Los espíritus melancólicos reposan al reunirse con otros espíritus afines. Se unen afectuosamente, como un extranjero al ver a un compatriota suyo en tierras lejanas. Los corazones que se unen por la tristeza no serán separados por la gloria de la felicidad.
Khalil Gibran
Me siento muy afortunado de tener los amigos que tengo, ya en ocasiones he hablado de alguno de ellos de manera especial y en esta ocasión le toca a mi amigo Totapillao, Víctor para los amigos.
Estoy seguro que en ocasiones la vida nos saca de la autopista por la que caminamos inexorablemente hacia el peaje final para meternos por carreteras secundarias, es en estas ocasiones cuando te encuentras con personas extraordinarias, con las cuales el tiempo pasa volando, aprendes y disfrutas. Tota es de estas personas que en su mochila carga mucho mundo, con muchas historias, aventuras y sobretodo sabiduría. Es un vagabundo de la libertad que busca sentirse bien consigo mismo, ser feliz y que te sientas participe de ello. Hace unas semanas ha regresado de un viaje increíble por Marruecos, teníamos una cita pendiente para contarme su experiencia y para disfrutar de unas bajaditas de las que nos gustan a los dos con mucho flow.
Le voy a buscar a su casa y nos dirigimos hacia la fuente del cura lugar en el que aparcamos, el cielo esta encapotado en la capital y en gran parte del camino pero tenemos la esperanza que algo de luz y calor nos acompañe en el camino. Con las primeras pedaladas y sin apenas haber entrado en calor nos topamos con un escarabajo enorme de pinzas amenazantes, me parece precioso y me da pena que esta en el camino con riesgo de ser pisado. Tota que es todo un experto en el arte de la fotografía le saca unos primero planos de impresión que estoy deseando ver.
Una vez dejamos a nuestro gran escarabajo en lugar seguro reanudamos nuestra subida, Tota sube sobrado, tiene fuerza y resistencia, el viaje le ha dejado en estado de forma ideal para disfrutar de la bici y verme con la lengua fuera sudar la gota gorda por intentar seguir su rueda. Adelantamos a un grupo que se preparan para tirarse por una senda que nos llama mucho la atención, pero estamos cerca ya de la que quiero enseñarle a mi amigo y les dejamos reagrupándose. La pista por la que rodamos nos recuerda mucho a los dos a un del pirineo que nos dejo en un pueblo abandonando precioso, que gran escapada la de aquel finde.
La noche anterior ha tenido que caer una buena tromba de agua ya que el terreno esta delicioso para rodar, pelin pestoso en algún punto pero ideal para nosotros.
La pista deja paso a un sendero espectacular que en un descenso sin mucha inclinación nos hace rodar sobre piedras y raíces, con algunos escalones, pasos complicados y mucha diversión. En un paso con piedras espectacular yo me bajo y víctor se tira sin pensárselo gritando de la emoción. Estamos en un paraje mágico, espectacular, parece como un gran escenario dispuesto para nosotros, para nuestro disfrute y lo aprovechamos.
Le digo a víctor que este era mi primer regalo de bienvenida, que aún queda otro. Paramos a comer en el puesto de vigilancia de la Hoya de san Blas, mis fuerzas están justas y acuso la ruta del anterior por la bola del Mundo, Tota también salio con un gurú del MTB Tunin, dice que esta pelin cansado pero yo no se lo noto. Unas gotas nos hacen dudar, si tenemos que mojarnos nos mojamos pero si podemos evitarlo no lo dudamos, decidimos abortar lo que queda de ruta y cambiar ese sendero por el que tomo el grupo que pasamos en la subida hacia la Morcuera.
Enlazamos la pista en subida de nuevo, disfrutamos de sus rampas que se dejan hacer y la zona de las “eses” hasta plantarnos de nuevo en el desvío del sendero el cual tomamos bajo la atenta mirada de unas vacas.
La senda la conocía Tota ya que Tunin se la había enseñado en una ocasión, para mi era la primera vez y la disfruto a tope. La bajada es sencillamente maravillosa, sin complicaciones técnicas salvo las piedras en algún tramo pero que se pasan bien. Eso si la bajada es larga y te deja agotado, pero con la adrenalina, los niveles de felicidad y una sonrisa de oreja a oreja que no se nos va a borrar en varios días.
Llegamos a una hora genial al coche para regresar a comer, tras haber disfrutado de una ruta corta pero intensa y haber compartido sobre todo una mañana que hacia mucho tiempo estábamos buscando en la que compartir ruta. Gracias Víctor por ser como eres, esa alma libre que se alimenta de buenos momentos.
Para mi este fin de semana a sido glorioso, disfrutando de unas trialera magníficas, no si al final Ding Ling tendría razón cuando dijo “ Encontramos la felicidad luchando en el medio de una rabiosa tormenta, no tocando el laúd a la luz de la luna, o recitando poesías en medio de la flores.”
P.D.: Cuando volvíamos vimos que un ciclista de carretera había sufrido una caída en la primera curva de Miraflores y lo estaban asistiendo, le deseo una pronta recuperación y que pronto pueda estar disfrutando de su deporte favorito, animo.
Track de la ruta.
Hermano!!. Que me voy a poner colorao!!!. Tu si que eres un figura!!!.
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no puedo publicar en el blog, e
toy de vacaciones a mi vuelta lo cuento todo
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Qué bueno saber que sigues bien, Javi.
Llevo mucho tiempo sin saber de tí, a ver si un día te pego un toque y quedamos para alguna ruta y nos ponemos al día.
Un abrazo fuerte!.
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Tuercas lo mismo digo, que yo estoy dando vueltas por el polvoranca, cualquier tarde-noche podemos vernos.
Un abrazo.
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