilibrio con el palto pequeño piano, piano. Vamos que es un tramo para los enamorados de la montaña y la bici que no les importe patear por disfrutar de 250 metros de autentico MTB, que le vamos hacer, frikis hay en todos los lados  y nos hemos juntado dos, solo falta el tarao de Samuel que esta trabajando .

Una vez alcanzada la pista de la Barranca decido continuar la ruta por al antigua pista no la moderna, siendo fiel al espíritu innovador que le estamos dando y ascendemos por la ladera del chiquillo hasta enlazar con el tramo de la senda Ortiz de esta vertiente de la montaña que pocos conocen y disfrutan ya que tanto en subida como en bajada es apasionante, mucho mejor que la aburrida y pestosa pista. En el desvío de la senda Ortiz con el mirador del antiguo hospital paramos a descansar y tomar un plátano que nos lo hemos ganado. Desde que hemos comenzado la ruta ha sido prácticamente todo subir y subir, ahora toca la recompensa, el disfrute máximo del ciclismo de montaña, la bajada trialera.

Y esta es la senda Ortiz, una bajada muy sencilla en el que el máximo cuidado hay que tenerlo con los senderistas a los que hay que respetar sin asustarles y bajando la velocidad al cruzarnos con ellos hasta casi el punto de pararse en caso de ver que no nos han visto.

La bajada la disfrutamos divertida consiguiendo máxima velocidad en muchos tramos ya que tenemos la suerte de no encontrarnos con nadie y al llegar de nuevo a la pista optamos por remontar esta unos metros hasta la fuente de la campanilla en donde nos refrescamos y tomamos la segunda parte de la bajada divertida, la conocida en los círculos más sucios del MTB como Senda alakan. Esta si que la disfrutamos al máximo, adrenalina, diversión y grandes sonrisas para culminar uno de los mejores regalos de la barranca con los que gozar de la montaña, y como guinda al pastel el impresionante paisaje de las presas con la Maliciosa al fondo reinando un valle que es la niña de mis ojos.

Dejamos la Barranca por la carretera de acceso ya que las sendas están muy «embarracagadas» por las vacas y la retomamos en el hospital tras un kilómetro con algunos cientos de metros por pista para seguir disfrutando de una senda muy divertida y preciosa que nos dejará en el inicio de la trialera del pueblo de Navacerrada que la disfrutamos a tope y en la Jaime se anima a tirarse por la cuesta infernal que a mi me da caquita.

Ya en Navacerrada la ruta la ruta se tranquiliza y el llano bordeando la presa nos regala un descanso para las piernas, para el corazón con un disfrute para la vista por la presa y por una morena que nos dejo con la boca abierta al lucir un buen culo a lo Jenifer López, prieto bien definido por unas mallas negras que nos hizo aullar como los lobos a la luna.

Al terminar de recorrer el sendero de la presa tan solo nos queda bajar hasta collado mediano, pero es pronto y teniendo la posibilidad de meternos un buen rampón, para que irte a casa con las ganas, así que optamos por ir en busca de una última trialera y para ello nos toca enfrentarnos a las grandes rampas de las laderas del castillo, que están  muy rotas por la erosión del agua. Yo las hago empujando mi bici y Jaime como buena mula que es se la mete para el cuerpo entre pecho y espada, bueno mejor dicho, entre pedal y biela. Alguno se preguntará si merece la pena el esfuerzo, y la respuesta es si, merece la pena. Ya que la trialera de bajada es fabulosa, muy divertida y en la que apunto estoy de meterme una muy gorda al perder el control de la bici y recuperarlo justo cuando Jaime ya me veía comprando una buena parcelita. Risas al llegar a la pista y como no quería irme con ese sabor agridulce remontamos un poquito y me saco otra trialera cortita del bolsillos para esta vez si sonreír al llegar al mirador, al encontrar un atajo entre dos casas y al regresar al coche tras haber disfrutado de una ruta con autentico aroma a MTB del bueno.

Seguramente esta ruta estará prohibida dentro de nada si no lo esta ya, lo dijo Ortega y Gasset Quien en nombre de la libertad renuncia a ser el que tiene que ser, ya se ha matado en vida: es un suicida en pie. Su existencia consistirá en una perpetua fuga de la única realidad que podía ser.

Track de la ruta 

 

Acerca de alakan

Dentro de veinte años estaras mas arrepentido de las cosas que no hiciste que de las que hiciste.Asi que librate de las ataduras.Naveja lejos del puerto seguro.Atrapa las huellas del viento en tus velas.Explora.Sueña.Descubre.MARK TWAIN.
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3 respuestas a Entre Sendas y Trialeras.

  1. Jaime dijo:

    Grande Javi!!!

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  2. Mary dijo:

    Nos gustó tanto tu crónica que dos amigos y yo nos embarcamos a hacer esta ruta el pasado 26 de noviembre. Y qué maravilla! Nos hizo un día estupendo y nos lo pasamos en grande. Eso sí, el sendero Alakan en sus primeros metros era un río, pero muy muy divertido. Gracias!

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  3. alakan dijo:

    Muchas Gracias por el comentario y por disfrutar de la ruta, la Senda Alakan tiene un comienzo un tanto intenso pero quitando esos primeros metros después es solo disfrutar a tope.
    Un saludo.

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